Capitulo 30

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Después de unas semanas, Helga preparaba su maleta para trasladarse a la universidad, Arnold la ayudaba. Tenía a la mano el pasaporte, Arnold suspiraba que su rubia se iría un poco lejos de él.

- tranquilo, prometo estar en contacto cada vez que tenga libre.

- yo igual. Hay que darnos nuestro horario para así poder llamarnos.

- si . .- dijo el.- pero antes de que te vayas, te daré una despedida

- tienes 10 min para que lo hagas.

- Don suficientes para satisfacerte.

Volteo a la rubia bajándole todo lo que tenía, se quitó el pantalón tomó su miembro para introducirlo a su cavidad de ella.
Helga empezaba a gemir despacio, no quería despertar a los inquilinos.
La acostó en la cama, para estar sobre de ella tener más comodidad tapó con su mano la boca de Helga y la empezó a embestir, Helga tomaba de las sabanas su agarre, la otra mano del rubio subió la blusa quería ver uno de sus senos , pasó su boca en los pezones rosados de ella.

- eres mía.- dijo en voz baja

Sentía que ya terminaría, quitó su mano de la boca de Helga, y pasó a besarla, sentía como por dentro de ella se venía. Podía sentir la ereccion de Arnold bombear.

- querías marcar tu territorio romeo

- se que será difícil volver hacer esto su tío estás allá.

- para eso te haré una video llamada, y veas lo que es tuyo.

- y luego? Quieres verme jalármela o que

- si.

- eres una pervertida.

Después de unos largos minutos...

Estaban ya en el aéreo puerto, Helga y Arnold esperando a que llegara la hora para irse . Ella estaba nerviosa, le estaba dando anciedad, Arnold le tomó de la mano.

- tranquila

- Gracias.

- todo va a salir bien, ya verás.

- eso espero. La verdad es que, pasó tan rápido que siento que te perderé.

- claro que no. Ambos estaremos en contacto. Es más tomare un fin de semana para ir a verte.

- harías eso?

- claro. Te amo Helga y lo sabes.

- yo también te amo.

- Helga! .- se escuchó gritar a una señora

La rubia volteo a ver de quien se trataba, más que nada de su mamá, ella pensaba que no llegaría, necesitaba de su madre por un momento. Fue con ella, para abrazarla.

- mama, pensé que no llegarías.

- claro que si, quería ver a mi hija irse por sus sueños . Pero tuve que tardar un poco y convencer a alguien.

- a quien?

Un hombre alto canoso se asomó.

- Bob?

- tu madre me convenció. Y ... lamento por lo qué pasó, estaba muy molesto y saber que te ibas a vivir a la casa de Alfred
- Arnold papá
- es igual. Por cierto donde está?
- alla
Job lo observo, estaba parado, le hizo la señal en que se acercara. Arnold con nervios se acercaba a los patakis

- muchacho, gracias por cuidar de mi hija. Y disculpa si te ofendi

- no se preocupe señor pataki , Helga ahora va estar en una buena universidad

Amigos sin compromisoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora