Capitulo 12

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La clases estaban tan normales como de siempre. Arnold le había lanzado un papelito a la mesa de la rubia.

Hey que dices lo del armario del conserje

Helga miró al rubio y sonrió respondió al pequeño papel y se lo aventó.

Tantas son tus ganas mañaneras? Pediré permiso para ir a la enfermería y tú al baño . Te parece cabezon?

Arnold leyó el pedazo de papel. Helga pidió ir a la enfermería. Luego que el profesor le diera el permiso, 10 min después fue Arnold, para ir al baño.

Bajando las escaleras buscando a la rubia donde estaba, hasta que la vio en una esquina.

- apresúrate, no hay nadie.

Al llegar y entrar al pequeño cuarto , cerraron la puerta con seguro. Arnold se bajaba los pantalones sacando su gran miembro, Helga solo lo miraba.

- estás de antojadizo.

- tu que crees, tú me provocaste.

Helga bajo su ropa se bajaba el short y su ropa interior y se puso de espaldas.

- no así no.

- entonces?

El rubio dejó a un lado la ropa de Helga subió su blusa dejando ver sus senos, lar cargo, ella enredó sus piernas a la cadera de él. Sintió como la penetraba, no tenía que hacer ni un mínimo gemido. Quien diría que ambos faltarían el respeto en una escuela.
Los senos de Helga subían y bajaban con los movimientos. Empezaba a excitarse solo con verlas,  Arnold la atraía más a el para llegar a lo más profundo.

La campana sonó, los alumnos salían para irse a sus otras clases, ambos rubios estaban aún en su rincón.

- apurate, puede llegar alguien aquí .- decía con dificultad

- ya falta poco. ...Espera .- dijo el

Arnold seguía subiendo y bajando a la rubia, su miembro estaba tan erecto que veía a Helga que le dolía.
Los alumnos seguían afuera, esperaban a que se nadie estuviera. Pero habían recordado que después de la clase era la hora del desayuno.

Arnold estaba ya por venirse, Helga se tapaba la boca para no gemir, sentía los fluidos cálidos del rubio, dejó reposar su cabeza en el hombro de él y el de ella aún cargándola.

- es hora de irnos.

- bien .

Ambos se cambiaron, por un rato se había despejado la zona de peligro. Y rápidamente salieron de ahí. Iban por sus cosas ya que lo habían dejado en el salón.

- Helga, hasta que te encuentro.

- ah, harry, qué pasa.

- tu mochila, lo dejaste en el salón, fui a la enfermería a buscarte pero me habían dicho que no llegaste.

- oh bueno, es que fui directo al baño y como que algo me hizo mal en la mañana pero ya me siento mejor. Gracias por lo de mi mochila.

- de nada. Irás a desayunar?

- aaaa si.

- Helga. - dijo el rubio

- bueno si iré pero con mis amigos, - dijo con pena

- oh entiendo, será para la próxima, adiós

- adios.

Helga y Arnold siguieron su camino, Gerald los encontró, le dio la mochila al rubio.

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