El timbre sonó, provocando que todos los alumnos dejaran sus aulas con emoción al ser viernes. Felix y Hyunjin dejaron el centro también, parándose el uno frente al otro al llegar al estacionamiento.
El mayor abrazo la cintura del rubito, atrayéndolo a su pecho.- Prométeme que nos veremos todos los días.- le hizo jurar.
Felix rio, asintiendo.- Te lo prometo.
Se separaron, el mayor dejo un beso en los labios del rubio, quien le devolvió la acción. Se separaron definitivamente. El mayor se subió a su motocicleta, poniéndose el casco. Le dio una última mirada al pecoso, antes de irse de forma ruidosa, sin saber que no lo vería por un tiempo.
Felix también se marchó, dándose la vuelta con la intención de ir caminando a casa de sus tíos, en donde vivía ahora, que no quedaba tan lejos de su instituto. Pero, un coche paro a su lado, haciendo que se detuviera.
- ¿Tío Kang?- pregunto al ver a su tío estacionado a su lado.- ¿Viniste por mí?- pregunto.
El adulto asintió.- Sí, vamos sube, no tengo todo el día.- dijo, palmeando el asiento a su lado.
El rubio subió, y el mayor arranco el coche, conduciendo hasta su casa. Felix estaba extrañado, ya que normalmente siempre iban solos a casa. Hasta que recordó a su hermana.
- ¡Chaeryeong! ¿Dónde está ella?- pregunto, sintiéndose como tonto al no acordarse de ella.
Su tío rio.- Ella ya está en casa, la fui a buscar antes.- explico de forma corta.
Felix simplemente asintió, posando su vista en la carretera. Noto que su tío giraba por una calle que el no conocía. Su casa quedaba para el otro lado, pero dijo nada. Puede que fuera un atajo.
Pero su ceño se frunció más al entrar en un recinto con el cartel de propiedad privada, a un lado. Después de un largo camino de tierra y árboles, pararon frente a un edificio grande, que parecía algo antiguo, ya que la pintura estaba algo desgastada, y las estatuas de cemento en lo alto no le daban un toque moderno para nada.
Frunció el ceño, viendo como su tío bajaba del auto. Hizo lo mismo, algo extrañado. ¿Sería un restaurante o algo así?
Pero sus preguntas fueron respuesta cuando leyó las letras gravadas en la piedra que había sobre la puerta de madera. "La Orden de los Franciscanos", y más abajo ponía, en letras pequeñas, apenas legibles entre las plantas y el moho, "Institución religiosa de ayuda psiquiátrica".
Y cuando se quiso dar cuenta, dos enormes hombres lo tenían agarrado de los brazos, arrastrando de el hasta el interior del edificio.
Se giró espantado hacia su tío, quien tenía una sonrisa en sus labios.- Debes cerrar heridas y abrir los ojos, mi querido sobrino.- dijo, antes de perderlo de vista cuando se subió al coche.
Trato de gritar, de llamarlo, de forcejear con aquellos hombres que lo tenían agarrado en contra de su voluntad, pero de nada sirvió. Sus piernas habían dejado de funcionar, por lo que era, prácticamente, arrastrado, y dejando frente a una mujer vestida de monja.
La señora tenía una cruz entre sus manos y una sonrisa amable. Lo vio de arriba abajo, tomando un cuenco de agua que tenía a su lado, mojo su dedo y lo acerco a su frente, dibujando en esta una cruz. Felix hizo una mueca, pensando que todo aquello era solo una pesadilla.
- Bienvenido, joven Lee Felix.- saludo la mujer.- Su nombre me recuerda al ermitaño Felix de Valois, quien fundo "La Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos".- explico con tono apasionado, mientras a Felix le recorría un escalofrío por todo el cuerpo.- ¿No le importa si le llamo joven Valois, cierto?- la mujer parecía encantada con ese nombre, pero Felix solamente quería salir corriendo.- Mi nombre es Hermana Kwan, y soy la fundadora de "La Orden de los Franciscanos", por lo tanto, estarás bajo mi cargo.- termino de hablar.
Se dio la vuelta, empezando a caminar por un pasillo de paredes blancas. Les hizo una seña a los hombres para que la siguieran, mientras arrastraban a Felix.
- Esta es una institución que lleva aquí mucho tiempo, impartiendo clases a aquellos que las necesitan, para poder arreglar aquello que atormenta sus corazones.- empezó a explicar la mujer.- Pero ya hablaras de todo eso en las clases de Historia que da la Hermana Beom.
Terminaron por pararse frente a una puerta del segundo piso, esta era blanca en su totalidad, y tenía una pequeña ventana con barrotes, que daba a una habitación.
La Hermana Kwan miro unos papeles en sus manos.- Veamos, el señor Kang dejo por escrito sus peticiones, por lo que viendo lo que hay aquí puesto...- busco algunas cosas con su dedo.- Usted dará la clase Historia, Historia sobre la religión, terapia de aversión, terapia de conversión, las clases de oración y visitas anuales a nuestro psicólogo especializado en adolescentes.- termino de hablar la mujer, con una sonrisa alegre.
Felix fue encerrado en la habitación, sintiendo un nudo en su pecho. ¿Terapia? ¿Oración? ¿Por qué su tío lo había metido a un psiquiátrico?
Observó la habitación, que tenía una cama, una mesa de noche con una lámpara y un libro, también había una ventana, pero esta tenía barrotes y no media más de 50 centímetros. Se sentó en la cama, sintiendo sus piernas flaquear.
Vio encima de la cama una camisa blanca, unos pantalones negros y unos zapatos formales. También noto que no tenía su mochila ni su teléfono, todo se encontraba en el coche de su tío.
Sintió sus mejillas llenarse de lágrimas, que caían de sus ojos sin freno alguno. Quería irse. Quería a Hyunjin.
검은색 - 구멍
ESTÁS LEYENDO
Black Hole // Hyunlix
FanficUn pueblo en el que únicamente ocurren desgracias. Blaho era un pueblo olvidado en mitad de la nada, con su población separada en dos, Bladawn y Blaup. Dos institutos, dos bandas, dos maneras de vivir, y un asesino. Cuando en el instituto pijo de Ch...