Las palabras de Wonpil habían resonado en su interior. "Está totalmente bien. Puedes amar a quien quieras".
Y por eso, en la hora de la cena, no se había tomado las pastillas, y para colmo, le había gritado a la Hermana Kwan. Pero sus actos habían tenido consecuencias, y lo había llevado a la sala de castigo.
Forcejeó con aquellos hombres, los mismos que le habían entrado a la fuerza el primer día. Antes de entrar en la habitación oscura, la Hermana Kwan se paró frente a el y le dio un manotazo en la cara, que sonó de forma fuerte por todo pasillo.
- Habías empezado a mejorar, joven Valois.
- Felix.- protesto.- Me llamo Felix, no Valois.
Fue tirado dentro de la habitación de no más de dos metros. Cerraron la puerta, dejándolo todo a oscuras. Y cuando Felix se quedaba solo, era aún peor que las terapias de aversión. Porque su cabeza no paraba de maquinar, de pensar, y de arrepentirse.
Subió sus rodillas hasta su pecho, enterrando su cabeza entre sus brazos.
- ¿Por qué lo he hecho? Debí haberme tomado las pastillas.- se reprendió a sí mismo, mientras se jaloneaba del pelo.- No tendría que hacerle caso a Wonpil, él está enfermo.- aseguro, sintiendo lágrimas correr por sus mejillas.- Yo estoy enfermo... y-yo estoy... enfermo...
La puerta de la pequeña habitación volvió a abrirse, pero Felix no quería subir la mirada y ver los ojos inyectados en furia de la Hermana Kwan. Negó un par de veces, sintiendo más lágrimas salir de sus ojos.
- ...Wonpil está enfermo, y-yo... también.. yo no..
- ¿Felix?
Los temblores en el cuerpo del menor cesaron, junto con sus lágrimas. Sintió dos manos posarse sobre las suyas, que habían dejado de tirar de su cabello. Podría reconocer esa voz en cualquier lado.
Subió su mirada un poco, viendo a Hyunjin agachado delante de el, con una mueca triste en su rostro. No aguanto más y se abalanzó sobre el mayor, abrazando con fuerza su cuello y enterrando su rostro en su pecho, dejando que los sollozos salieran.
Hyunjin abrazo el cuerpo del rubio entre sus brazos, sintiendo como su corazón se partía al verlo de aquel modo. Le acaricio el cabello, tratando de tranquilizarlo.
- Hyunjin... estas aquí.- murmuro el rubio entre sollozos.
Hyunjin sonrió a duras penas, asintiendo.- Sí, vine por ti.- aseguro.- Lix, debemos irnos.
Segundos después, los tres se encontraban corriendo por los pasillos, tratando de llegar a la salida. Salieron al exterior, y una ráfaga de aire les golpeo el rostro. Felix sentía sus piernas desfallecer, pero en ningún momento perdió el ritmo.
...
Hyunjin acariciaba los cabellos rubio de Felix, mientras este dormía en su cama. Le había vendado las manos llenas de cortes, y le había dado un te para que se calmara, logrando que se durmiera.
Verlo dormir de forma tan pacifica, después de ver lo que había vivido, le hacía romperse de mil formas. Lo arropo más, dejando un beso en su frente, antes de salir de su habitación.
En el salón de su pequeña caravana se encontraban sus amigos, en un silencio sepulcral. Lo vieron salir de la habitación, pero antes de que pudieran hablar, les mando a callar.
Se sentó en una silla, soltando un suspiro cansado.
- ¿Cómo está?- pregunto Jisung, preocupado.
- Ahora dormido, pero...- no pudo continuar la frase por el nudo en su garganta.- Fue horrible. No sé mucho, pero lo poco que vi me rompe el alma.- admitió, bajando su mirada al suelo.
Ninguno dijo nada durante unos minutos.
- ¿Y ahora que?- pregunto Changbin, mientras dejaba caricias en el cabello de Seungmin.
Hyunjin elevo su mirada, y todos pudieron ver ese brillo en sus ojos. Ira e impotencia. Apretó sus puños con fuerza.
- Ahora, ir a por Kang.
검은색 - 구멍
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Black Hole // Hyunlix
FanfictionUn pueblo en el que únicamente ocurren desgracias. Blaho era un pueblo olvidado en mitad de la nada, con su población separada en dos, Bladawn y Blaup. Dos institutos, dos bandas, dos maneras de vivir, y un asesino. Cuando en el instituto pijo de Ch...