Yes daddy +18 (Jean Carlo León)

(CAPITULO 2) Buenos días Señor León

Fin de semana.

Al fin, me encuentro descansando en mi casa, estoy muy agotada.

—Hija...¿Podrías darme el dinero que te pagaron hoy..?— Dice mi mamá, su voz es sutil.

—Claro mamá— digo

Saco la mitad de lo que me pagan y le doy el dinero.

—Recuerda que la otra mitad son para mis estudios— explico

—Sí hija, lo sé, gracias—

—De nada mamá, ahora por favor, quiero descansar..—

—Sí hija, está bien, te dejo—

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Lunes.

Odio los Lunes.

Me vestí con mi traje de empleada y comencé a trabajar.

—Buenos días— dice el Sr. León

—Buenos días Señor León— digo con amabilidad, veo que baja su esposa de muy mala gana.

—Sirvienta de porquería, hazme unos huevos fritos con un té, tibio—

Me enojé mucho porque me dijo "sirvienta de porquería", puedo ser de bajos recursos pero también soy una persona y tengo sentimientos.

—Señora León, con mucho respeto, no le permitiré que usted me venga a llamar "sirvienta de porquería" si, trabajo en su casa como sirvienta, pero eso no me hace ni menos ni más persona, tengo sentimientos.— Me defiendo.

Veo como el señor León solo mira por mi respuesta al igual que ella.

—¡No seas igualada y anda prepárame lo que te pedí!— se enoja.

—¿Igualada por defenderme? ¿Está bien usted? Si me quiere pedir algo, hágalo de buena manera, porque así yo no tengo porque darle mi servicio, total, mi patrón es el señor León no usted—

Vi como Sara iba a hablar pero el señor León interrumpe.

—T/n tiene razón Sara, no puedes estar hablándole de esa manera, te ofresco una disculpa— Me habla, veo como esta de incómodo por su esposa

—No se preocupe.-— le digo

—Bien—

Sara rueda los ojos.

—Sírveme huevos fritos con un té tibio, si— Lo hizo de mala gana y yo asentí con mi cabeza y voy a la cocina para hacer lo que me pidió.

—Aquí está su desayuno, señora Sara—

—Señora León— Me corrige.

—Señora León— Repito.

Después de escuchar su gracias de falsedad me fui a la cocina a hablar con Emma.

—¡T/n!— Escucho voz de dos pequeños niños

—Hola Santi y Fer, veo que despertaron—

—Hola T/n— Ambos respondieron sonrientes.

—¿Que quieres de desayunar pequeños dormilones?— digo sonriendo

—¡Yo quiero salchichas con té!— Dice Santiago

—Yo quiero leche y huevos fritos— Dice Fernanda.

—¿Segura que leche con huevos fritos Fer? Te dolerá la pancita—

—Fer tómate un té, amor— Escuché la voz de el señor León hablándole a su hija

—Pero papi...—

—Fer, te hará daño cariño...— dice sutilmente

—Vamos Fer, luego te doy leche ¿Está bien?—

—Está bien— Dice sonriendo y yo le devolví la sonrisa.

Fui hacia la cocina a preparar todo, luego de unos minutos volví.

—Espero les guste, pequeños—

—Siempre nos gusta cuando cocinas T/n— dice Santiago

—Sí T/n, eres muy buena cocinando— dice Fernanda y yo río.

—Ya debo ir al trabajo hijos, No se porten mal, ¿Sí?—

Asienten con la cabeza y me mira

—Por favor, los cuidas—

—Por supuesto—

Sabía que me decía eso porque Sara no era capaz de cuidarlos

El señor León se retiró y al momento bajo Sara muy bien vestida

—Mamá— Dijeron ambos pequeños

—Ah, hola. T/n saldré llegaré tarde le avisas a mi esposo—

—Sí señora León—

Se retiró y sus pequeños hijos se quedaron tristes.

—Tranquilos pequeños, mami los quiere, solo no se siente bien hoy— Digo con tranquilidad agachandome a su altura.

—Pero mami nunca se despide de nosotros, ella no nos quiere— dice Santiago triste

—Si los quiere bebé—

—A veces quisiera que tú fueras nuestra mamá T/n— dice Fernanda y yo les doy una abrazo quedándome sorprendida.

Me parte el corazón sus lindas palabras y saber que me tienen aprecio.

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