Yes daddy +18 (Jean Carlo León)

(Capítulo 73) Regreso..

—¡T/n!— los tres vienen a abrazarme y yo hago lo mismo

—holaa— saludo

—te hemos extrañado mucho— me dicen ese par de niños lindos

—Yo también a ustedes— les digo

—¡Ares!— van a abrazar a su hermano

—hola T/n, después de tiempo— me dice Matilde

—Hola Mati— la saludo con un abrazo

—¿Ya está todo bien?— pregunta ella y la miro triste

—¿Qué pasó?— pregunta ella

—El inteligente se peleó con mi amigo— le digo

—¿Qué? ¿Cómo?— pregunto

—Una historia larga, ahora solo quiero dormir, iba a ir a casa pero...—

—Luego hay mucho tiempo para que hablen, Matilde, que todos se queden aquí, hablaré con T/n—le dice Jean a Matilde

—está bien—ella dice sonriendo para un lado con esperanzas

Jean y yo subimos a nuestra antigua habitación

—Necesito aclarar las cosas contigo— me dice

—No quiero hablar contigo ahora.— contesto cortante

—No es que quieras, vas a hablar conmigo— me dice

—Pues yo no quiero, lo siento, ahora sí no te interesa, mejor me iré, ¿Te quedarás con Ares?— pregunto

—Te vas a quedar a aquí quieras o no— veo como le echa seguro y guarda la llave en sus malditos bóxers

—Eres un completo idiota— digo

—El idiota que amas— me pone nerviosa

—Cállate—

—Cállame—me desafía y lo miro mal

—No quiero hablar contigo— digo

—Tendremos que aclarar demasiadas cosas— dice

—¡Pues yo no quiero! La enfermera dice que no tengo que tener ningún tipo de alteración, así que lo mejor será que me vaya.—digo

—Tú no te irás a ningún lado hasta que hables conmigo, ¿Entiendes?—

—¿Y tú entiendes que no quiero hacerlo?—

—Cómo siempre, terca.— dice él

—¿No te das cuenta el daño que me está haciendo tener al frente mío? ¿El tenerte en el mismo lugar? ¿Dónde te follaste a quienes saben cuántas mujeres? Eres una persona tan imbécil, desgraciado, no mereces lo que tienes porque no lo valoras, idiota— insulto

—Cállate—

—Cállame— ahora yo lo desafío, pero no tuve en cuenta que Jean si se toma las cosas en serio

Me mira fijamente y da pasos hasta acorralarme

—Déjame en paz.— le digo volteando hacia un lado dejando que vea mi perfil

—No lo haré, porque tú eres mía, eres mi mujer, y yo si te valoro y te amo tanto que me enoja hacerlo— dice agarrándome de la mandíbula sin lastimarme, veo que sus ojos miran mis labios y se acerca a lamerlos suavemente

en lo que yo intento reaccionar pero el no me deja, es más fuerte que yo

—Me tortura no besarte— dice el

—A mi me sorprende que no lo hagas, pero atrévete, y juro que— no me deja terminar y besa salvajemente mis labios...

Sus labios carnosos y deliciosos son tanto para mí, pero no voy a seguirle el beso, aunque lo desee tanto, no haré que se salga con la suya

Subo mi pierna hasta su miembro y lo golpeó un poco

—Mierda, no juegues con fuego porque te vas a quemar, y bien duro— dice agarrándoselo

—El que se quemará serás tú, no tienes derecho a besarme así como si nada, no somos nada—

—Eres mi esposa— dice

—Lamentablemente, pero te haré firmar los papeles de divorcio— digo

—No, no los firmaré— dice

—Te detesto— le digo

—Tú me amas tanto que ahorita mismo quisieras estar ahí follandome, montandome tan rápido y duro...— dice

—Eres un pervertido, déjame ir— le digo

—Necesitamos hablar— dice

—¡Pero no quiero! ¡Entiéndelo! ¡Me está haciendo daño tenerte en mi enfrente! ¡No sabes por cuántas veces sin comer he pasado por tú culpa! ¡Cuántas veces eh llorado por lo que me haz echo! ¡Por Ares! ¡Me rogaba que venga a verte pero no lo hacía! ¡Porque sabía que tenías a otra y esperas otra familia, esa está embarazada al igual que yo, y lo peor que son de los mismos padres! ¡Ojalá nunca te hubiera conocido Jean Carlo! ¡Porque te detesto! ¡Odio, odio, odio amarte tanto!— le digo entre lágrimas y veo que mis palabras le dolieron

—Lo siento mucho— se disculpa y me abraza pero lo quito

—No necesito tus consuelos— le digo

—los necesitas, y lo sabes, no te hagas la difícil, sé que quieres estar conmigo en estos momentos, necesitamos hablar, pero será mejor que te relajes— dice llevándome de a pocos a la cama para luego echarnos en ella

—No quiero estar aquí, me da asco— le digo

—No me he acostado con Diana, tengo pruebas— arrugó su camisa al escuchar su nombre y el lo sabe, sabe lo celosa y frustrada que estoy

Intento pararme pero me jala del brazo y caigo encima suavemente

—Quédate aquí—me dice mirándome fijamente

—No, no puedo, abreme la puerta— le digo

—Por favor, quiero estar a tu lado, te necesito, después de mucho tiempo no te he visto ni sentido— me dice y entiendo un poco así que me echo a su lado lentamente

—Te detesto, me haz engañado y aún te sigo amando— Le digo

—No te he engañado cariño, pero otras personas si, y nos han separado, lo siento mucho que hayas sufrido, yo también estuve igual que tú, por favor déjame mostrarte de que todo es mentira— me dice

Yo no le contesto..

Solo quiero silencio, este momento simplemente quiero disfrutarlo mucho...

No le he tenido a mi lado por 2 meses, puede sonar poco, pero me encanta tanto estar a su lado, cada día sin el, sin sus engreimientos, sin sus lindos celos, sin sus perversas conversaciones que tanto amo, sus miradas que me hace en cada parte de mi cuerpo, como me sonríe y me guiña cuando lo quedo viendo, como me abraza, como es él mismo, me enamoré tanto de él... Es mi chico perfecto... Pero creo que lo he perdido, y estoy con tanto miedo de aquello...

Sus brazos son un refugio para mí, necesito simplemente de el para ser feliz...

Él es todo para mí... Y me está doliendo tanto está situación...

Me duele tan solo pensar verlo a el en las sábanas de otras...

Aprieto su brazo enfurecida

—Ouch— se queja

—Lo siento— digo

—Tranquila, deja de sobrepensar... solo déjate fluir, duerme bonita— me dice y suspiro para luego aferrarme más a él

Dios, no sabes cuánto te amo Jean Carlo León...

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