Temporada 2 (Capítulo 41)

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T/n

Ha pasado un mes desde el accidente de Jean, y no he vuelto a saber nada.

He intentado, le preguntaba a Erick y él no me decía nada sobre aquello, fuí al hospital en dónde se encontraba y no me permitían estar en esa sala, lo intenté tres veces y no me dejaban, no entendía el por qué.

Me sentía preocupada y Matilde venía por los niños los fines de semana, no entendía para que si se supone que no está Jean pero bueno, no se lo negaba.

Necesito saber sobre él pero nadie quiere darme respuestas.

Jean no se ha vuelto a aparecer por la empresa y me preocupa, necesito saber si está bien.

Un Viernes, estoy nuevamente en el trabajo, no tenía ganas de nada, solo quería dormir pero no era posible porque podrían despedirme.

—Te ves mal— murmura Michelle a mi costado

—Estoy demasiado cansada...— digo

—Tu mirada está apagada y se notan tus ojeras, ¿Si pides permiso?— pregunta

—No me lo darán— le digo y ella suspira

—Necesitas descansar, si quieres hablo con Erick y...—

—No te preocupes— la corto —Estoy bien así...— digo y el intercomunicador llama mi atención.

T/n, te necesito en mi oficina ahora mismo— escucho decir a Villalobos

—Ya regreso— le digo y ella asiente con la cabeza

Tomo el elevador y subo hasta el piso trece, llego, toco la puerta y me permiten pasar.

—Buenas tardes, ¿Me mandó a llamar?— pregunto y el asiente con dejando una pila de hojas sobre la mesa y me aterra pensar que todo eso sea para mí.

—Sí, necesito que lleves esto a la oficina del jefe— me dice y yo frunzo el ceño

—¿A la oficina del jefe?— pregunto y el asiente

—Es urgente, por favor, anda— me dice y asiento confundida.

¿Para qué a la oficina del jefe? Se supone que no está ahí.

—Pero si...—

—¡Ve!— me corta

—Pero si él no est...—

—¡Ahora T/n!— me corta nuevamente y salgo de su oficina directo a los elevadores para el piso dieciocho

Al llegar a la oficina simplemente abro de frente, sé que no está aqu..

Corto mis pensamientos al mirar tremenda imágen.

Jean está sentado en su escritorio con una botella de vodka y la mano en su polla libre.

Me ve y tensa la mandíbula.

—¿Qué acaso no sabes tocar? ¿O lo de ser puta también te quito la educación?— me dice

—¿Me acabas de llamar puta?— Pregunto

—Aprende a tocar.— no contesta mi pregunta

—Siempre lo he hecho, pero no sabía que estabas aquí.— digo

—Aún así tienes que tocar.—

—¿Para qué? ¿Para qué el fantasma conteste y me diga "adelante"?— digo y rueda los ojos

—No quiero verte.— me dice

—No he sabido nada de tí... Intenté preguntar y visitarte pero me prohibieron hacerlo— digo

Yes daddy +18 (Jean Carlo León) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora