Yes daddy +18 (Jean Carlo León)

(CAPITULO 1)

T/n

Estoy cansada de trabajar como empleada en la casa de el Sr. León, él es muy atractivo, pero el trabajo como empleada cansa, aunque me pagan muy bien y puedo ayudar a mi familia con los gastos económicos y terminar el último año en la universidad a pesar de que tenga 20, no pude terminar todos mis estudios.

—T/n, puedes venir un momento, ¿Por favor?—Pregunta el Sr. León, quién se encuentra en la sala, sentado en uno de sus sofás muy acogedores.

El Sr. León siempre se ve muy bien, tiene 26 años de edad.. Tiene dos pequeños hijos (Fernanda y Santiago) de 6 y 7 años, ellos me caen muy bien, a veces me dejan cuidándolos cuando el Sr. León sale con su esposa, una persona arrogante y muy molestosa.

Me dirijo a la sala.

—¿Sí Sr. León?— pregunto con amabilidad.

—Está noche saldré con mi esposa, quiero pedirte el favor de que te hagas cargo de Fernanda y Santiago— Dice con firmeza.

—Claro, con mucho gusto— Digo amablemente

—Puedes retirarte— Asiento con la cabeza y me retiro.

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Llegó la noche y veo a el Sr. León con su esposa (Sara) y sus dos pequeños hijos en los sofás viendo la tv.

—Te los encargo T/n, confío en tí y sé que los cuidarás muy bien, acuestalos temprano y nada de dulces por las noches— Dice y yo asiento con la cabeza con una sonrisa de boca cerrada.

—¡T/n!, ¡Ven siéntate con nosotros! — Dicen Santiago y Fernanda lo que me hace sonreír.

—Hasta luego hijos— El Sr. León les da un beso en la frente.—Hasta luego T/n— me dice.

—Hasta luego— Dije sonriendo, veo como se cierra la puerta y paso con los pequeños.

—Muy bien... ¿Quién quiere bailar?—

—¡Nosotros!— Dijeron ambos a la misma vez y comenzamos a bailar y saltar

—Ay T/n, no sé si es lo correcto que tengas mucha confianza con los hijos del patrón— Dice Emma, mi compañera de trabajo.

—Tranquila Emma, ellos me tienen mucha confianza también, no creo que les moleste, ¿Cierto chicos?—

—¡Si! nos encanta pasar tiempo con T/n ella es súper divertida— Dice Santiago

—T/n es como nuestra segunda mamá—Dice Fernanda y yo la miro con ternura, de verdad los aprecio.

Seguimos bailando por unos cuantos minutos más hasta que nos cansamos.

—Bien chicos, es hora de ducharse y a la cama—

—Esta bien T/n, me cansé mucho— Dice Santiago

—¡Me gustó bailar contigo T/n!— Dice Fernanda alegre y agitada

—¡A mí también me gustó bailar con ustedes!— Digo mientras subimos las escaleras.

Al llegar Fernanda y Santiago fueron a bañarse, yo los ayudé un poco pero les dí la mayor privacidad que podía darles, se cambiaron y los acosté en la cama

—Muy bien chicos, ahora sí a dormir para que yo también pueda darme un baño y dormir— Digo con una sonrisa, ellos asienten con la cabeza, dan un último bostezo y se duermen.

Apago la luz y bajo a mi zona de trabajo dirigiendome a mi cuarto, entro y me doy un baño, estaba muy sudada.. Me puse mi pijama, que por cierto estaba algo corta por el calor. A 10 minutos tocan la puerta de mi habitación y salgo.

—Hola T/n, ¿Los niños están durmiendo?— Preguntó el Sr. León mientras su esposa solo subía las escaleras

—Sí, se la pasaron bailando, eso los cansó, se daron un baño y se fueron a dormir—

—Está bien, gracias.— Dijo mirándome de arriba a abajo seductoramente

—Bueno, iré a dormir para poder levantarme temprano, buenas noches,  Sr. León— digo volviendo a mi habitación.

—Buenas noches T/n—

Jean

Llegamos a casa y veo todo apagado, tocó la puerta de T/n y ella sale con cara de adormilada.

—Hola T/n, ¿Los niños están durmiendo?— Pregunto y ella desvía la mirada hacia Sara

—Sí, se la pasaron bailando, eso los cansó, se darón un baño y se fueron a dormir—

—Está bien, gracias— digo y bajo mi mirada hacia su corta pijama que lleva puesta.

Aprecio sus grandes muslos y veo sus pies pintados de color rosado bebé con algunos brillitos, algo infantil.

Miro hacia arriba y me topo con sus pezones duros a través de la tela.

—Bueno, iré a dormir para poder levantarme temprano, buenas noches, Sr. León— dice

Veo como regresa a su habitación. Tiene un culo espectacular, aunque es la empleada a la que tengo algo de aprecio, eso no quita que sea sexy y muy bonita. Dejo mi mundo pervertido y me dirijo a mi cuarto.