Yes daddy +18 (Jean Carlo León)

Temporada 2 (Capítulo 19)

Jean

Odio esta etapa de la vida dónde solo es trabajar, tomar para desahogar, dormir y luego la misma rutina diariamente.

Necesito tomarme un descanso porque el divorciarme no tiene que convertirme en esto, tiene que ponerme mejor y ya opte por descansar los días que quiera y venir cuando quiera, simplemente avisaré y ya está, porque yo soy el jefe.

—Hola— Cierta persona que sonríe a cada rato como si la vida fueran unicornios y arcoíris entra a mí oficina.

—¿Te mandé a llamar?— le pregunto de mala gana

—No. Sabes que no tienes que llamarme, puedo venir sin molestia— cierra la puerta de mi oficina y camina hacia mi dirección.

Trae una falda que le queda 4 dedos arriba de la rodilla, una blusa blanca que se ve fácil de sacar y puedo ver sus pechos si se agacha a mi altura.

Se posa detrás de mí y me volteo a verla.

—No creo que sea así siempre. Decidí venir cuando se me plazca.— le digo

—No está mal— dice ella y comienza a desabotonarse su camisa.

—¿Qué...?— la pregunta queda en el aire cuando veo la parte de arriba de la lencería que lleva puesta.

Aún no la he follado, y creo que hoy será el momento.

Se pasa la falda por los pies y yo solo admiro su cuerpo.

Si, tiene cuervas, pero se nota que su abdomen es operado y se aumento glúteos.

Se da una vuelta para apreciar y ya puedo sentir la erección que tengo.

—No está mal que quieras tomarte un descanso— Me toma de la mano y me lleva al sofá

Me sienta y lo hace delicadamente.

se sube sobre mí y se comienza a balancear. Siento sus glúteos, su parte mojada, y quiero comenzar a follarla de una vez.

Quita mis pantalones y también me quita el bóxer dejando mi miembro al aire. Se sorprende y sonríe para sus adentros, se frota con mi polla y ya es una tortura.

Gruño.

Quito sus manos de mi pecho y agarro su cintura para comenzar a penetrarla y ella comienza a gemir exageradamente.

Le doy un cojín para que no grite tanto y se lo pone en la boca.

Salta y sus pechos se mueven con ella.

—Jean, sí, fóllame, es lo que anhelo desde que te conocí— me dice

la pongo en cuatro teniendo una mejor vista de su espléndido trasero y arraso con él.

Mis pensamientos no me ayudan y comienzo a follarla imaginando que es cierta persona que detesto.

—Dios, Jean, que bien follas...— gime ella y me saca de mis pensamientos

Siento como llega su orgasmo pero yo solo llego al climax...

Salgo de ella y guardo mi polla en mis pantalones, vuelvo a sentarme y arreglo mi camisa.

Ella se comienza a vestir incómoda y me mira

—¿No dirás nada?— me pregunta

—No tengo nada que decir.— me encojo de hombros y ella suspira

—¿Puedo dormir en tu casa? Mi empleada uso mal la lavadora y mi departamento está hecho un caos...— dice

—Ujum— cierro mi MacBook y arreglo los papeles de la mesa, agarro mis cosas y salgo de la oficina.