Park | l.s (Editando)

Capítulo once

La fría noche había caído y Harry se encontraba caminando en ella, miraba su camino pensando nada relevante.

Caminaba a mirando a su alrededor, viendo el pasto, que tenía pequeñas gotas a causa del rocío, veía los juegos para niños, miraba los postes de luz. Pasaba por el sendero que lo llevaba directo a la calle donde tendrá que cruzar, miró hacia un costado y vio el banco blanco en donde dormía el omega que rescató el día de ayer. Abajo de este, pudo divisar un bulto negro, paró su caminata y se acercó al banco de madera. Se agachó para poder agarrar lo que había debajo y pudo notar que era una mochila, su mente conecto las pocas neuronas que servían en ese momento y dedujo que era de aquel omega castaño. Fue ahí donde aquel sujeto entró en sus pensamientos, no le parecía correcto ir hacía el hotel, pero tenía que devolverle lo poco que tenía.

Así que ahí estaba el alfa, acelerando su paso para llegar a aquel lujoso hotel. Al llegar pudo sentir la calefacción chocar con su ser, su cuerpo lo agradeció. La recepcionista lo miró con una sonrisa que Harry no supo deducir, igualmente le resto importancia.

—Bienvenido. ¿En qué puedo servirle?–dijo la castaña con un tono dulce.

—Vengo a ver al omega que está en la habitación número 12. Soy Harry Styles–la chica rodó los ojos con desagrado. El alfa la miró confundido, pero no dijo nada.

—Ugh, sí, el omega muerto de hambre–dijo y tecleo algo en su computadora. Harry frunció el ceño, no puede creer que esa tipa lo haya llamado de tal modo.

—¿Cómo lo has llamado?–preguntó el rizado. La chica levantó la vista del aparato.

—¿Qué?–preguntó.

—¿Qué cómo lo has llamado?–volvió a preguntar con el ceño notoriamente fruncido.

—¿Al omega?–Harry asintió–Muerto de hambre. ¿Por qué?–preguntó confundida.

—Y dime–Harry miró el pequeño sticker que tenía pegado en la camisa–María, ¿con qué derecho lo llamas así?

—Pues, no lo sé. Lo llamó así y ya–dijo ella encogiéndose de hombros.

—¿Por qué?

—Es que, ¿lo has visto? Su ropa está toda rota y sucia, se ve horrible y desaliñado. Tiene un cachorro y está sin alfa ¡Por dios! ¿Como un omega va a estar sin alfa? Para colmo, hoy pidió un desayuno para dos como si no comiera hace días, no sé como alguien como usted, todo caballeroso y elegante, pudo fijarse en alguien como él–Si Harry antes estaba molesto con la chica, por lo que puede deducir, beta, ahora lo estaba el triple.

—Y dime, ¿crees que eso es motivo para llamarlo de tal modo o para tratarlo como si no fuera una persona como tú? Porque, que yo sepa, no eres más que él por tener un poco de maquillaje y ropa limpia.  ¿O me equivoco?–la castaña no respondió –Debo suponer que hablaste con él para saber si tiene alfa o no, pero por lo que veo ni siquiera lo conoces más que de vista. Y mira, a ti no te tendría que importar porqué me fije en él o no. Tampoco te tendría que importar cuanta comida pide porque no conoces su situación y tampoco sabes si comió ayer o no, y si lo hizo, no tendría nada de malo que haya pedido esa cantidad de comida. El que me haya fijado en eae omega capaz se debe a que no juzga antes de conocer, pero creo que no todas las personas son así. Voy a subir a su habitación. Adiós–fue lo último que le dijo dejando a la beta en shock.

El ruido del ascensor le comunicó que estaba en el piso deseado, salió y fue en busca de la habitación del castaño. Tocó la puerta despacio para no asustar a las dos personitas que se encontraban dentro, vio como el picaporte fue girado con delicadeza y también observó a los dos pequeños cuerpos que se dieron a conocer al frente de él.