Park | l.s (Editando)

Capítulo treinta y uno

-Lou-escucho a lo lejos, se removió e ignoró el llamado.-Lou...

-Cinco minutos más.

-Amor, creo que ya es hora, Jonathan te necesita.

Al escuchar aquello el omega saltó, quedándose sentado en un parpadeo.

-¿Qué? ¿Jonathan esta bien? ¿Le pasó algo?-dijo rápido, travandose con algunas palabras.

Harry sonrió y negó.

-No, John esta bien, esta jugando en la sala.

Louis pudo respirar en paz luego de escuchar aquello.

-Me asustaste.

-Lo siento. Te tenía que despertar de alguna forma.

-¿Que hora es?-preguntó tallandose los ojos.

Harry tardó en responder, quedó mirando al omega con ternura por aquel acto.

-Son...Son las doce y media.

-¡¿Qué?! Es muy tarde, dios nunca me levanto tan tarde disculpa, disculpa, disculpa. Te deje solo con Jonathan, dios, que irresponsable.

-Tranquilo, Lou, no hay problema. No me molesta estar con Jonathan, es divertido estar con él. Además estabas muy dormido y no te quería despertar-dijo el rizado con una sonrisa.

-Igualmente fui irresponsable, es mi hijo, no el tuyo-dijo levantándose de una vez por todas.

Se fue descalzo al baño y Harry lo perdió de vista una vez que cerró la puerta.

Auch, eso dolió, pensó en rizado.

Tenía razón, ese cachorro no era nada suyo, pero su alfa se empeñó en reclamarlo por alguna razón y no tenía derecho. Suspiró y fue hasta la sala para ver como estaba el pequeño y pedir algo de comer.

-¿Que haces pequeño?-preguntó Harry.

-Al-respondió el bebé.

El rizado lo miró confundido, analizando la sílaba que le dijo el cachorro.

-Dice que esta jugando-dijo Louis apareciendo allí.

-Oh. No le logro entender del todo aún, lo siento-dijo rascándose la nuca.

-Tranquilo, con el tiempo le entenderas.

Con el tiempo. Ese omega que quería que pase más tiempo con ellos y eso hacía que el alfa de Harry salte de felicidad.

-Si, espero que sea así. Mi madre me decía algo similar de mis hermanos, pero nunca los terminé de entender.
-Había olvidado que tenías hermanos-preguntó Louis.

-Si, tengo...dos

-Pensaba que eras hijo único por alguna razón. ¿Cuántos años tienen?

-Pues, tienen ocho años-dijo con la voz algo apagada, el omega no entendía la razón.

Harry no sabía si nombrar a Gemma, no sabía sí debía hablar de ella. De alguna forma le dolía, claro que lo hacía, aunque quisiera demostrar que podía hablar de ella sin llorar, sus ojos se aguaban cada vez que la pensaba. El tema Gemma seguía doliendo como el primer día.

-Bueno, en realidad tengo tres-dijo bajo, con la mirada en el suelo. El ambiente se sentía pesado, triste y el aroma de Harry lo hacía aún mas triste.

-Harry, ¿Estas...

-Áááá-llamó Jonathan. Louis desvió la mirada a su bebé.

-Hola, mi vida-dijo agachandose para poder alzarlo.