Capítulo cuarenta y dos

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Giró el picaporte, el sudor quedo impregnado en aquella vieja pieza de bronce, mierda, nunca estuvo tan nervioso en su vida. Se tomó su tiempo para abrir la puerta, miles de lágrimas guardaba en sus ojos y las retenía con la poca fuerza que le quedaba. La puerta se abrió y la vio.

Vio a su hermana, vio a la persona que lo contuvo tantas veces, a la que tantas veces le hizo la vida imposible. La vio, después de tantos años pudo volver a ella, a pesar de que tantas veces se resiganba y esperaba una llamada donde le dijeran "hemos encontrado el cuerpo".

—Hola, Harry.

La voz de Gemma se quebró y las lágrimas del alfa salieron de a montones, ya no podía fingir su fuerza, no podía. Sus piernas temblaban impidiéndole caminar, pero poco le importo, acorto la distancia en un fuerte abrazo.

Fue en ese entonces cuando pudo confirmar que era verdad, su hermana estaba viva y a un lado de ella había una pequeña cama en donde descansaba un pequeño de cabellera castaña.

...

Su pecho dolía, tenía tanta emoción y angustia a la vez, no comprendía el porqué.

¿Será qué es la consecuencia de preocuparse por Harry? No tiene la respuesta, pero la sensación es insoportable y Jonathan sintió su angustia a tal nivel que su llanto comenzo.

—Esta bien, amor, no pasa nada–decía mientras lo mesia en sus brazos–Harry está bien, debe estar trabajando. ¿Verdad?

Su sistema se alarmo. ¿Y si le había pasado algo mientras trabajaba? ¿Y si nadie entro a su oficina? ¿Y si se estaba muriendo y nadie se daba cuenta? ¿Y si lo necesitaba? Tenía que ir, algo en su pecho le decía algo extraño y él lo interpreto de la siguiente manera: Tenía que ir a aquella empresa, su alfa lo necesitaba.

...

—Nos casamos un año después de que me raptaran, quede embarazada dos años después.

—¿Cuánto tiene mi sobrino?–pregunto, haciendo referencia al pequeño en la cama.

—Zack tiene un año y un mes–dijo con una sonrisa–Te extrañe tanto, H.

Volvieron a fundirse en un profundo abrazo.

...

—Gracias, Ni, juro que te lo voy a pagar.

—No hace falta, Lou. Este pequeño es muy dulce, no es problema para mí.

—Me da culpa dejarlo.

—En su año y meses de vida nunca te has separado de él, hombre, tienes que tener un poco de vida. Sientes que Harry te necesita, ve por él, yo cuido a tu bebé.

—Si él nos deja me sentiré culpable de haber ido tras él.

Niall rodó los ojos, Louis a veces era tan inseguro que le dolía, pero lo entendía.

—Si te deja perdera él y lo sabes. No tengo hijos y no he estado en tu posición, pero ese alfa te demostro de todas las formas que te ama y que esta dispuesto a cruzar el fuego por ti. Con esto quiero decir que vale la pena ir tras él, vale la pena que dejes a tu hijo una hora por ese hombre, eres feliz con Harry, aunque te cueste admitirlo, mereces ir hacia tu felicidad.

—Quizás estoy exagerando y no le ha pasado nada, no tengo que ir, ¿verdad?

—Contigo no se puede, Tomlinson. Ya vete, quizás le agarró un paro cardíaco y tú aquí todavía.

—¡Niall!–exclamó y el rubio se río–No es gracioso. Te veo en un rato hermoso, portate bien–le dio un pequeño beso a su bebé y salió del apartamento por primera vez en meses.

Park | l.s (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora