La chica enamorada de la Luna

15 - El cara a cara

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El cara a cara

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- ¿Y usted? -le pregunté manteniendo un tono cortés, a pesar de que él no lo estaba siendo conmigo. Me quité el casco de la cabeza, lo agarré con mis manos y no pude evitar soplar por algunos mechones de mi pelo que se habían desatado de mi trenza.

-Puedo ir donde se me plazca- me respondió, noté la mirada orgullosa de Isabella sobre él. El desconcierto de su comportamiento me dejó con la boca entreabierta, seguidamente le dediqué una mirada de asco, y sin decir nada más redirigí a Hades al establo- ¿Por qué usas a mi yegua? -su pregunta hizo que parara en seco a Hades, pero después de un silencio volví a hacerla caminar.

-Contesta al futuro rey- el comentario de Isabella me hizo tensar la mandíbula. No fui capaz de girarme para decirle un par de palabras desagradables a ambos, simplemente les dediqué una falsa sonrisa ladeando mi cabeza.

- ¿Se acabó la diversión? -me preguntó Charlotte poniendo un puchero mientras volvimos a encaminarnos al establo. Había perdido de vista a James y William, probablemente se hubieran escondido detrás de algunos árboles para que Louis e Isabella no pudieran verlos.

Asentí con mi cabeza, incapaz de decir cualquier cosa. De camino al establo, James y William se unieron para dejar a Hades descansando. No quise comentar nada de lo ocurrido, a pesar de saber que habían escuchado y visto todo.

Hades bebía agua, James y William hablaban de que visitarán la universidad en cuestión de días y yo ayudaba a Charlotte a quitarse su casco y me tomé unos segundos para examinar los pantalones que le encontré en el vestuario del establo para que le fuera más cómodo montar y no estropeara uno de sus caros vestidos.

-Ahora vamos a darnos un baño- le dije a la infanta, ella bufó fastidiada mientras aceptaba mi mano. Me dirigí a los chicos, quienes hablaban entre risas. William se agachó hacia Charlotte con una sonrisa, provocando que ella se sonrojara soltando una risa tonta.

-Me ha encantado conocerte, señorita- le dió una caricia en la mejilla, noté su nerviosismo cuando se removió en el sitio provocándome una sonrisa- Nos vemos luego- dijo él cuando se elevó mientras me guiñaba un ojo haciéndome rodar los ojos con diversión.

Mi hermano se despidió de nosotras con la mano, seguidamente ellos salieron del establo guiando a sus caballos por las cabezadas. Volví a centrar toda mi atención en Charlotte, quien estaba mirando distraídamente a los caballos siendo cuidados por los jinetes.

Ambas no tardamos en llegar al baño, aproveché ese momento para cambiarme a un vestido que mamá se encargó que trajeran, preparamos la ropa de Charlotte, y por suerte no tuve demasiados problemas en convencerla para que se metiera en la bañera. Siempre me había gustado el entorno de un baño, con el vapor de agua y el olor a champú en el ambiente.

-Yo también noto a mi hermano diferente- comentó la infanta jugando con un patito que flotaba en el agua de la bañera. Estaba tan distraída mirando al suelo que no me percaté lo perdida que estaba hasta que la voz de Charlotte sonó- Sospecho que es por su prometida- me acomodé en el taburete en el que estaba sentada al lado de la bañera. Di un largo suspiro mientras notaba la preocupación en su cara al comentarme aquello.

¿Pensaba que yo podría hacer algo?

Me incorporé para alcanzar el jabón, usándolo como excusa para no tener que contestar al tema que ella había sacado. Se lo cedí para que fuera frotándose con él, se comenzó a formar espuma que empezaba a acumularse en la bañera.