La chica enamorada de la Luna

19 - ¿Este es nuestro final?

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¿Este es nuestro final?

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Volví a subir las escaleras para ir a mi habitación, allí estaba Louis paseándose por ella. Tenía una sonrisa tonta mientras revisaba los libros de mi estantería, y los comparaba con los prohibidos, los que estaban escondidos.

- ¿Anna Karenina? -se burló de mí mientras me mostraba el libro que tenía en sus manos. Rodé los ojos, dirigiéndome a su lado para volver a guardar los libros que no tenía permitido leer, antes de que alguien entrara en mi habitación y los descubriera- Júrame que has leído ese libro- soltó una ronca carcajada mientras yo recogía los libros y los guardaba debajo de mi cama.

Su actitud me dió a entender que estaba mucho mejor, aquello me animó un poco, porque significaba que podría ver a Charlotte sin que ella se aterroriza por la cara pálida de su hermano. De todas maneras, mi madre conseguiría distraerla por una media hora, permitiéndonos un tiempo para decidir qué hacer.

-Tuve una época oscura- confesé en un murmuro haciendo que la carcajada de Louis se prolongase. Detestaba ese tipo de libros, sabía que daba una visión diferente del amor de ahora, ya que se trataba de una novela de comedia romántica, pero no podía soportar leer a un hombre caprichoso, por no tener lo que quiere- ¿Quieres avisar a Isabella? -le pregunté sentándome de nuevo en la cama. Él al instante negó con su cabeza, bastante seguro de su decisión.

-No quiero preocuparla- dijo evitando el contacto visual conmigo, mantuvo su vista fija en la ventana de mi habitación, oscura por lo tarde que era. Acepté lo que dije comprensiva, Isabella ya tenía suficientes problemas, no había necesidad de que tuviera otro, y estaba segura de que Louis era consciente de ello- Esto es lo que haremos...

¿Por qué acudiste a mí, en vez de a ella?

...

-Mira a Hades- le comenté a Charlotte mientras entrábamos en el establo y alcanzamos ver la melena negra del caballo de Louis.

Debía distraerla el mayor tiempo posible, hasta que el médico terminase de examinar al rey, y el ambiente del palacio volviera a la normalidad. Por lo que había escuchado por los pasillos, estaba bastante enfermo, como me había comentado Louis, ahogándose en la cama.

Supe que lo mejor sería desaparecer de su casa por un tiempo, el jardín estaba frío y silencioso, pero no era asustadizo, porque había suficiente iluminación. Desconectar del ambiente usual siempre me ha ayudado a reflexionar y desahogarme, y no sabía si hacía lo correcto con Charlotte, yo simplemente pensé que haría en su lugar.

- ¿Puedo subirme a su lomo? -me preguntó mientras ella me guiaba a la cámara de Hades. En otras circunstancias me hubiera negado al saber que ella debería de estar cansada, y no querría cargar a ninguna niña, pero aparte de que no podía quitarle la ilusión a Charlotte, Hades se veía dispuesta a que alguien se subiera sobre ella, sabía que algo no iba bien.

-Sólo si la tratas con delicadeza- puse una condición para que ella pudiera complir con su objetivo. Charlotte asintió entusiasmada, sorprendida de que aceptase su propuesta. De un salto, la infanta ya estaba subida al lomo de Hades, y la estaba acariciando con delicadeza y sumo cuidado, tal como le dije- Todo está bien, cariño- tranquilicé a la yegua dejando un beso en su cara, dejando mi mano descansando en su nuca.

Llevábamos aproximadamente una hora aquí, Hades y Charlotte escuchaban como leía en voz alta Romeo y Julieta. Seguía sin escuchar ninguna noticia del rey, estaba comenzando a preocuparme, pero lo disimulaba lo bastante bien, o al menos eso creía.