19. SOMOS NIÑOS

82 4 0
                                    

Galia entró en la sala con unos dulces en sus manos e interrumpió la reflexión de la chica enjaulada.

: Hola bruja- dijo sentándose a su lado separado por los barrotes- parece que nos volvemos a encontrar ¿Será el destino? 

: No sería así si no estuviera aquí encerrada- contesto con molestia- 

: Vamos no me mires así, no es mi culpa que juegues con la magia negra- dijo con una sonrisa inocente- solo quiero hablar además te traigo un regalo.

El príncipe le acerco un dulce a Ella, era redondo , esponjoso y en su cima había una frutilla rojiza, por dentro estaba relleno de una crema que olía a flores.

La chica no estaba muy receptiva pero el hambre la empujó a comer, el bollo estaba delicioso se notaba que estaba hecho con esmero y  más después de varias horas sin comer.

: ¿ Y los guardias lo aprueban ? - lo miró fijamente- ¿ Aprueban que estés hablando con alguien que posee magia negra, con una bruja? 

: Claro que no- se río como un niño- pero resulta que soy bueno escapándome.

: ¿ No podrías ayudarme a escapar a mí? - le pregunto la joven en un intento desesperado.

: Sabes que no puedo hacer eso, estas en busca y captura por orden del rey, en fin asuntos aburridos- suspiro- asume el castigo y luego podrás ser libre.

: ¿ Y si no hay un después? - susurro la joven- ¿ Y si mi castigo es... la muerte?

: No pienses así, no es para tanto- le respondió con firmeza-  seguro que el rey te perdonará la vida al fin y al cabo no eres tan terrible como cuentan los rumores.

La chica no pensaba lo mismo al respecto, si todo lo que Hollow le había contado era cierto, si el hombre de la corona se había molestado tanto en buscarla no la  iba a perdonar tan fácilmente, no se iba a apiadarse de ella.

Galia no parecía alguien malo, más bien era como un crío que vivía entre sueños, ajeno a la realidad cruel de su padre y al destino de la chica .

: Oye ¿Puedes hacer magia? ¿ Y cómo llegaste aquí? ¿ De verdad eres una bruja?- pregunto el joven con impaciencia-

: Mi nombre es Ella - contesto tranquila- y es todo lo que sé.

Algo dentro de aquel príncipe la tranquilizaba, ver la actitud que tomaba, sus ojos azules como zafiros, su rostro posado en su mano, su espíritu de niño... hacía que Ella se alejara de los pensamientos atroces sobre su futuro.

: Encantado Ella - sonrió-  Entonces...¿ Puedes hacer un hechizo o algo así?

:No, yo no soy como los rumores dicen, no domino el arte de la magia.

: Pues vaya bruja más triste- se burlo- aunque aún así me agradas, eres... ¿ Cómo decirlo? eres...especial, nunca había conocido a nadie como tú.

: Si tan agradable te parezco sácame de aquí - contesto con tristeza-

: No empieces otra vez ,no puedo hacer eso.

Ambos se hundieron en un silencio sin embargo no era amargo, estaban echados mirando hacía arriba como si pudieran ver un infinito cielo lleno de estrellas, pero solo era un techo con el que era fácil soñar.

Ella temía la visita del rey que cada vez se acercaba más pero decidió sumergirse en un mundo de ilusiones donde no existía la muerte, donde estaba con su familia y nada malo podía pasar.

Cerró los ojos y descanso.

: Oye bruja ¿ Estas dormida?- preguntó Galia desilusionado- no importa, nos vemos luego.

La chica no estaba durmiendo  pero no quiso contestar estaba perdida en sus propios pensamientos, el príncipe cerró la puerta delicadamente y desapareció sin dejar rastro.


☀☀EL REINO DEL SOL☀☀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora