One Piece || One-shots & Drabbles Ver. ASL ||

27

Un pequeño estudio de personaje.

Libertad.

Eso era lo que Luffy deseaba, no dinero, tampoco poder, solo la anhelada libertad que todo el mundo parecía olvidar la momento de las complicaciones de la vida.

Para él, ser el rey pirata era la mayor muestra de libertad y diversión en el mundo, las aventuras y los compañeros que lo acompañaban era la verdadera razón por la que embarcarse en ese viaje y puede que otra promesa lo guiara.

Pero había algo de lo que nunca hablo al respecto con otros, la sensación de tener su apreciada libertad era su motor de vida.

Tan solo el sentir del aire recorriendo cada parte de su cuerpo y la suave brisa del mar que lo debilitaba, pero que al mismo tiempo le calmaba, era suficiente para que supiera que todo valía la pena.

Las tristezas, durezas, dificultades y las heridas, ninguna de ellas pedidas, pero que se veían en la necesidad de ser un intercambio para una felicidad mayor.

Quería sentirse vivo, ser libre, poder hacer lo que quisiera sin importar las consecuencias de ello, explorar, bromear, reir y ser feliz sin que ninguna ansiedad lo guiará por su caminó.

Formar su propia linea en el mapa, una linea que solo el pudiera lograr hacer y construir.

El dinero, la fama o el poder no construían lo que el quería, lo facilitaba  en cierta medida, pero no lo terminaba en lo absoluto.

No importa cuanto dinero tengas al momento de morir, no importa cuanta fama acumules si al final eres desdichado o el poder que aguardes si te lo arrebatan de la nada.

¿El rey pirata tenía todo eso? Por supuesto que lo tenía, pero eso no lo hizo en especial en lo absoluto, el resto de los piratas también lo tenían, era algo común.

¿Entonces que lo hacía diferente?

Luffy no lo sabía, pero presentía que se debía a su incapacidad de ser silenciado y domado tal como un animal salvaje.

Pero Luffy no era Roger, ni tampoco quería o deseaba serlo, el quería ser él y diseñar su propio destino, no quería que compararan a sus camaradas con los nombres de una vieja era que nunca alcanzó a conocer.

Claro, se sentía honrado, pero quería dejar en claro algo.

El era Monkey D. Luffy, el hombre que se convertiría en el rey de los pirata y en la persona más libre del mundo.

No quería seguir el guión de nadie, ni de un gobierno de antaño enfurecido, ni de las palabras de extraños piratas con la fascinación de indagar en él.

Entonces si no podrían diferenciar entre ellos y su compañeros de una, entonces Luffy se los demostraría.