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Ace y Sabo se vuelven a encontrar en el vasto oceano.

Técnicamente, Sabo no debería estar ahí.

Debería estar en la base en Baltigo junto con sus colegas y su jefe revolucionario planeando algún plan de ataque y charlando alegremente. Pero no, no estaba en Baltigo bebiendo su cafe favorito y tampoco estaba con sus compañeros bromeando acerca de una próxima misión.

Sabo estaba en el Moby dick, aquel gigantesco barco en el que habitaba uno de los cuatro emperadores y al cual justamente se le consideraba como el hombre más fuerte del mundo.

Esto era demasiado para él, incluso para su propio estandar de locuras que tanto Koala solía reclamarle.

Pero a pesar del miedo común hacía el viejo emperador, eso no era lo que más temía en ese momentos.

Sabo era un idiota, un idiota que olvido a sus dos preciados hermanos como consecuencia de un ataque por parte de un dragon celestial y no importaba lo que dijieran Hack y Koala, incluso si no fue su intención hacerlo, todavía yacía una culpa que le carcomia y quemaba en su interior.

Ace y Luffy eran sus preciados hermanos y probablemente las personas más idiotas e impulsivas, después de él, que Sabo haya conocido.

No hace falta explicación, uno declaro la guerra al mundo y otro desafío e intento matar constantemente al emperador del cual ahora estaba debajo su manto.

Sabo no sabía si estar preocupado por las acciones de sus hermanos o aliviado de que todavía se encontraban en una sola pieza después de todo.

Ahora se estaba caminando entre los pasillos del Moby tratando de escabullirse en el barco y no alertar a nadie que lo pudiera ver, mientras que una sensación de nerviosismo y ansiedad se arremolinaba en el centro de su estómago.

No es que nunca se haya infiltrado en algún lugar, de hecho, lo hacía con más frecuencia de lo que le gustaría decir, pero ahora era distinto.

Su hermano estaba aquí y sabía que no iba a salir ileso de esto.

Tenía miedo.

Miedo de que no le permitiera volver a ser su hermano y prefiriera que siguiera muerto.

Miedo a que estuviera tan enojado con él aue ni siquiera lo velteara a ver.

Sabo estaba aterrorizado hasta los huesos.

Incluso si dentro de su cabeza se repetía que Ace no lo haría y que lo máximo que pasaría sería un puñetazo en su cara, su corazón todavía latía fervientemente con ansiedad y la preocupación le carcomia la mente.

Estaba buscando a un hermano perdido que puede que ya lo haya olvidado y Sabo no podría estar más nervioso.

Asomo levemente la vista desde la esquina en donde se había escondido y trato de buscar a alguien con muchas pecas y un sombrero naranja.

Sabo estaba considerando que tal vez hubiera sido mejor si se revelara ante todos desde un inicio y de ahí buscar a su hermano, pero dudaba que lo acepteran tan fácilmente sin creer que tenía alguna intención maliciosa.

No es que quiera hacer una escena de todas formas.

Sin embargo, el barco tenía cientos de personas abordó y a pesar de saber que su hermano es un alborotador, incluso Ace tenía sus limites como punto de atención.

Asi que con un suspiro y una decepción apenas camuflada, salió de su escondite y se dirigió hacía la cubierta principal, sin embargo, solo basto que avanzara qlgunos pasos, cuando una puerta se abrió justo en frente de Sabo y salió la única persona a la que tanto había estado esperando y temiendo al mismo tiempo.

Al principió Ace no se dio cuenta, pero conforme observaba a su alrederor, ubicó a su, ya muy conocido, sombrero característico.

Sabo pudo observar como el pelinegro palidecia al instante y se frotaba los ojos rigurosamente.

Internamente sintió que se le apretaba el corazón al pensar que probablemente el contrarío creía que era algun tipo de alucinación, así que para evitar la confusión, extendió un brazo y dijo:

"Hey..."

El silencio volvió a reinar entre ambos y levemente sintió las ganas de vomitar al ver los ojos abiertos y consternados que lo observaban como si hubieran visto un fantasma.

Ace estaba respirando más rápido de lo normal, su boca estaba levemente abierta y había comemzado a sudar.

Una preocupación inundó su corazón  temiendo que el pelinegro se desmayara.

Ace tragó lentamente como si hablar le costará mucho trabajo, para después tratar de detener el temblor que se había generado sin darse cuenta.

"¿S-Sabo?" Tartamudeo con duda. "¿Eres...?" Preguntó  a medias mientras que un par de lagrimas se asomaban por sus ojos.

"Hey, soy yo, Sabo." Sabo exhalo con dificultad y sintió como si en cualquier momento su pecho fuera explotar. "Ha pasado mucho tiempo ¿No lo crees?"

De repente el de pecas extendió sus brazos y por un momento creyó que le iba a golpear, pero no fue cuando sintió los brazos del contrario que se dio cuenta que Ace lo estaba abrazando.

Sabo agradeció que el pasillo siguiera vacío, estaba seguro que Ace no le gustaría que lo escucharan llorar justo como lo estaba haciendo ahora, aunque pata ser justos, no era el único que lo hacía.

"Idiota." Susurró Ace mientras  estrechaba sus brazos fuertemente alrederor de él.

"Lo siento tanto, te juro que te lo puedo explicar." Sollozo mientras correspondia el abrazo.

"Voy a patear tu trasero después de esto ¿Lo sabes, verdad?" Sabo río temblorosamente.

"Por supuesto."

"Bien, porque tendras la peor paliza que cualquier otro idiota nostálgico te haya dado."

"No serías Ace si no lo hicieras." Dijo Sabo provocando que Ace se riera entre y finalmente separandose de él.

Sabo se froto las lágrimas que todavía se deslizaban por su rostro y sonrió por primera vez en todo su viaje mientras veía a Ace hacer lo mismo.

Cualquier sentimiento de ansiedad que tenía antes se había deslizado rápidamente y ahora sentía que su corazón florecía cálidamente.

Porque Ace todavía lo veía y le sonreía de la misma manera que hace 10 años que le hizo saber que a pesar de tanto tiempo, todavían era hermanos.

Entonces Sabo supo que no importaba lo que pasara ahora en adelante, todo estaría bien.

One Piece || One-shots & Drabbles Ver. ASL ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora