One Piece || One-shots & Drabbles Ver. ASL ||

6

Sabo trato de enseñarle a leer a Luffy. No salió muy bien.

Había tratado de enseñarle a Luffy durante varias horas el abecedario, no fue fácil pero finalmente valio la pena cuando el pequeño Monkey pudo pronunciar las letras en el orden común.

Lo siguiente que seguía era enseñarle a leer y escribir, Ace ya sabia hacerlo a pesar de haberse criado con los bandidos, por lo que le quito un peso de encima a Sabo.

Por otra parte temía por el más pequeño de los dos.

—Tal vez podrias enseñarle con dibujos—Aconsejó Ace.

Sabo lo intento.

Fallo en el proceso.

El pequeño pelinegro de goma se distraía con cada dibujo que hacía y terminaba desviando cada punto de la conversación hacía algo sin sentido.

—¿Y si lo chantajeas?—Dijo Ace nuevamente.

Sabo tomo su consejo.

Sabo volvió a fallar.

Trato de hacer que Luffy leyera una pequeña oración y como recompensa le daría un pedazo de carne.

Al inicio resulto efectivo, pero solo basto un segundo que se distrajera para que el pequeño de goma arrebatara la carne de sus manos y se la comiera en menos de un segundo.

—¿Y si lo amarras?

Sabo lo hizo.

Amarró a Luffy a un arbol con la esperanza de que por fin le prestara atención, ya saben lo que dicen, tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

Volvió a fallar. Luffy se quedo dormido al segundo de ser amarrado.

Sabo se estaba rindiendo y Ace lo miraba con lástima.

—¿Y si lo desafías?

Sabo recuperó la esperanza ante las palabras de su hermano y con una idea en mente fue hacía su hermano menor.

—¡Hey Luffy! Te apuesto que no puedes leer esto.— Dijo burlonamente mientras trataba de poner la mejor expresión de suficiencia que tenía y señalaba una oración del libro que tenía.

Luffy lo miro con ojos abiertos y después de parpadear varias veces en blanco, puso una expresión de determinación en su rostro.

—¡Lo haré! ¡Yo puedo hacerlo, soy fuerte así que lo hare!— Dijo el niño de goma mientras sonreía con fuerza y levantaba sus puños.

Sabo sonrió por primera vez en días, pero no duro mucho hasta que Luffy agarró el libro y en un intento de acercarse y ver las palabras, se golpeó así mismo con éste último.

La sonrisa de Sabo se deslizó nuevamente.

Sea quien sea que acompañe a su hermano en el futuro, Sabo le desea mucha mucha suerte y promete orar por ellos.

(En el futuro junto a los revolucionarios recordaría esto como su única misión fallida.)