𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓

𝙏𝙧𝙚𝙘𝙚

La risa de Ded retumbó en mis oídos haciendo que me despertara y me diera cuenta que me había dormido con la cabeza sobre el pecho de Roberto

—¡Se quejan de mí y los que estaban haciendo desfiguros eran ellos!.— se quejó Juan y yo me levanté rápidamente, Roberto seguía dormido

—Aquí no pasó nada.— aclaré y pude ver a Barca observandome sin decir nada.

—¿No? Amiga te vimos abrazada de Roberto.— habló Ari —¿Tenían frío en la noche?.— preguntó burlona

Salí de aquella tienda de campaña dejando solo a Roberto ahí, parecía muerto.

—No, lo que paso es que...— pensé lo que iba a decir, ¿sonaría creíble si decía que escuché ladridos y me asusté?

—No se te ocurre nada ¿no?.— preguntó Barca y lo miré —Creo que si pudieras elegir de quién enamorarte elegirías a alguien más.— dijo y caminó hasta la puerta de la casa

—Que incómodo.— habló Ded y yo bajé la mirada

—Barca perdió.— se burló Ari y Juan negó con la cabeza —¿Hay algo aquí que yo no entienda?.—

—A Barca le gusta _____ desde que la conoce y creo que no fué lindo verla así con Roberto.— susurró Juan pero yo lo escuché perfectamente

Me sentía mal, sentía la necesidad de ir y explicarle todo, no quería que él pensara que había algo entre Roberto y yo.
Corrí dentro de la casa y subí las escaleras hasta que estuve frente a la puerta de su habitación, empecé a golpearla un poco

—¿Qué necesitas?.— preguntó saliendo y viéndome inexpresivamente

—Necesito que hablemos.— respondí tomándolo del brazo pero él hizo que lo soltara

—No quiero hablar en este momento.— exclamó dispuesto a cerrar la puerta en mi cara pero lo impedí metiendo mi mano

Me había lastimado la mano con la puerta, empecé a quejarme mientras dejaba caer algunas lágrimas, Barca me miró preocupado y tomó rápidamente mi mano lastimada para revisarla

—No quiero ser grosero pero estás tomando las decisiones más estúpidas.— dijo mientras acariciaba mi mano y yo seguía llorando —No llores, todo estará bien.—

—Me duele mucho.— me quejé y él besó mi mano mientras la seguía acariciando —¿Por qué dices que mis decisiones son estúpidas?.— cuestioné dejando de llorar

—Meter la mano no fué lo más inteligente, pudiste meter el pie y no te hubieras lastimado gracias a tus zapatos.— habló soltando mi mano —Y otra decisión no muy inteligente fué elegir a Roberto.—

—No lo elegí, no hay nada que elegir con él, solo es mi amigo.— aclaré

—¿Los amigos duermen abrazados?.— preguntó cruzándose de brazos

—Ayer tenía mucho miedo después de las historias de terror, no podía dormir y lo abracé, no hubo más intención.— expliqué

—Sabes que Roberto no te quiere ¿verdad?.— preguntó ignorando totalmente lo que había dicho e hice una mueca —Aun no sé porque de repente tuvo tanto interés en tí, quizás fué para molestarme o quizás porque le recuerdas a su ex, pero no te quiere a ti.—

—¿Qué esperas al decirme todo esto?.— cuestioné

—Espero que te des cuenta que te está ocupando, él no te quiere como lo hago yo.— respondió

Rodé mis ojos y caminé dándole la espalda, quería alejarme de él antes de que siguiera con su monólogo de celos.

Fuí a mi habitación para por fin quitarme el disfraz, dormir con eso puesto había sido realmente incómodo, después de cambiarme empecé a buscar a bodoque, si Roberto lo había dejado en mi cama debía estar en mi habitación.

Busqué debajo de mi cama, detrás de los muebles, debajo de las mesa que tenía, dentro del armario y bajo mis cobijas pero no lo encontraba, quizás no me lo había dado y solo me estaba engañando

—Toc toc.— dijo Ari entrando a mi habitación —Vine a despedirme, ya me voy.— aviso y yo caminé a dónde estaba ella

—Fué muy lindo verte.— sonreí mientras la abrazaba

—Lo mismo digo, pronto vendré a verte para hablar un rato, sé que apenas nos conocemos pero ahora que estoy intentando algo con Juan quiero que seamos como hermanas.— dijo con una sonrisa y asentí —Tienes que contarme sobre el triángulo amoroso que tienes.—

—No es un triángulo amoroso.— reí apenada

—Amiga, es obvio que ambos gustan de ti, aprovéchalo.— dijo riendo —Me voy.—

La ví salir de mi habitación mientras me quedaba pensando, Roberto no gustaba de mí, eso era más que obvio.

Me senté en la cama tratando de analizar todo lo que había pasado, Roberto no quería que yo le diera una oportunidad a Barca y no había razones lógicas, solo que básicamente "escondía cosas" y Barca no quería que yo me acercara más a Roberto porque supuestamente "me estaba utilizando"

Suspiré tratando de quitar todas las ideas absurdas de mi cabeza, debía salir de mi habitación para hacer el desayuno aunque ya era tarde para eso. Bajé las escaleras encontrandome a Ded sentado en el sofá

—Juan fué a dejar a Ari y pasará a comprar algo para comer.— avisó cuando me vió

—Está bien, yo había bajado para hacer algo de comer.— sonreí

—¿Quieres salir a caminar?.— preguntó mientras se levantaba —Necesito hablar contigo.—

—Vamos.— dije y ambos salimos de la casa

Empezábamos a caminar entre los árboles pero él aún no decía nada, esto me estaba poniendo nerviosa

—¿De que necesitabas hablar?.— pregunté

—¿Recuerdas cuando me aconsejaste hablar con Neph?.— preguntó y asentí —Ese día fuí muy feliz y te dije que te ayudaría cuando alguien te gustará.—

—Recuerdo todo eso.— reí

—No podré ayudarte si la persona que te gusta es Roberto.— dijo y mi sonrisa desapareció

—¿Tú también piensas que me gusta Roberto?.— pregunté

—No, yo pienso que estás confundida.— respondió cuando nos detuvimos lo suficientemente lejos de la casa —Hoy noté que te gusta Barca, corriste detrás de él solo para darle explicaciones y así él no pensara algo incorrecto, te importa lo que él piense sobre tí.—

—No estoy segura de que me guste o no.— suspiré y él me miró

—¿Por qué no le das una oportunidad?.— preguntó y lo miré —Barca está detrás de ti desde hace unos meses, ¿al menos no piensas que es lindo?.—

—Si pienso que es lindo, realmente me gusta como me trata.— dije mientras me quedaba pensativa —Me conoce bien, me gusta la manera tan sutil de sus detalles, me gusta también su sonrisa y sus ojos, me gusta cuando intenta cuidarme y me gusta que sea espontáneo.— confesé mientras una sonrisa boba salía de mi cara

Ded me miró asombrado y yo analicé lo que acababa de decir, no lo podía creer, realmente me gustaba Barca.