𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓

𝘾𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙨𝙞𝙚𝙩𝙚

Desperté más temprano de lo normal, hoy es 29 de Julio, cumpleaños de Roberto, me arreglé y corrí directamente a su habitación, abrí la puerta y me sorprendió no verlo ahí.

Pensé un poco y una idea cruzó mi cabeza, corrí hacia las escaleras del tejado, lo ví ahí sentado con la mirada perdida en la nada

—Feliz cumpleaños.— susurré acercándome a él y sentandome a su lado

—¿Por qué despertaste tan temprano?.— preguntó con la voz quebrada, algo no andaba bien

—Quería sorprenderte.— respondí preocupada —¿Estás bien?.—

Él solo suspiró y ahora su mirada se encontraba sobre mí

—Es mi primer cumpleaños sin ella, es un día extraño.— respondió —No quiero que pienses que sigo aferrado al pasado, solo siento que hoy no puedo soltarla.—

Las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos, pocas veces lo había visto así ¿qué debía hacer?

—Roberto...— murmuré pensando que decir

—Dame algunos minutos y te prometo que estaré bien.— me interrumpió limpiando sus lágrimas pero era inútil, salían aún más

Quizás yo había estado mal en pedirle que soltara su pasado tan de repente, las personas no se debían soltar, solo debemos aprender a vivir sin ellos aquí

—Está bien, suelta todo.— dije mientras acariciaba su cabeza

El silencio se hizo presente, solo escuchaba su llanto y eso empezaba a matarme

—Tranquilo.— traté de consolarlo

—No quiero que me veas así.— dijo ahogando su llanto —Vete, bajaré en algunos minutos.—

Miré como cubría su cara con sus brazos y suspiré, sabía que debía irme y darle su espacio pero simplemente no quería hacer eso

—No me iré.— hablé —No te dejaré solo.—

—Deja de ser tan terca por favor.— pidió y pude escuchar como había dejado de llorar poco a poco

—Está bien llorar, no debes oprimir tus sentimientos y tampoco debes estar solo.— dije

—Tú no entiendes todo lo que siento en este momento.— exclamó y volvió a verme —Durante años despertaba y lo primero que veía era un mensaje de ella, estábamos juntos todo el día y sentía que no había nada mejor que su compañía, ahora ella se fué ¿Qué más me queda?.—

—Tienes a los chicos.— recordé —Y me tienes a mí.—

—Estoy siendo muy emocional.— dijo —Perdón.—

—Nadie debería pedir perdón por expresar sus sentimientos.— dije haciendo una mueca

El ambiente quedó en un pesado silencio y pude sentir como tomó mi mano

—¿Puedes hacer algo conmigo?.— preguntó y lo miré confundida

—Es tu cumpleaños, haría cualquier cosa.— respondí y me miró burlón aunque seguía con lágrimas en sus mejillas —Bueno, casi cualquier cosa.— corregí

—¿Sabes hacer un pastel?.— preguntó

—No pero podemos buscar algún tutorial.— respondí sonriendo

—Hagamos mi pastel de cumpleaños.— pidió

—¿Qué ganaré a cambio?.— pregunté y escuché como rió un poco, eso era una melodía para mis oídos

—Tendrás una confesión, ¿qué te parece?.— propuso

—No estoy totalmente convencida pero acepto.— dije sonriendo

Ambos nos levantamos y bajamos del tejado, aún era temprano así que los demás seguirían durmiendo, bajamos a la cocina y por suerte teníamos todo lo necesario

—Espero que esa confesión valga la pena.— murmuré mientras buscaba la batidora

—Quizas no valga tanto la pena.— se burló

Empezamos a preparar la mezcla mientras escuchábamos algunas canciones desde su celular.
Pasaron algunos minutos y ya habíamos metido el pastel al horno esperando a que quedara comestible

—Pienso que esto será un éxito.— dijo mientras ambos caminábamos hacia la sala y nos sentabamos en el sofá

—Espero que sí, realmente si quiero probarlo y no morir en el intento.— reí

—Todavía nos falta decorarlo.— recordó —Esa es la mejor parte.—

—No sabía que tenías fanatismo por la decoración de pasteles.— dije y él negó mientras reía

—No es un fanatismo, solo pienso que es divertido.— exclamó

Ambos nos quedamos un rato en silencio y Roberto prendió la televisión en busca de una película, se detuvo cuando apareció "Teen Beach Movie", justamente estaba en la parte donde cantaban en una cafetería, la canción con más ritmo

—¿Duelo de baile?.— me retó mientras se levantaba y yo reí

—¿Por qué aceptaría eso?.— pregunté

—Porque me quieres mucho y porque es mi cumpleaños.— dijo y sonreí —Ademas siempre he querido bailar esto con alguien.—

Me levanté también y lo miré, ambos teníamos una gran sonrisa

—Te ganaré en esto, nadie es mejor bailando coreografias de disney.— dije sabiendo que haría el ridículo

—Eso ya lo veremos.— habló

Empezamos a bailar tratando de imitar los movimientos que veíamos en la pantalla, me subí al sofá para bailar sobre el, Roberto solo reía al verme pero no dejaba de bailar, se sentía bien hacer el ridículo juntos

La canción seguía y yo pisé mal una parte del sofá, resbalé pero antes de caer Roberto me atrapó, no era una gran distancia pero realmente era encantador

—Aun no llegamos a la parte de la película donde la protagonista cae en los brazos del protagonista.— dijo sin soltarme y yo reí

—Eres un tonto.— sonreí —Bajame, debo ir a revisar cómo va el pastel.—

Roberto me bajó pero tomó mi mano impidiendo que me fuera, yo lo miré extrañada

—Te debo una confesión.— recordó

—Pensé que me lo dirías cuando el pastel estuviera terminado.— dije y él negó con la cabeza

Se acercó a mi oído y cuando estuvo lo suficientemente cerca susurró algo que escuché perfectamente y que me hizo sonreír aún más

—Ya no te debo nada.— dijo alejándose —Yo iré a revisar el pastel, no te preocupes.—

Ví como se alejaba hacia la cocina y entraba, yo solo me quedé paralizada pensando en sus palabras

"Desde que llegaste volví a vivir mi vida sin odiarme"

No sabía porque pero me sentía realmente feliz por eso