𝘾𝙞𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙘𝙪𝙖𝙩𝙧𝙤

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Algunas horas pasaron y yo ya tenía todas las fotos en mi poder, eran 6 y cada una era distinta, mi idea era que cada uno de nosotros conservara una.
Salí de mi habitación en busca de mi primera víctima,  Roberto Guadarrama. Entré a su habitación y lo ví tirado en su cama y viendo vídeos desde su celular

—No quiero verte.— dijo al verme —Pensé que había sido claro.—

—Ya estamos grandes como para hacer estás tonterías de no hablarnos.— dije cerrando la puerta y caminando hasta su cama

—No quiero que seas buena conmigo y yo no quiero ser bueno contigo.— suspiró mientras se sentaba para dejarme espacio —Así nos dolerá menos cuando te vayas.—

—Volveré, no me iré por siempre.— dije sentandome a su lado —Ademas me iré triste si quedamos en malos terminos, lo único que no quiero es pasar estos días peleando contigo.—

Él solo hizo una mueca y vió mis manos, traía una de las fotos que nos habíamos tomado ayer

—Quiero que tú conserves esta.— dije dandosela y miré como veía con atención cada detalle de la foto

—No quiero que te vayas, siento que eres mi escape cuando me siento triste y sin tí seré un desastre.— confesó dejando la foto a un lado

—No puedo creer que digas eso, hace unas horas parecía que me odiabas.— bromeé pero él no rió

—Estoy hablando enserio.— dijo —¿No hay algo que pueda hacer para que te quedes?.—

Sus ojos pasaron de reflejar molestia a reflejar súplica, yo solo suspiré

—Debo irme, conocer más a mí mamá, convivir con mi hermano.— hablé y él solo bajo la mirada —Quiero saber cómo habría sido mi vida si no me hubieran alejado de ellos.—

—"Convivir con mi hermano", lo dices como si no hubieras pasado suficientemente tiempo con Cry.— dijo y reí un poco

—No quiero irme pero como me iré no quiero sentirme culpable por hacerlo.— exclamé —¿No puedes simplemente apoyarme y desearme suerte?.—

Ninguno dijo nada durante unos segundos, él mantenía en su rostro una mueca y una mirada de enojo, yo simplemente me estaba quedando sin argumentos

—¿Cuando te vas?.— preguntó sin siquiera mirarme

—Despues de mi cumpleaños.— respondí

—¿Por qué tan pronto?.— preguntó y me abrazó, yo simplemente me quedé paralizada, Roberto casi nunca me abrazaba, esto se sentía tan raro pero lindo

—No es una decisión que yo haya tomado.— respondí —Mamá lo quiso así.—

—¿Cuánto tiempo te irás?.— preguntó ahora

—No lo sé, yo espero que solo algunas semanas, máximo un mes.— respondí aunque no sabía la respuesta con exactitud —¿Estamos bien?.—

Él me miró dudoso y suspiró resignado, se separó del abrazo y asintió con la cabeza

—Estamos bien, disfrutemos estos días.— dijo y sonreí

—Pensé que sería más difícil convencerte de dejar tu mala vibra.— reí

—Sal de mi habitación antes de que me arrepienta.— bromeó con una sonrisa y yo me levanté de la cama

—Me iré porque tengo otras cosas más importantes que hacer, no porque tú me lo hayas ordenado.— aclaré y escuché como él rió —Nos vemos después Guadarrama.—

Salí de su habitación y volví a mi habitación para tomar otra de las fotos e ir por mi siguiente objetivo, Juan Guarnizo.
Entré ahora a su habitación y pude verlo observar con detalle una maleta

—¿Qué haces?.— pregunté haciendo que se sonresaltara

—Estuve pensando que no sería buena onda de mi parte enojarme porque te vas, debes ir y conocer más sobre tu pasado.— dijo —Así que mi mejor solución es tratar de meterme a una maleta para que me lleves contigo.—

Empecé a reír y me acerqué a él, realmente está a atento a aquella maleta

—Intenté meterme pero no funciona, creo que tendré que pagar un boleto de avión como los demás pasajeros.— se quejó

—No puedes ir conmigo, tu hogar es aquí.— dije y él me miró

—Tambien es tu hogar así que tampoco te puedes ir.— exclamó

—Es diferente, te prometo que haremos videollamadas en todo momento.— dije mientras le daba la foto

—¿Piensas que me vas a convencer solo con una foto y promesas?.— preguntó mirando la foto

—Sé que lo haré.— respondí y él rió

—Me gusta la foto, solo por eso dejaré que te vayas pero también debes prometer que volverás pronto, no te quedarás allá.— dijo y asentí con la cabeza

—Te aseguro que volveré antes de que lo esperes.— reí

Ambos sonreímos y ví como él puso la foto en su mueble.

—¿Me dejas dibujarte?.— preguntó —Hace mucho tiempo no te dibujo.—

—¿Qué ganaré a cambio?.— pregunté y ambos reímos

—Te ganarás un dibujo autografiado por mí.— dijo —Algún día valdrá mucho.—

—Aceptaré el dibujo y un chocolate.— exclamé y él sonrió

Tomó su tableta y empezó a dibujarme, algunos minutos pasaron y yo no paraba de hablar, era bastante lindo hablar con Juan

—Las cosas serán raras cuando te vayas.— habló mientras dibujaba

—¿Por qué serían raras? Solo he vivido aquí algunos meses, ustedes han vivido juntos por años.— cuestioné

—Ya me acostumbré a tenerte aquí, a molestarte y a tu comida.— dijo y reí —¿Sabes lo horroroso que será volver a comer lo que cocinamos nosotros?.—

—Pueden pedir comida si no quieren cocinar.— traté de solucionar

—No sería mala idea.— exclamó riendo —Pero nada se va a comparar a lo que tú haces.—

Reí mientras veía como guardaba su tableta, supongo que ya había terminado

—Realmente te extrañaré mucho, te quiero.— dijo

𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora