𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓

𝘾𝙪𝙖𝙧𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙤𝙘𝙝𝙤

—¿Qué haremos hoy?.— preguntó Ded

—¿Les parece una fiesta?.— propuso Juan —Compramos un poco de alcohol, nos ambientamos y jugamos un poco.—

—El alcohol y algunos de ustedes no son una buena combinación.— dije recordando todo lo que había pasado cada vez que tomaban

—Yo no creo que sea mala idea, ya hace falta un chupi.— habló Roberto

—¿Chupi?.— preguntó Barca, al parecer no era la única que no había entendido

—Chupi es de chupar, chupar es de beber alcohol, pensé que lo entendieran.— respondió riendo

—A mí me parece bien.— dijo Ded —Ademas es cumpleaños de Roberto, si él quiere un chupi hay que hacerlo.—

Ví como ellos se organizaban mientras Cry se quedaba callado y con la mirada en el suelo, eso era raro, nunca pasaba tanto tiempo callado

—¿Estás bien?.— susurré acercándome a él

—Si, todo está bien.— respondió nervioso mientras veía con detalle mi rostro

—¿Tengo algo en la cara?.— pregunté burlona y él volvió a bajar la mirada —¿Seguro que estás bien?.—

—No te preocupes por mi, hay que ver en qué ayudamos para la fiesta que piensan organizar.— se levantó de dónde estaba dejándome sola

Lo miré intrigada, los otros cuatro seguían platicando animadamente sobre lo que harían mientras Cry se había ido a su habitación, debía investigar qué le estaba pasando

—¿Qué le pasó a Cry?.— preguntó Ded cuando se dió cuenta que se había ido

—No tengo idea, está un poco raro.— respondí haciendo una mueca

—Siempre es un poco raro.— exclamó Juan riendo

Los demás también rieron mientras yo me quedaba pensando en que podía hacer para animar al amigo que siempre había estado conmigo

—Vamos a ir a comprar las cosas para hoy.— avisó Barca

—¿Van a ir todos?.— pregunté y asintieron

—Iremos todos para volver pronto.— dijo Roberto

—Está bien, yo me quedaré aquí y trataré de hablar con Cry.— dije

Los cuatro se despidieron de mí y salieron de la casa, yo subí las escaleras para correr a la habitación de Cry, traté de abrir la puerta pero estaba cerrada con llave

—¿Cry?.— pregunté mientras tocaba la puerta —Abre la puerta, necesito hablar contigo.—

Unos segundos después él abrió la puerta y pude ver cómo tenía la mirada perdida

—Dime que te pasa.— pedí mientras entraba —No es normal verte así.—

—Son temas familiares.— respondió notablemente triste, yo solo tomé su mano

—Vamos, puedes decirme lo que te pasa, no te juzgaré, solo quiero escucharte y estar para tí.— dije y pude ver qué hizo una mueca —Si no me tienes confianza a mí puedes hablarlo con Ded, después de todo él es familia para tí.—

Cry soltó mi mano y se sentó en su cama, yo solo podía verlo en silencio

—Esto es aún más familiar, solo tiene que ver conmigo, con mi mamá...— suspiró —Y con mi hermana.—

—¿Tienes una hermana?.— pregunté sorprendida —Nunca me contaste sobre ella.—

Él solo me miró y tragó saliva tan fuerte que pude escucharlo, ¿qué estaba pasando?

—Acabo de descubrir que tengo una hermana.— confesó —Eso es lo que me tiene así.—

—¡Oh por dios!.— dije con una sonrisa —¿Y dónde está? ¿En España? ¡Debes ir a verla!.—

Realmente estaba feliz por él, quizás no era la manera de enterarte de una hermana perdida pero yo siempre había querido tener hermanos, gracias a dios se me cumplió mi sueño al llegar a la fraternidad

—Ese es el problema.— exclamó, se escuchaba nervioso —______, mamá viene en camino.—

Lo miré confundida, ¿Para que vendría su mamá? Según lo que me habían contado era una señora calculadora e interesada, además era igual a Cry, ególatra y egocéntrica

—¿Tú mamá viene a la fraternidad?.— pregunté sin entender

—No me estás entendiendo.— respondió y se levantó hasta quedar frente a frente conmigo —Nuestra mamá viene en camino.—

Su mirada era tan penetrante y me dejaba paralizada, ¿Cómo que nuestra madre? Mi mamá era una señora loca de la ciudad a la cual no quería ni ver, no tenía nada que ver con la mamá de Cry

—¿Qué?.— pregunté y reí —¿Estás enfermo o es algún tipo de broma pesada?—

Él suspiró y volvió a sentarse en su cama, yo lo seguí y me senté junto a él

—¿Me puedes explicar?.— pedí

—Mamá dice que eres mi hermana.— explicó —Un día le mandé una foto de nosotros para enseñarle que estaba feliz aquí y dijo que te parecías mucho a mi hermana.—

—¿Me parezco a tu hermana?.— pregunté

Ya era muy extraño parecerme a la exnovia muerta de Roberto, ahora resulta que me parecía a la hermana oculta de Cry

—No sé, yo nunca supe que tenía una hermana hasta ayer en la noche.— respondió —Mamá dice que tuvo mellizos y que un día vino al pueblo a visitar a mis abuelos, ese día le robaron a mi hermana, nunca volvimos a saber de ella.—

—Pero tú y yo no nos parecemos en nada, tú tienes los ojos azules y yo no, tú tienes el cabello blanco y yo no...— empecé a enumerar las cosas

—Espera un poco, ¿crees que nací con el cabello blanco?.— preguntó mientras reía ruidosamente

¡Qué tonta! Sabía que eso no podía ser pero por los nervios lo había dicho

—Eso no importa.— me defendí —Lo único que compartimos es...—

—Nuestro cumpleaños.— acompletó

¿Podía existir la posibilidad dónde fuéramos hermanos? ¡Me negaba a aceptarlo!, mamá era todo pero no era una secuestradora de bebés.

—Esto es una locura.— dije levantandome y saliendo de su habitación

Fuí a mi habitación y me encerré aunque sabía que Cry no me seguiría, me sentía como si mi vida hubiera sido una mentira pero prefería pensar que era un malentendido.

Me recosté en mi cama y abracé fuertemente a bodoque, tenía mucho miedo de lo que podía pasar cuando la mamá de Cry llegara a la fraternidad.