𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓

𝘾𝙞𝙣𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙘𝙞𝙣𝙘𝙤

Las semanas pasaron más rápido de lo que esperé, durante estos días todos se habían comportado más lindos y atentos conmigo, hasta que por fin llegamos a hoy, mi cumpleaños.

—¡Feliz cumpleaños hermana maravilla!.— gritó Cry entrando a mi habitación y saltando sobre mí

—Quitate.— reí tratando de empujarlo para que se quitara

—¿Por qué tanta violencia?.— preguntó dramatizando mientras se movía y se acostaba a mi lado —¿No puedes decir "Feliz cumpleaños hermano hermoso"?.—

—Feliz cumpleaños horrendo.— hablé y escuché como reía

—Nuestro primer cumpleaños juntos, ¿Qué quieres hacer?.— preguntó y lo pensé un poco

—Quiero pasar el día contigo y con los demás, sería lo mejor de mi cumpleaños.— respondí

—Que básica eres.— dijo y lo miré mal —Es una broma.— rió

—¿Ya sabes cuándo nos tendremos que ir?.— pregunté cambiando de tema

—Sobre eso..— hizo un silencio y se levantó de la cama —Nos iremos en dos días.—

Me levanté también y lo miré enojada, ¿por qué tan pronto? pensé que aún me quedaría mínimo una semana.

—Mamá reservó los vuelos y apenas ayer me dijo la fecha.— explicó —Quería decírtelo pero no quería arruinar nuestro cumpleaños.—

¿Ahora como le hacía? Por fin empezaba a sentir la tristeza de tener que despedirme de mis amigos, no quería dejarlos.

Mis cuatro amigos entraron a la habitación cantando el feliz cumpleaños, Barca traía en sus manos un pequeño pastel con dos velitas.

Cry me miró y yo hice una señal para que se callara, ellos acabaron de cantar y nos acercaron el pastel

—Pidan un deseo.— dijo Ded que había estado grabando todo este momento con su celular

Cerré mis ojos, junté mis manos y pensé en mi deseo, "Deseo tener un poco más de tiempo y si eso no es posible, deseo no sentirme tan triste", abrí mis ojos y soplé las velitas

—¡Soplaste mi vela!.— se quejó Cry y pude escuchar a los demás reír

—Necesitaba tomar tu deseo también.— bromeé

—Está bien, te lo regalo.— dijo y ambos sonreímos

—Quisimos organizarles una fiesta.— habló Juan —Invitamos a Ari y a Ama.—

—¿Fiesta de cumpleaños o fiesta de despedida?.— preguntó Cry y yo le dí un codazo para que se callara

Ví como Barca dejó el pastel sobre un mueble y los cuatro se cruzaron de brazos, me pareció gracioso que se sincronizarán para hacer eso

—¿Por qué sería una fiesta de despedida?.— preguntó Roberto

—Porque nos iremos.— respondió Cry con un tono de burla —De hecho es buen momento para contarles que nos vamos en dos días.—

La mirada de los cuatro cambio totalmente y yo hice una mueca

—¿Dos días?.— preguntó Juan —Deben estar jugando, no puede ser tan poco tiempo.—

—Sabemos que es algo precipitado pero las cosas son así, yo tampoco pensaba que viajaríamos tan pronto.— suspiré

—¿Realmente quieres irte con ellos?.— preguntó Ded —Si quieres puedo hablar con la tía para que considere la opción de dejarte quedar.—

Todos me miraron como si estuvieran esperando una respuesta pero yo sabía que no la tenía, una parte de mí quería irse y conocer todo lo que me había perdido durante toda mi vida y otra parte de mí quería quedarse con ellos, realmente me había vuelto muy dependiente

—Sabes que mamá no cambiará de opinión, ______ tiene que venir conmigo.— habló Cry al ver que yo no tenía respuesta

El ambiente quedó en un silencio muy pesado, nadie se atrevía decir nada más

—Al parecer esto se volverá una fiesta de despedida.— suspiró Juan rompiendo aquel silencio incómodo

—Las despedidas son muy tristes.— exclamó Barca —Que siga siendo una fiesta de cumpleaños, todavía no llega el momento de despedirse.—

Me miró, tenía aquella sonrisa cálida que me hacía sentir que todo estaría bien.

—¿No nos trajeron regalos?.— preguntó Cry y yo reí un poco

—Yo solo le compré a ella, tú me caes mal aún.— respondió Roberto, cuánta honestidad

—Ya pasó bastante tiempo, pensé que ya estabamos bien.— se quejó Cry —Realmente te convenía estar de mi lado, ahora seré "Team Barca".—

Lo entendí y no pude evitar sonrojarme, los demás empezaron a carcajear

—Vamos a desayunar.— pidió Ded —Y ya después empezamos a organizar las cosas para la fiesta.—

Todos salieron de mi habitación excepto Barca y yo

—Tengo algo para tí.— dijo —Esperame aquí.—

Salió corriendo de mi habitación y yo me quedé ahí parada esperando a que volviera, sentía curiosidad por saber que era lo que me daría ahora, siempre había sido muy detallista conmigo.

Volvió y pude ver qué tenía una caja en sus manos, me la dió y me miró atento

—Abrela.— pidió y obedecí, era un celular, lo miré con una gran sonrisa, nunca había tenido uno, hasta el momento no creía que fuera necesario ya que nunca tuve a quien llamar, para los correos y búsquedas en internet utilizaba mi laptop

—No era necesario.— dije aún con una sonrisa

—Si es necesario, noté que no tenías uno y creo que así será más fácil mantener comunicación aunque estés en otro país.— respondió —Podrás llamarnos si las cosas se ponen complicadas o si quieres charlar un rato.—

—Gracias.— exclamé y lo abracé

Estuvimos así unos segundos y me dí cuenta de lo mucho que lo extrañaría, él fué el inicio de todo, fué mi salvación y la razón por la que hoy era feliz.

—Mientras no estoy ¿puedes cuidar mi rosal?.— pregunté separandome de él —No podré llevármelo y tampoco quiero que se marchite.—

—Lo cuidaré al igual que cuido a Leo.— respondió con una sonrisa

—Te voy a extrañar mucho Barca.— exclamé

—Yo también te extrañaré.— dijo —Prometeme que serás feliz a donde vayas.—

—La felicidad es algo que no se puede prometer, no puedo asegurar mis emociones.— reí y él sonrió tiernamente

—Entonces promete que si no eres feliz me llamarás, no importa la hora.— pidió y asentí

—Te lo prometo.— dije mientras volvía a abrazarlo