𝙊𝙘𝙝𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙮 𝙙𝙤𝙨

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Dos semanas pasaron y me volví cada vez más adicta a ver los directos de Axozer, mi mente lo había puesto en mi camino, sabía que debía hacer lo posible para reencontrarme con él pero ahora en esta realidad. Después de estas semanas salí del hospital y ahora los chicos de la fraternidad estaban viviendo en casa de mi mamá, conmigo, me consentían y cuidaban como si fuera una niña pequeña.

Gracias al accidente me dolía un poco caminar pero el doctor aseguró que eso con el tiempo se quitaría

—Quiero salir a caminar un poco.— dije saliendo de mi habitación y encontrandome a Barca en el pasillo

—Estoy ocupado con algo y los demás salieron a comprar comida.— avisó

—Puedo salir sola, ya estoy bien.— exclamé y él me miró con duda —Confía en mí, llevaré mi celular y te llamaré por cualquier cosa, solo quiero salir a recorrer un poco, desde que llegué no he salido.—

Él pareció pensarlo y al final asintío, yo lo abracé en modo de agradecimiento

—No vayas muy lejos.— pidió y ahora yo asentí, no iría muy lejos con mi dolor

Bajé las escaleras y salí de mi casa, todo parecía igual a los recuerdos que tenía, era realmente extraño. Empecé a caminar por aquellas calles, me concentré en el clima cálido y el ambiente seguro, me sentía en paz, no supe cómo pero frente de mi estaba aquella cafetería, esa que tendría conexión con él..

Entré y no era como la recordaba, las paredes estaban de otro color y las mesas eran diferentes. Eso empezó a desanimarme, quizás esto no tenía que ver con mi imaginación

Caminé hasta una mesa disponible y el dolor en mi pierna se intensificó así que necesitaba sentarme a descansar.

—¿Estás bien?.— preguntó la camarera —¿Te ofrezco algo?.—

—Un jugo de naranja por favor.— pedí con una mueca mientras trataba de calmar el dolor

Ella se alejó dejándome nuevamente sola, a mi alrededor había gente desayunando mientras reían, era triste darme cuenta que era la única que estaba sola

Minutos después me trajeron mi jugo, empecé a tomarlo y sentí que mi celular vibró

"¿Estás bien?".— era un mensaje de Barca

"Si, estoy en una cafetería que estaba cerca de la casa, paré a tomar algo".— respondí

"¿Quieres que vaya para que no estés sola?".— escribió

"No te preocupes, volveré pronto".— volví a guardar mi celular en mi bolso y me dispuse a acabar mi jugo

Quizás tenía la esperanza de verlo entrar pero habían pasado casi dos horas y yo seguía sentada, pagué mi jugo y me levanté, inmediatamente mi celular volvió a vibrar

Caminé algunos metros con la vista en mi bolsa tratando de buscar mi celular hasta que sentí que alguien chocó conmigo tirandome encima algo

—¡Lo siento mucho!.— exclamó aquella voz, su voz

Alcé un poco mi mirada para encontrarme con sus ojos y su cabello igual de despeinado, él solo se limitaba a intentar limpiarme pero solo estaba batiendo más todo

—Era chocolatada, espero que se quite.— dijo refiriéndose a mí camisa que había manchado con su bebida

—No te preocupes, igual le faltaba un poco de color café a mi ropa.— bromeé y escuché como él rió, amaba ese sonido

—No ví por dónde caminaba y arruiné tu blusa.— confesó —Quiero compensarlo.—

—No es necesario.— dije con una sonrisa

Mi celular volvió a sonar pero decidí ignorarlo, no dejaría pasar la oportunidad de verlo

—Creo que estás ocupada, deberías contestar a quien te está llamando.— exclamó riendo —Dejaré que te vayas con una condición.—

—¿Qué condición?.— pregunté intrigada

—Que me digas tu nombre.— respondió con una sonrisa

Este había sido un mejor encuentro que el del aeropuerto, rogaba porque el destino quisiera reescribir nuestra historia

—Me llamo ______, ¿y tú?.— me presenté y decidí fingir no saber quién era él, no quería parecer una loca

—Soy Axozer, es un placer conocerte.— dijo —Ahora tengo que irme porque quedé de verme con un amigo.—

—Espero verte de nuevo.— sonreí despidiéndome con un movimiento de mano

Él imitó mi acción y empecé a caminar para alejarme, de repente sentí que él corrió para alcanzarme, se puso delante de mí

—Espera.— dijo y lo miré intrigada —¿Podrías darme tu número?.—

Mi corazón empezó a latir rápidamente, esto me recordaba a todo lo que había imaginado con él

—Noté que no eres de aquí, no tienes acento español y quizás te vendría bien un amigo.— explicó y parecía nervioso, una sonrisa salió inconscientemente de mi rostro, estaba teniendo un "deja vu"

—En eso tienes razón.— sonreí sacando nuevamente un papel y un bolígrafo para escribirle mi número

Mi pierna empezó a doler de nuevo y maldije que estuviera arruinando este momento

—¿Estás bien?.— preguntó Axozer después de que le dí aquel papel —¿Te duele algo?.—

—Solo me duele la pierna pero es normal, tuve un accidente y no debería estar forzandola.— expliqué

—Te acompaño a tu casa.— propuso y negué

—Tienes planes y no quiero interferir.— dije

—Me aseguraré de que llegues bien a tu casa, mis amigos pueden esperar.— habló y tomó mi brazo para ayudarme a caminar, yo solo me concentré en verlo

—Puedo caminar sola.— dije nerviosa y él volvió a reír

—No importa que seas testaruda y terca, aún así te llevaré a tu casa.— exclamó manteniendo aquella sonrisa

Sonreí y empezamos el camino en dirección a mi casa, él sostenía con fuerza mi brazo como si realmente necesitara apoyo para caminar, me sentía realmente bien.

—Paremos un momento.— pidió y nos detuvimos, él se quitó el suéter y mi corazón se aceleró de nuevo —Tenía mucho calor.—

Hice una mueca, en el fondo esperaba que se lo quitara para dármelo pero ¿cómo iba a hacer eso? Apenas nos conocíamos. Empezamos a caminar de nuevo

—¿Vives sola?.— preguntó y negué

—No, vivo con mi mamá, mi hermano y cuatro amigos.— respondí

—¿Hace cuánto vives en España?.— preguntó ahora —No quiero que parezca un interrogatorio, solo quiero conocerte un poco más.—

—Conscientemente he vivido aquí dos semanas.— reí —Pero inconscientemente viví aquí poco más de un mes.—

—¿Inconscientemente?.— preguntó

—Después de mi accidente estuve en coma un tiempo y mientras eso pasaba mi cabeza creo una especie de realidad alterna.— conté y él me miraba con atención

—Eso es realmente interesante.— sonrió —¿Cómo era esa realidad alterna?.—

¿Debía decirle que todo se centraba en él y sus amigos?, Él me había hecho sentir libre y ahora que tenía la oportunidad no quería que me viera como una loca

𝐅𝐑𝐀𝐓𝐄𝐑𝐍𝐈𝐃𝐀𝐃 (Esos 4 + Tú) ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora