La reina de la hipocresía

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=Ed=

¡¿Embarazada?!

No, eso no puede ser verdad, no puede, no... ¿O sí?

¡¡Maldita sea!! Pero yo use protección cuando tuvimos sexo ¿Verdad? ¡Mierda! Sí, si use... No use, no... No recuerdo ¡Demonios!

Mi mente estaba a punto de colapsar y mi ritmo cardíaco estaba demasiado elevado.

¿Que diablos voy a hacer? No estoy listo para ser padre, ni siquiera sé si algún día lo estaré... Jamás había pensado en la posibilidad.

De pronto el sonido de una taza puesta frente a mi, el rostro confuso del mesero y sobre todo la estruendosa y burlona risa de Karelma me devolvieron a la realidad.

La chica reía a más no poder, sus ojos lagrimeaban y tomaba su abdomen con fuerza.

-¡Oh por dios! Deberías de ver tu cara...- apenas y podía hablar.

-¿Necesitan algo más?- pregunto el mesero.

Karelma no respondió, ni siquiera era capaz de respirar con normalidad, reía sin poder parar.

Empecé a atar cabos... Sobre todo por esa maldita risa que ya me estaba cansando.

-¡No!- hablé fuerte y seco hacia el camarero, que se retiró inmediatamente.

La mire sin decir nada esperando que se callara de una vez por todas, fulmine intensamente la presencia tan molesta de esa mujer frente a mi.

Estaba enojado, no, estaba cabreado.

Me empecé a cansar, Karelma no paraba de reír.

-¡¡Deja de reír de una puta vez!!- grite fúrico.

-Lo si...- apenas empezaba a hablar y volvía a reír -Lo sientooooo- ni hablar podía la cabrona.

-Quiero escucharte decir que esta fue una estúpida broma- hablé serio mientras ella ni se inmutaba -¡Hazlo Karelma!

Ante aquellos gritos y la incesante risa de la morena, muchos ojos curiosos y otros acusadores nos rodeaban.
No podía importarme menos.

-Ay relax baby- tomo un poco de su bebida y respiro lentamente -Listo, estoy mejor- sonrió maliciosa.

En cambio yo la mire mal con los brazos cruzados.

Ella rodó los ojos.

-Estoy esperando una explicación.- no me hacia nada de gracias al contrario que a ella.

-Eso que te hubieras visto la cara... Estabas pálido- río un poco más -Fue épico, de verdad que valió la pena... ¿Enserio te creíste que estaba embarazada?- me miro con una media sonrisa -¿Crees que yo sería tan  estúpida para salir embarazada cuando estoy en el mejor momento de mi vida? Tomo anticonceptivos y me aseguro de ir periódicamente con mi ginecólogo, además usaste condón Edgar.

-No causa la más mínima gracia, me hiciste dudar hasta de mi mismo- confesé de mala gana.

-Fue solo una inofensiva bromita- aseguro ella mientras pasaba un mechón de su cabello detrás de su oreja y me miraba coqueta.

-Pudrete- me límite a decir tomando por fin de mi café.

La chica me sonrió sincera -Nunca había sentido una conexión tan grande como contigo.

-No te enamores- probé el pastel de chocolate... Delicioso.

-Quisieras- su mirada era intensa y traviesa, ahora entiendo por qué el mesero estaba tan nervioso.

Pasamos un buen rato platicando después de que casi me diera un infarto por su bromita pero terminamos por pasar un momento agradable, hablamos de su trabajo, de que yo buscaba uno y hasta de nuestra situación sentimental... A decir verdad confesé que había alguien que me ponía nervioso, mucho más de lo normal y que, que me provocaba cosas que no sabía explicar.

Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora