Hay sucesos en la vida que no puedes evitar pero hay otros que sí los deseas puedes inmortalizar, las palabras se las lleva el viento pero las acciones se quedan tatuadas en el cuerpo.
Alguna vez mi padre había dicho que pertenecer y servír a la ley era lo mejor que nadie pudiera imaginar, siempre creí fielmente a sus palabras pero ahora me debatia si era cierto o no lo era.
La actitud y desprecio que Ed había sostenido ante los oficiales me creaba una laguna mental, no quería creer lo antes dicho pero he oído por ahí que "No todo lo que brilla, es oro".
Después de haber llegado del instituto, comer y hacer deberes, solo me concentre en ver televisión esperando se llegará la hora de que Daniel viniera.
Y esto no tardo tanto, Daniel había llegado antes de lo acordado.
-Hola Scott, siento llegar antes- menciono entrando a mi casa.
-No te preocupes, por mí mejor- respondí sincero.
-¿Me regalarías un vaso con agua?
-Por supuesto pero porfavor sientate- señale el sofá -Ahora vuelvo.
Daniel obedecio y yo me adentre en la cocina, para tomar un vaso de cristal y vaciarle agua.
Regreso a donde Dani y toma el vaso, agradeciendo el acto.
-¿Ahora podemos hablar?- cuestiono una vez que bebe el agua.
-¿Qué es lo quieres saber?- su voz temblaba lo sé, pero quería ocultarlo.
-Todo Daniel, todo!
-Empezando por...- dejo al aire la oración para que la continuara.
-Por saber que demonios pasa entre tu y Ed, ¿qué ocultan?
-No ocultamos nada Scott, se que no parecera creíble pero...- calló un momento, pensandose las palabras -¿recuerdas el día que fuimos al campo de gotcha?
Como no recordarlo, ese día tuve un delicioso sexo y no fue solo eso, sentí algo especial con Axel.
-Claro- respondí sin más, no le diria lo antes pensado.
-Cuando desapareciste y entre los festejos de Saúl, aparecio un chico de piel morena, cabello grisaceo y edad similar a la nuestra, se acerco a Ed y empezaron a discutir o al menos eso parecía a una distancia alejada, la curiosidad me estaba matando así que con cierta sutileza me acerque a ellos, cuando lo hize escuche algo que no debí escuchar y esto provoco un chillido de mi parte, el moreno no se dió cuenta pero Ed sí, me aleje de nuevo y poco después regreso con nosotros, preguntando si ya nos ibamos, pero tu aún no aparecias y te buscamos.
-¿Y luego? Vamos, Daniel dejate de tantos rodeos... ¿qué fue lo que escuchaste?
-No puedo decirtelo Scott.- las palabras con su rostro emitían suplicas para no insistir, pero yo necesitaba saber todo.
-Entonces ¿para que viniste?- tal vez fui muy seco pero era verdad.
-Escucha Scott, yo no puedo decirte lo que escuche ese día, no me corresponde, es cierto que tampoco puedo decirte ni aclararte muchas cosas, lo que si puedo hacer es asegurarte que la muerte de ese chico en el instituto no fue nuestra responsabilidad.
-Daniel, ¿es que no te das cuenta? Yo nunca he dicho tal cosa.
-Pero lo pensabas ¿o no es así?- endurecio su postura y voz.
Evidentemente lo pensé, pero me negaba aceptarlo.
-Calmemonos un momento Dani, te parece- él asintio y se relajo, tomo un poco más de agua.
ESTÁS LEYENDO
Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)
RomanceMi nombre es Scott Schneider, estoy por cumplir 19 años, vivo solo, estudio en un colegio privado y soy gay... Desde que entre a estudiar en el colegio he estado profundamente enamorado de Ryan Velez, un chico simplemente perfecto... ¡que no sabe qu...