Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)

Cubriendo los delitos

Mi cuerpo sudaba, mi respiración estaba agitada y ya no podía más con mi cuerpo...

Había logrado salir del instituto pero para mi mala suerte el camino se me hacía eterno.

Cuando llegué a mi casa la puerta estaba abierta seguramente
Ed y Daniel ya estaban dentro.

-30 min. pedazo de animal,¿ tú sabes lo que son 30 minutos? Si el imbécil al que le quité la sangre se entera de lo que estamos haciendo, nos mata... Y tú llegas 30 minutos tarde.- Ed.

- I'm sorry, mejor hay que seguir con el plan, vale?

-De acuerdo, entonces a cubrir delitos.

-Dame esa camisa y la gorra- Daniel le entregó una camisa blanca y una gorra similar a Ed.

-Y los lentes, la gorra oscura tuya?- pregunté poniéndome nervioso.

-Ya ya ahora me lo pongo.

-¿Los guantes?

-Aquí están.

-¿El brazo?

-Aquí.

-Perfecto!!- Ed salió de la casa con gorra blanca y camisa igual, guantes de hule en las manos y cargando el brazo falso.

-Espera!- grité.

-Se te olvida esto- con algo de asco y delicadeza le entregue la bolsa llena de ese asqueroso líquido, que yo también tengo pero al menos no la veo.

Ed tomó la bolsa y salió definitivamente de la casa.

Y el plan comenzó.

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=Ed=

Salí por la puerta trasera de la casa de Scott cuidando de que nadie me viera, caminé cuadra y media hasta llegar a la casa donde habíamos acordado sería el lugar.

Era mediodía las familias se encontraban comiendo en su casa. Nadie estaba en la calle.

Coloque con precaución el falso brazo sobre el suelo pastoso, abrí la bolsa de sangre y la derrame sobre el.

Observando hacia todos lados mientras hacía esto.

El miedo me empezó a invadir, y un horrible dolor en el estómago me produjo.

Dicen que es normal que el ser humano tenga miedo, pero yo hace mucho que no sentía tanta intensidad de el.

Y por un momento los recuerdos llegaron a mi cabeza dejándome en un trance completo.

Su sonrisa nunca abandonó el rostro de ese tipo al verme llorar junto a mi familia, mi cuerpo sangraba de distintos lados debido a los golpes que me habían propinado.

Escuchaba los gritos de mi hermana desde el cuarto de al lado que lloraba y gritaba pidiendo ayuda y que pararán.

Mi madre repetía una y otra vez las mismas palabras: ella no tenía idea de lo que ellos acusaban.

Una cadena como tatuaje fue grabada en mi mente, cuando el tipo se acercó a mí y con su cuchillo amenazó mi cuello, obligando a mi madre a decir dónde estaba lo que tanto buscaban.

Una lágrima recorrió mi mejilla y entonces...

-Ya! ya! escóndete vamos Ed, muevete!- Daniel apareció para devolverme a la realidad.

Inmediatamente me oculté detrás de una casa mientras esperaba a que Daniel hiciera su parte.

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=Daniel=