Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)

Pelea de perras

=Scott=

Dicen que lo único seguro en la vida es la muerte, en la vida hagamos lo que hagamos simplemente no saldremos vivos de ella.

Cuando era niño mi madre solía contarme historias en las que los buenos siempre ganaban y los malos recibían su merecido, en la mayoría de ellas yo era el superhéroe. Por otro lado mi padre hacia de aquellos cuentos historias más trágicas, nada que dañara mi infancia, pero él solía decir que a la gente mala le pasan cosas malas y no siempre terminaban con un final feliz, muchas veces el final era la muerte.

Desde muy pequeño entendí que la muerte es parte de nuestro proceso de vida, que es algo natural y que no vale la pena temerle si tarde o temprano nos va a llegar... pero eso no quiere decir que hay que tomarla a la ligera, no debemos tentarla ni jugar con nuestras vidas.

El destino de cada persona está escrito o tal vez se va forjando con el tiempo y con los actos que cometemos, pero nadie tendría porque decidir sobre la vida de alguien más, nadie tendría por qué creer tener el poder para decir quién muere y quién no.

Pero lamentablemente las cosas no son así, y no juzgo a todos... hay gente que tiene que decidir sobre la vida de alguien más por cuestiones medicas o hasta legales, pero hay quienes solo juegan a ser dios y destruyen la vida no solo de una persona sino también de sus familias.

Sé que este mundo está lleno de imperfecciones y que son parte de la vida misma, incluso hacen del vivir una aventura mucho más divertida.

Yo, por ejemplo, estoy más que lejos de ser perfecto... Creo que si enlistara mis errores y defectos nunca terminaría. No soy un santo, ni puro, ni casto... pero tampoco soy un hombre malo. Hay personas que no soporto, que quisiera no tener que verlos, que simplemente no tolero, que he maldecido y les he hecho algún que otro desaire... pero eso no quiere decir que les desee cosas malas mucho menos la muerte.

Estoy consciente de que no todos piensan ni sienten como yo, y que por muy distintos que sean no puedo juzgarlos.

Por ejemplo Ed que termino envuelto en un mundo de sectas raras y gente extraña que parece estar trastornada, en primera instancia suena absurdo ¿a quién se le ocurre semejante estupidez? ¿Quién en su sano juicio entraría a una secta demoniaca o lo que fuera? Pero yo no soy nadie para juzgar y después de lo que nos conto de su familia mucho menos.

El mismo Beck, parece ser un tipo bastante maldito y sin escrúpulos capaz de hacer cualquier cosa sin ni siquiera tocarse el corazón, y ojala no tenga nunca la fortuna de conocerlo en persona, pero aun así nada de eso me da el derecho a juzgarlo.

Aquellos hombres que nos atacaron fuera de la secta, que nos agredieron y estuvieron a punto de secuestrar a Kennat andaban en cosas turbias y claramente no era gente buena, era evidente que tenían planeado hacernos algo muy malo, sin embargo no tenia por que quitarle la vida a ese hombre no merecía morir por mi mano.

Estos pensamientos y más, inundaban mi cabeza.

Estaba sentado en uno de los sofás de mi casa, ni siquiera recuerdo como llegue ahí.

Tenía una extraña sensación en mi pecho... culpa, tristeza, dolor, pena, rabia.

De pronto una voz me hizo salir poco a poco del transe en el que estaba sumergido.

-Scott... Scott... ¡hey, Scott!- gire mi cabeza tratando de ubicar aquella vos y de paso ubicarme a mi mismo, me sentía ausente.

-Papá- apenas pude pronunciar al darme cuenta que era él quien me llamaba. No recuerdo verlo llegar o si tal vez ya estaba en casa cuando nosotros llegamos a casa y...