Miedos

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=Ed=

Al salir de casa de Scott, mi celular comenzó a sonar, mire la pantalla y era .. él.

No se que demonios quería o pretendía ese imbécil, pero no estaba de humor para escucharlo.

¿Que se creía? El rey del mundo, para que hiciera y deshiciera a su antojo.

No, esta me la pagaba, eso seguro... Me llama y me pide que nos veamos, voy al lugar y no está, le marcó al celular y no contesta, pues entonces que se vaya a la mierda.

Ignore la llamada y subí a mi auto, con dirección a donde Beck me había citado.

El sol aún no terminaba de ocultarse y los pequeños rayos que salían del cielo causaban molestias en mis ojos.

Odio el sol, odio la calor, odio la calle llena de baches, odio el auto cuando no enciende el clima, odio los malditos problemas en los que siempre tengo que salir involucrado, odio a la gente que me rodea, odio el maldito problema que no he podido terminar del maldito profesor de álgebra, odio la porquería de familia que tengo, odio al imbécil con el que me voy a encontrar ahorita, odio al tarado oficial de tránsito que está parado ahí viendo a quien acechar para sacarle dinero, odio tener que ser parte de un plan estúpido y peligroso, odio la maldita misa a la que tengo que asistir todas las noches y  a la que seguramente voy a llegar tarde otra vez, odio al idiota de Scott, odio al dramático de Daniel, odio a  Leonardo, odio mi vida, odio al mundo entero, me odio a mí mismo.

Soy una mierda de persona.

Si tan sólo jamás hubiera ocurrido ese día, si tan sólo mi padre jamás hubieras cometido tantos errores, si tan sólo yo nunca hubiera presionado el gatillo.

Todo hoy sería tan diferente.

Sentía la pulsada dolor en mi cuello, una herida crecía en esa extensión de piel. Enormes lágrimas brotaban de mis ojos y no sólo por el temor a perder mi vida sino también por la vida que estaban destrozando muy cerca de mí, por esos gritos que delataban lo horrible que sucedía pocos metros de mí y yo no podía hacer nada, era incapaz de moverme, era incapaz de defender a mi familia, a mi hermana, a mi hermano y a mi madre, porque mi padre... Por que mi padre era un maldito cobarde.

-No! No! por favor dejenlo, les voy a decir todo lo que sé, se los juro pero por favor, sólo dejenlo en paz, no le hagan daño a mi niño.- lloraba mi madre diciendo todo esto, el dolor se reflejaba en su mirada lo sé, pero me dolía más pensar que aunque me estuviera defendiendo no era capaz de suplicar por sus otros hijos.

-Escúchame bien perra en este momento nos vas a decir todo...- un tipo vestido de oficial amenazaba mi madre tomándola por el cuello y elevándola un poco del suelo.

El hombre que me apresaba soltó su agarre y me aventó lejos, saliendo de la habitación junto con todos los demás y mi madre.

Grité, grité, grité y volví a gritar un millón de veces... Golpeaba la puerta de la habitación con todas mis fuerzas pero nadie abría.

Cubría mis oídos con mis manos y me acostada en el suelo para no escuchar nada, paro no poder escuchar nada de lo que sucedía a mi alrededor, quería desaparecer que nada de eso fuera real, quería imaginarme que estaba en casa de mi padre y mi mamá con mis hermanos que estábamos pasando una hermosa tarde viendo películas de Disney comiendo chatarra y divirtiéndonos todos juntos .Pero sabía que no era así porque por más que tapaba mis oídos no dejaba de escuchar los malditos lamentos y esa, esa voz que jamás voy a olvidar,.. porque él fue el responsable todo el dolor de mi familia y el causante de que ahora tenga un enorme odio acumulado.

Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora