Sexy Confusión [Imán de Hombres] (Gay)

¿Asesino?

=Leonardo=

Tal como lo habíamos planeado entramos por una de las puertas que poco se solían usar y esperábamos que los demás hubiera logrado lo mismo.

-De acuerdo según el croquis debemos encontrar un pasillo por aquí y seguirlo hasta llegar a unas escaleras que llevan a una puerta de metal que debe estar cerrada así que debemos encontrar la manera de abrirla, pero una vez abierta estaremos oficialmente dentro del edificio.- hable mientras con la mirada buscaba aquel pasillo.

El lugar estaba a obscuras sin embargo podíamos ver claramente gracias a la luz que se colaba de algún lado, se notaba fácilmente que aquel lugar era poco transcurrido pues estaba sucio, desordenado, basura en el suelo, telarañas y algunos muebles se encontraban astillados y oxidados.

-De acuerdo y ¿tienes algún plan para que no nos reconozcan? ¿O simplemente nos arriesgaremos con el rostro descubierto?- era cierto que no habíamos pensado en eso hasta ese momento.

Mire hacia abajo, justo en el cuello de mi camisa donde colgaban unos lentes que decidí traer hoy, los tome y me los coloque –No se tu pero yo estoy listo.- mencione con una sonrisa.

Edgar me observo y rodo los ojos –Que ridículo eres.

-Y tu cada vez más amargado- volví a colocar los lentes en el cuello de la camisa. –Supongo que no tenemos de otra que rogar que nadie nos reconozca y si lo hacen pues... actuar normal, hasta hace algunos meses todavía veníamos acá, formábamos parte de la secta así que no tendría por qué ser extraño.

Ambos observábamos con inspección –Creo que este es el pasillo, si por acá ¡vamos!- nos inmiscuimos por donde antes había mencionado –Solo espero que no estén enterados de todo esto, si no...

-No creo que Beck les haya contado, o al menos no a todos... no le conviene, la información se puede filtrar y las demás sectas se enterarían que hay un problema interno, le jugaría en contra.- me adelante a hablar, llegamos a las escaleras.

Mi amigo asintió con indecisión –Sí... sí...- comenzamos a bajar las escaleras hasta llegar a la puerta que indicaba el croquis.

-Muy bien... ¡Te toca!- hable refiriéndome a que él debía abrir la puerta después de todo era experto en abrir puertas, yo... yo siempre fui un fiasco con eso de los pasadores.

Y sí, efectivamente... no bastaron ni 5 segundos cuando el candado ya estaba abierto, aunque tuvimos que aplicar fuerza de parte de ambos para terminar por abrir la puerta pues esta estaba atascada debido a la falta de uso.

Entramos por fin encontrándonos con aquel interior que tanto conocíamos y habíamos visto tantas veces... paredes pintadas en colores obscuros, suelo gris en rombos... malditos rombos, me traen tan malos recuerdos de todo lo vivido en este lugar... la decoración era única, Beck siempre ha sido un fanático del arte de Salvador Dalí así que gran parte de aquel edificio se adornaba con diversas pinturas de ese artista algunas eran copias exactas y muchas otras originales.

Las tenues luces nos mostraban un camino bastante turbio del cual no conocíamos su destino pero igualmente no decidimos averiguarlo, el objetivo era claro, llegar al despacho de Beck y ese no era el camino, así que seguimos caminando topándonos con algunos chicos que no conocíamos pero que seguramente se trataban de nuevas adquisiciones de Avnas decidimos ignorarlos siempre y cuando ellos también lo hicieran.

-El hombre invisible- Edgar se poso frente a una pared de la cual colgaba un cuadro.

Lo observe durante unos segundos sin entender bien a lo que se refería.

Volvió a hablar –La mejor representación de un hombre paranoico que se siente impotente ante el mundo, queriendo ver sin ser visto.

Reí un poco observando mejor la pintura a la que se refería –Parece como si estuvieras describiendo a Beck.