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JunMyeon se sentía tan mal que, cuando terminó de preparar la cena y subió al dormitorio para cambiarse de ropa, no tuvo más remedio que tumbarse un poco. Lamentablemente, la reunión de padres era esa noche, y le había prometido a Kai que asistiría.

Al cabo de unos minutos, Kai abrió la puerta y preguntó:

—¿mamá ya estás preparado? —kai se quedó atónito al ver a JunMyeon tirado aun en la cama–Pero si estás en la cama...

—Descuida cariño. Me levantaré enseguida. —le aseguro JunMyeon.

—¿Te encuentras bien? Pareces enfermo mamá. —replico Kai preocupado y a la vez triste de que JunMyeon no pueda ir a su reunión.

JunMyeon no podía negar que lo estaba, pero no quería que Kai se llevara un disgusto, así que hizo un esfuerzo por fingirse bien.

–Anda, ve a vestirte. Estaré contigo dentro de un momento. —ordeno JunMyeon tratando de sonreír ágilmente.

Kai lo miró con escepticismo y salió del dormitorio. Momentos después, apareció SeHun y frunció el ceño al verlo en la cama. JunMyeon intentó levantarse, pero se mareó tanto que se tuvo que apoyar en la mesita de noche.

—Oh, Dios mío... —jadeo JunMyeon.

—Acuéstate otra vez, JunMyeon. –ordenó SeHun y JunMyeon se sentó en el borde de la cama.

–No puedo SeHun.

SeHun se acercó, apartó la manta y las sábanas y dijo:

—Acuéstate JunMyeon no me hagas hacerlo por las malas. —advirtió SeHun.

JunMyeon se sentía tan débil que solo pudo sacudir la cabeza.

—Maldita sea, JunMyeon. Eres médico. Deberías saber lo que conviene en estos casos. —regaño SeHun.

—Soy psicólogo SeHun, no médico de cabecera. –le recordó JunMyeon sin ánimos.

—Razón de más para que te comportes con un poco de sentido común. No te morirás por asistir a una reunión de padres, pero pegarás el catarro a toda la población de Ulsan. Y dudo que Kai lo apruebe. —siguió regándolo SeHun.

—No lo entiendes SeHun no puedo dejar de ir a la reunión dejare estancando a Kai. —alegó JunMyeon–. Es la primera vez que un adulto lo iba a acompañarlo a una reunión de padres. ¿No comprendes que significa mucho para él?

—Por supuesto que lo comprendo JunMyeon. —admitió SeHun—. Y ahora, acuéstate.

JunMyeon pasó una mano por la almohada. Resultaba de lo más tentadora.

—No te preocupes conejito. Yo iré a la reunión. —anunció SeHun.

JunMyeon lo miró con asombro.

—¿Tú? —cuestiono con escepticismo.

SeHun sonrió.

–Sí yo. ¿Por qué te extraña tanto? Si voy a formar parte de esta familia, es hora de que asuma más responsabilidades. —dijo SeHun sonriendo—. Además, estoy seguro de que a Kai no le importará.

—Está bien... —susurró JunMyeon cansado.

JunMyeon se tumbó y apoyo la cabeza en la almohada. SeHun lo tapó y salió de la habitación, pero volvió unos minutos después con un vaso de zumo de naranja y una jarra con agua.

—Dicen que hay que beber mucho cuando estás acatarrado. —recomendó SeHun acercándose a JunMyeon.

—mmm sí, eso dicen... —susurro JunMyeon adormilado.

Seis niños y medio~SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora