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Unas horas después, JunMyeon ya se había quedado dormido en el hombro de SeHun, pues estuvo toda la hora del partido animando a los jugadores mientras bebía cerveza y mojaba las papitas fritas en mayonesa. SeHun se percató que JunMyeon ya estaba en los brazos de Morfeo al sentir el suave peso sobre su hombro derecho sonrió e inmediatamente le acaricio las mejillas sonrojadas y rellenitas que tenía JunMyeon. Felizmente el partido ya había terminado y podía sentarse a contemplar la belleza de JunMyeon sin temor a perderse un minuto del partido.

Al cabo de unos minutos SeHun sintió la necesidad de despertarlo. Pues, en poco tiempo seguro ya llegarían los niños a la casa. Como si fuera alguna invocación que hizo SeHun se escucho el ruido de un coche estacionándose afuera de la casa.

Era el bus que regresaba a los niños a sus casas de acogida ya al finalizar el día.

–Hey conejito, despierta. –Susurro SeHun moviendo el cuerpo de JunMyeon.

JunMyeon se removió medio sonámbulo abriendo los ojos y soltando un bostezo, hasta que tuvo que pararse de golpe al oír los llantos de Haneun.

–¡Mami, mami¡ –chillo la niña entrando a la casa y tirándose a los brazos de JunMyeon.

–Shh.. calma ¿Qué paso cariño? – pregunto JunMyeon acunándola.

–Y-yo, no quiero ir más allá. –Lloro la niña–. No quiero estar solita, los señores son muy malos mami.

JunMyeon suspiro con pesadez, le encantaría decirle que ya no ira más, que ni ella ni los demás niños iban a ir más, pero aún no había podido realizar los trámites de adopción.

–No estarás sola cariño, nos tienes a nosotros y prometo que el próximo domingo yo mismo los iré a recoger. –Prometió besándole la frente y secándole las lágrimas.

–¡Ah¡ estuvieron comiendo papitas y ¿CERVEZAS?. –Gritaron los gemelos entrando a la sala.

Detrás de los gemelos también entraron kai, Ryujin y Vernon, los mayores siempre detrás pues traían las mochilas de los más pequeños.

–¿Comieron papitas? Mama y porque a nosotros no nos dejas comerla. –reprocho Kai dejándose hacer al sofá donde estaba SeHun.

JunMyeon le lanzo una mirada de enfado, por no haberse dignado en recoger los restos de la comida basura que habían injerido si cuando se durmió ya el partido estaba por acabar.

–Te dormiste en mi hombro, no podía moverme. –respondió SeHun a su mirada acusatoria.

–¿Estuvieron juntos comiendo estas cosas? –pregunto Ryujin con una sonrisa maliciosa.

–Estuvimos viendo el partido y si comimos esas cosas, pero es porque ya somos adultos y no estamos en crecimiento. –explico JunMyeon deseando que sus niños le creyeran.

Pero los gemelos, Kai, Ryujin y SeHun lo miraron entrecerrando los ojos.

Solo vernon parecía creerle, pero se dispuso a acomodar las mochilas en el porte de la casa.

–¿SeHun podemos ver una película? –dijo Haneun bajándose de los brazos de JunMyeon.

–Si, veamos una peli. –apoyo Kwangmin.

–Si, por fis. –suplico Sungmin.

–También apoyo la idea, fue un día horrible. –añadió Ryujin sentándose en el sillón de la esquina izquierda–. ¿Qué dices tu Vernon?

–Bueno, no estaría mal si vemos algo. –respondió recelosamente.

–Por no hay problema chicos, pero deben pedirle permiso a su madre. –SeHun señalo a JunMyeon.

Seis niños y medio~SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora