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La cena fue bastante incómoda. Los chicos los miraban de un modo tan raro que JunMyeon se quedó sin habla. Por suerte, SeHun se comportó como si no pasara nada en absoluto. Se interesó por sus cosas, les dio conversación y, al final de la velada, se encargó de que recogieran la mesa y la limpiaran. Para no estar acostumbrado a vivir con un montón de chicos, SeHun lo hacía maravillosamente bien.

—Eh, mamá... –intervino kai, sacando a JunMyeon de sus pensamientos—. ¿Es verdad lo que SeHun ha dicho? ¿Vamos a ir a Seúl el fin de semana?

JunMyeon parpadeó, perplejo. Había perdido el hilo, pero miró al chico y contestó como si no fuera así.

—Ya veremos cariño. —le susurro con una tranquilidad que no tenía.

—A mí me parece una gran idea mama. —dijo Ryujin—. En Seúl hay muchas tiendas y cines...

—Y también está en Seúl el Seol Samsung Thunders. vse sumó Kai, refiriéndose a un famoso equipo de baloncesto—. ¿Podríamos ir a ver el partido, SeHun?

—Si JunMyeon está de acuerdo...—dijo SeHun mirando a JunMyeon con una sonrisa.

JunMyeon maldijo su suerte. SeHun le había pasado la pelota de un modo extremadamente astuto. Ahora estaba atrapado, y no se podía negar.

—Por mí, no hay problema. Si SeHun está dispuesto a llevalos...

—Iremos todos. —puntualizó SeHun—. No te vamos a dejar aquí, solo JunMyeon.

—Claro que no, mamá. —dijo Sungmin—. Tú también necesitas un descanso.

—Y conocer nuevos aires mama. —añadió Kwangmin.

—shii.... —aplaudió Haneun sin entender mucho pero feliz.

—Vamos, mama... Será mejor que correr mil kilómetros. —dijo Ryujin—. Además, siempre dices que hay que descansar de vez en cuando, para reducir el estrés.

JunMyeon suspiró y asintió no muy convencido, pero era incapaz de romper la ilusión de sus niños.

—Ya veremos. Habrá que organizarlo todo y...

—¡ay, Dios mío! —exclamó Kai.

—¿Qué pasa cariño? —le pregunto JunMyeon algo asustado por el grito de kai.

—Me había olvidado de decírtelo... Hay reunión de padres en el colegio. —contestó kai—. ¿Podrías ir, mamá?

—¿Por qué quieres que mamá vaya a una reunión de padres? – intervino Vernon con desdén–. Son aburridas y absurdas.

—Eso es lo de menos, Vernon y deja de hablar así. —dijo JunMyeon—. Si es importante para kai, iré.

—Tú verás lo que haces mamá. —respondió de mala gana levantándose se la masa para luego irse.

Dejando a kai avergonzado. Para kai, Vernon era el hermano mayor que no había tenido, y valoraba tanto sus opiniones que ahora se arrepentía de haber dicho aquello porque se reflejaba en su carita de tristeza.

—Hey cariño no hagas caso a Vernon ya sabes como es. Ahora dime ¿Cuándo es la reunión? –preguntó JunMyeon.

—Pasado mañana mamá. —respondió kai con un brillo en sus ojos.

JunMyeon le acarició el pelo con cariño y dijo:

—Pues no te preocupes. Allí estaré. —finalizo con una sonrisa.

SeHun se levantó entonces y ordenó a los chicos que se marcharan a hacer sus deberes. Todos obedecieron al instante, aunque Ryujin los miró con picardía antes de salir cargando a Haneun y anunciando que ella la haría dormir.

Seis niños y medio~SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora