Epíologo

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Era un día perfecto para una boda.

El sol se filtraba por la vidriera de la iglesia, haciéndolo brillar como valiosas joyas, y el aire olía a rosas. Unos ojos expectantes se volvieron al oír las primeras notas de la marcha nupcial.

A JunMyeon le temblaban las manos con las que sostenía su ramo. Levantó la mirada y, al final del pasillo, vio a SeHun, sonriendo, muy apuesto con su esmoquin.

Radiante con su traje lila, los gemelos estaban parados cerca de la mesa del juez que iba a casarlos sosteniéndose del brazo de SeHun. habían querido que fuera Kai, pero él se estaba recuperando de la operación que tuvo en la cadera para mejorar la movilidad de sus piernas así que por ahora estaba con la ayuda de unas muletas. Hacía ya un mes se había operado, pero el médico recomendó que usara las muletas como apoyo una semana más. Haneun y Ryujin eran las damas de honor, estaban vestidas de rosa pastel y ambas sostenían unos cestos con pétalos de rosa que iban tirando detrás de los pasos de JunMyeon quien iba de la mano con Vernon.

JunMyeon Volvió la cabeza y sonrió tímidamente a SeHun, pero éste tenía la mirada puesta en él y lo miraba con añoranza. Para SeHun JunMyeon era la persona a la que más había amado y al que amaría por el resto de toda su vida y que estaba a punto de convertirse en su esposo.

Cómo habían cambiado sus vidas en el espacio de un año, pensó JunMyeon. A través de los delicados pétalos de su ramo, JunMyeon avistó el destello de los diamantes de su anillo, engarzados en torno a una frágil perla azulada del mismo color que su traje. La perla, tan hermosa como preciada, era un regalo de SeHun, quien llevaba muchas semanas esperando a dársela. El color siempre le había recordado a la paz que armonía del mar. En el cuello JunMyeon lucía también el colgante restaurado de Ryujin, le había pertenecido a la difunta madre de esta y Ryujin no dudo en obsequiársela a JunMyeon. JunMyeon tocó la cremosa perla central y alzó la mirada con los ojos llenos de lágrimas. JunMyeon quería creer que, de algún modo, los dos volvían a estar juntos gracias a la cooperación de sus seis niños que se habían unido para dejarlos solos aquella tarde y que así tanto él como SeHun pudieran conversar y amarse por siempre.

Ese detalle que tuvieron sus niños hacía que JunMyeon se sintiera aún más agradecido por haberlos tenido y también por haber encontrado a SeHun quien también amaba a esos seis niños, agradecía también que SeHun hubiera sido tan persistente en pedirle matrimonio porque gracias a ello JunMyeon pudo tener una segunda oportunidad de ser feliz. Y JunMyeon estaba seguro de que Yifan lo estaba viendo desde el cielo y sonriendo porque al fin había dejado de atormentarse con su muerte y podía volver a ser feliz, JunMyeon lo creía de todo corazón.

Cuando JunMyeon y vernon se acercaron al altar, Vernon colocó con suavidad la mano de JunMyeon en la de SeHun. Después SeHun se acercó a JunMyeon, tomó su mano y se la llevó a los labios.

Juntos observaron de frente al juez que iba casarlos. Tanto los gemelos como vernon retornaron a las bancas de la iglesia para colocarse al lado de Ryujin, Haneun y kai. Ya todos juntos observaron emocionados como SeHun y JunMyeon unían sus vidas mientras el juez recitaba las palabras correspondientes y donde también mencionaba que ante la muerte de alguno o ambos los herederos directos de todos los bienes que se tengan hasta ese momento serian divididos en parte iguales entre sus seis hijos adoptivos.

Posteriormente SeHun y JunMyeon recitaron sus votos y se besaron frente a todos sus invitados y amigos para sellar su compromiso y ser oficialmente esposos, ante los ojos de la sociedad y de la ley.

Todos los invitados regresaron de la iglesia a la casa de SeHun, puesto que la boda fue realizada en Seúl por motivos de las leyes y el mayor acceso a los matrimonios gays al ser la capital de corea. La iglesia que alquilaron para que los casara un juez no quedaba a menos de cuatro cuadras de la mansión de SeHun en Gamgnam. Como la mansión de SeHun era enorme instalaron unos hermosos toldos en el patio y jardín de la mansión y colocaron delgadas bases de concretos falsos para crear un hermoso ambiente de salón de recepción ahí dentro de los toldos. Donde los invitados y los esposos pudieran bailar.

Seis niños y medio~SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora