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JunMyeon frotaba las sartenes y las cacerolas como si no hubiera otra cosa más importante en la vida. Ya había fregado el suelo de la cocina y limpiado la casa de un extremo a otro. Incluso estaba considerando la posibilidad de limpiar también las ventanas. Pero se conocía lo suficiente como para saber que sería inútil. No haría que se sintiera mejor.

SeHun era el hombre más irritante e insensible que había conocido. Y lo de la noche anterior había sido un desastre. ¿Cómo era posible que se hubiera dejado llevar? ¿Cómo era posible que hubiera estado a punto de acostarse con él? Ni siquiera sabía por qué había permitido que se alojara en su casa.

-¿mama?

JunMyeon se dio la vuelta y vio que Ryujin lo miraba con incertidumbre.

-¿Qué ocurre cariño? -pregunto JunMyeon-. Pensé que ibas a pasar la noche en DoWest...

-Y la he pasado mama, pero he preferido volver a casa. -respondió Ryujin con simpleza.

-¿Es que hoy no tienes clase?

-Sí, claro, pero he pensado que no pasará nada si me salto las clases un día. -dijo cabizbaja.

-No, supongo que no. -apoyo JunMyeon y la observó con más detenimiento-. ¿Te encuentras bien, cariño?

-Sí, perfectamente. -Ryujin se ruborizó un poco-. ¿Dónde está SeHun?

-No lo sé. Estará en el trabajo. -respondió JunMyeon sin mucho entusiasmo.

-No. Lo he comprobado. -dijo Ryujin.

-¿Por qué?

-Porque quería preguntarle una cosa. -se sonrojo.

-¿No me lo puedes preguntar a mí? -pregunto JunMyeon extrañado.

Ryujin sacudió la cabeza.

-No.

-¿Estás segura cariño?

-Sí. Es que es un asunto de chicos.

-Bueno yo también lo soy Ryujin, dejo que me digan mama porque eso les ayuda a tener más confianza. -explico JunMyeon-. Pero no soy mujer ni puedo tener hijos porque soy un chico, así que si puedo ayudarte.

-lo sé, pero es que SeHun es...- Ryujin comenzó a sentirse algo nerviosa tratando de explicar la diferencia de roles que había entre SeHun y JunMyeon.

-está bien, comprendo... -dijo JunMyeon, sintiéndose extrañamente traicionado-. En ese caso, ¿por qué no lo llamas a su móvil?

-¿Tienes el número? -pregunto emocionada.

-Por supuesto. Está en la agenda, junto al teléfono. -señalo JunMyeon.

Ryujin se acercó y le dio un efusivo abrazo.

-Gracias mama.

La joven apuntó el número y se marchó bajo la atenta mirada de JunMyeon, que volvió a sentir una punzada de resentimiento.

-Es lo que faltaba -se dijo a si mismo-. Ahora tienes celos de SeHun.

Era verdad que los tenía. Poco a poco, SeHun se había ganado el afecto de los chicos. Los gemelos y kai lo idolatraban hasta el punto de que hablaban de SeHun constantemente. Vernon, que se había opuesto a SeHun al principio, empezaba a flaquear. Y ahora, Ryujin prefería hablar con SeHun en lugar de hablar con él.

JunMyeon sacudió la cabeza y se dijo que aquello no tenía sentido; que, en todo caso, debía estar agradecido a SeHun por el apoyo que le estaba dando. Pero no sentía el menor agradecimiento. Solo sentía celos.

Seis niños y medio~SEHODonde viven las historias. Descúbrelo ahora