RETO OMEGAVERSE 2021

Día 13: Gargantilla- KakuHidan

Summary:

Kakuzu le regala un nuevo collar de Jashin a Hidan, con una correa de cuero negra en vez de bolitas de metal que acentúan su cuello sin percatarse que en la parte trasera dice "propiedad de Kakuzu". Obviamente los otros miembros no se lo van a decir.

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Hidan vio cómo todas las cuentas metálicas que decoraban su collar cayeron al suelo al mismo tiempo que su cabeza. Estaba molesto por haberse distraído y estaba furioso por la ruptura de su más valiosa posesión; su collar. No los estaban vendiendo por todos lados, era un collar único que le habían dado en el templo donde fue formado a la sabia palabra de Jashin.

Cuando ganaron y los ninjas de la hoja se habían ido Hidan miró al suelo terroso para ver su preciado collar hecho trozos. Hizo una mueca con tristeza cuando lo tomó entre sus manos. En parte ese collar era lo único que lo ataba a su pasado y lo único que lo aferraba a la fe en esa vida, saber que había sido destruido sin consideración por un mocoso alfa y un trio de alfas estúpidos le había hecho sentir insuficiente a la talla de la batalla, se sentía cada vez más frustrado.

Kakuzu lo miró de reojo mientras acomodaba la banda de Hidan en su propia bata para mantenerla guardada. Era obvio que Hidan se estaba reprimiendo por haber ocasionado todo eso, el desbalance de la batalla, la pérdida de la recompensa y la destrucción de su preciado collar. No le gustaba verlo así de miserable. Mantuvo sus ojos en el dije del collar que Hidan apretaba entre sus manos, era el símbolo representativo de Jashin y pensó en una mejor solución para no darlo todo por perdido.

Esa noche tomó el dije del collar de Hidan mientras este dormía y se había encargado de irse de la habitación tan silenciosamente como podía —lo que significaba demasiado, imperceptible— para conseguir algo que mejorara ese collar tanto para Hidan como para él.

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Cuando Hidan despertó lo primero que hizo fue estirar su mano hacia la mesita de noche en su habitación intentando tomar el dije del collar para poder hacer su rezo matutino, pero grande fue su sorpresa al notar que no estaba. Se levantó de un salto de la cama y miró por todos lados para ver si por algún motivo no se había caído, pero no, no lo había hecho. Frunció el ceño con frustración y gritó furioso sobre la almohada. Primero le rompían el collar y luego el dije desaparecía. ¿Estaba pagando algo acaso?

Decidió que había tenido suficiente para toda esa mierda y que primero debía saciar el hambre de su estómago. Salió de la habitación y caminó por los lúgubres pasillos de la guarida en dirección a la cocina.

Cuando salió se encontró a Kakuzu entrando a la guarida y a Kisame, a Deidara y a Itachi sentados en el sillón, cada uno haciendo algo diferente que a Hidan realmente no le interesaba. Pero sí miró a Kakuzu, quién traía una caja de regalo entre sus manos.

— ¿Uh, qué tienes ahí, viejo?— Hidan preguntó, olvidándose de sus ganas de comer y acercándose a Kakuzu dando saltos emocionados.

Kakuzu sonrió imperceptible bajo la máscara y le tendió el regalo a Hidan para que pudiera verlo mejor.

—Si estás tan emocionado, ábrelo— Respondió. Hidan miró incrédulo a Kakuzu antes de arrebatarle la caja de regalo y deshacer el papel que lo recubría con cuidado hasta que por fin pudiera abrirla.

Cuando la tapa cayó al suelo Hidan soltó un estruendoso grito de sorpresa que dejó intrigados a los otros tres chicos en el sillón.

— ¡Kakuzu!— Hidan se abalanzó sobre el hombre más alto y fuerte con todo su ser. Estaba sumamente feliz mientras tomaba entre su mano derecha el nuevo collar de Jashin que mantenía el dije original.

La correa del collar era gruesa pero no tanto como para ser molesto, fácilmente abarcaría todo el centro de su cuello como lo haría una gargantilla común y corriente —aunque esta definitivamente no era común y corriente— y mantenía el dije posicionado correctamente porque ahora conectaba con una pequeña argolla gruesa y reforzada.

La sonrisa de Hidan se volvió radiante y sus ojos brillaban con una increíble intensidad mientras Kakuzu se lo colocaba sobre la zona de su marca de apareamiento.

— ¡Es increíble!— Aseguró nuevamente dando saltos enérgicos por la grata impresión.

Kakuzu lo miró tan soso como siempre, pero Hidan sabía que estaba feliz igual. Hidan estaba tan emocionado que en cuanto su collar estuvo bien abrochado en su cuello comenzó a presumirlo frente a todos. Sin embargo Hidan no sabía que atrás, justo en la zona del broche decía "Propiedad de Kakuzu" adornado con una nube roja de Akatsuki y a sus costados el símbolo del dinero.

Deidara al verlo no pudo evitar carcajearse. Hidan lo miró como a un bicho raro, pero dejó el tema de lado, su cuello ahora estaba revestido por una magnífica modificación de su collar que ya no sólo representaba su pasado, ahora era su futuro y su futuro definitivamente olía a papel encerado, tabaco y sangre, igual que Kakuzu.

Los demás chicos simplemente se alegraron por ellos. El dúo Zombie avanzaba rápido.