Día 15: Collar de protección- KakuHidan

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Summary:

El celo de Hidan está cerca y es enviado por Pain junto a Kakuzu a una misión a la mitad de la aldea de la lluvia por lo que le ordena a Kakuzu cambiar la gargantilla negra por un collar de protección.

Hidan no está feliz.

Deidara se ríe de Hidan.

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Durante la última reunión Pain les había informado que el próximo viaje estaba carca de la aldea de la lluvia, por lo cual tendrían un gran tramo que caminar antes de alcanzar el próximo pueblo a devastar para conseguir al hombre que se convertiría en su recompensa. Su cabeza estaba valuada en 100'856'000 Ryu por lo cual tanto Pain como el mismo Kakuzu querían asegurarse que la misión se completara a como diera lugar. Ambos miraron a Hidan quién estaba sentado fingiendo que prestaba atención porque sabía que Kakuzu luego lo pondría al día con lo que se suponía que tenía qué hacer.

—Hidan, quiero que comprendas que la organización no ha tenido los fondos destinados a tus supresores. Como el único Omega del grupo te tenemos bajo una gran protección, sin embargo es importante que no descuides tu puesto por nada del mundo y consigan que esta misión se lleve con un éxito impecable, sin complicaciones ni contratiempos. ¿Quedó claro?— Pain habló sin apartar la mirada del hombre joven quien tenía sus ojos violeta fijos en él.

— ¿A caso estás insinuando que arruinaré la misión sólo por ser un Omega, idiota?— Hidan cuestionó irritado. No, no pensaba permitir que lo jodieran con eso.

—No es eso lo que dijo, Hidan. — Kakuzu intervino, rodando los ojos y acercándose a su Omega para que lo viera a los ojos. —A lo que queremos llegar es que te distraes mucho, eso ocasiona muchos problemas, tus rituales nos desvían de la operación verdadera, tus celos también han sido un problema, como en la última misión. Así que quiero que esta vez me prestes atención y cumplas la misión como debe ser, si lo conseguimos habrá de nuevo un fondo que permita tus supresores y los celos no regresarán nuevamente irrumpiendo misiones.

Hidan escuchó atentamente y asintió comprensivo. No porque le gustara, pero debía admitir que Kakuzu tenía razón, su celo imprevisto había sido un gran dolor de culo durante su misión pasada donde casi causaba que los mataran porque a pesar de continuar peleando su fuerza menguaba rápido, lo volvía inútil y eso dejó a Kakuzu expuesto para trabajar todo por sí solo.

—Tienes razón... Y eso me recuerda que... De hecho entraré pronto en precalentamiento.— Hidan miró a Kakuzu un poco avergonzado.

—Lo mejor sería colocarle un collar de protección, eso evitaría que alguien intente morderlo, lo mantendrá protegido de las mordidas externas y debería alejar a otros alfas mientras tenga tu olor, Kakuzu. — Konan comentó mirando a ambos hombres por detrás del líder.

—Eso suena bien. Kakuzu, deberás conseguirle un collar a Hidan para antes de la misión. — Pain le ordenó.

El hombre mayor asintió antes de voltear a ver a su pareja. Hidan tenía el ceño fruncido, pero no dijo nada, sabía que estaría furioso por la necesidad de ponerle eso como si fuese un animal, pero no había mucho que podría hacer, sino arriesgaría la misión y tal vez su cuerpo.

Ambos salieron de la sala de reuniones dejando al líder y a su ayudante solos. Hidan salió furioso en dirección a su habitación compartida con Kakuzu y Kakuzu se fue de la base para conseguir un collar.

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Cuando Hidan terminó de alistarse para la misión salió en busca de Kakuzu. No lo había visto desde la reunión con el líder y no estaba seguro de si había decidido hacer la misión solo o no.

—Uchiha-san. — Hidan llamó al chico que leía un libro sentado en el sofá. — ¿Has visto a Kakuzu?— Cuestionó preocupado.

—Salió desde ayer en la tarde, no ha regresado, pero dijo que tenía algo importante que hacer y que lo esperaras para realizar la misión. — Itachi respondió. Nunca despegó su vista del libro.

—Gracias...— Hidan se sentó en el sofá de enfrente, recargando su mano en el descansa brazos del mueble y recargando su mejilla en ella mientras se acomodaba cruzando las piernas.

No supo cuando se sumaron a la sala Sasori, Daidara y Kisame. Los dos artistas lucían sucios y cansados, probablemente acababan de regresar de una misión. Kisame había regresado de comprar comida para Itachi y él porque podía ver los trastes plásticos de comida a la mitad sobre la mesa de piedra.

Pero Kakuzu aún no llegaba. Iba a cerrar sus ojos de nuevo cuando el objetivo de su preocupación hizo acto de presencia en la base con tranquilidad. Dio un salto del sofá llamando la atención de todos por la liberación de una gran cantidad de su aroma denotando su felicidad. No es que a los otros alfas les molestará el aroma de frutos rojos de Hidan, pero era raro sentir una gran calidez venir de él, sólo surgía con Kakuzu.

— ¡¿Dónde rayos estabas, viejo?!— Hidan exclamó enojado.

—No grites. — Kakuzu aseveró. Metió su mano en la bolsa de papel que tenía en ella y que Hidan había ignorado y de ella sacó una caja similar a la que había utilizado para darle su gargantilla actual. —Estuve fuera consiguiendo lo que Pain pidió. — Respondió abriendo la caja y permitiendo que Hidan lo viera.

El albino frunció el ceño con irritación y miró feo a Kakuzu. Su aroma se amargó lo suficiente para provocar que los otros miembros de la organización no apartaran la vista. Hidan tomó el collar de la caja entre sus manos y apretó los labios conteniendo su ira mientras miraba algo impresionado como el collar estaba hecho no solo a la medida, sino que igual tenía incrustado un dije metálico del símbolo de Jashin. Observó fijamente el collar y se dio cuenta que de hecho estaba bordado con los hilos especiales de Kakuzu, era el mismo hilo de chakra que poseía en las costuras de su cuello. Miró a Kakuzu fijamente antes de que este le arrebatara el collar y le retirara el otro para ponerle el collar de protección.

Kakuzu lo aseguró con un par de candados diminutos conectados entre sí por sus hilos de chakra. Hidan frunció el ceño nuevamente, cruzándose de brazos al notar las miradas de sus compañeros sobre el collar que le cubría el cuello desde debajo de la mandíbula hasta el inicio de las clavículas.

Miró a Deidara que estaba rojo como un tomate intentando controlar su risa, pero no pudo hacerlo más. Su cuerpo dio una especie de bufido antes de soltar una carcajada increíblemente escandalosa que contagió a Kisame y a Sasori. Itachi sonrió con algo de lástima por la situación.

Hidan tomó la mano de Kakuzu y lo jaló fuera de la base. Prefería comenzar su misión ya a seguirlos escuchando reírse de su estúpido collar de protección que más bien parecía collar de castigo.

RETO OMEGAVERSE 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora