Día 19: Colmillos- JiraOro

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Summary:

Orochimaru halaga los colmillos filosos de Jiraiya mientras los clava en su blanquecina piel en el momento del Celo. Jiraiya no puede evitar sentirse cada vez más grande.

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Lo habían estado planeando un par de veces antes. Desgraciadamente para ellos nunca se les había cumplido la fantasía completa de tener su primera vez de manera decente porque cada vez que el celo de Orochimaru llegaba surgía una misión a la que Jiraiya era enviado a investigar junto a Tsunade. Orochimaru casi estaba seguro que era alguna treta de Hiruzen para evitar que su mejor ninja se apareara con quién había sido nombrado la "manzana envenenada" del equipo.

Era cierto, Orochimaru había sido tildado de malo debido a muchos experimentos que había hecho en el pasado. Nada había sido comprobado en su totalidad, sin embargo tenía la mira del Hokage y de los ANBU de la aldea de la hoja sobre él y cualquier acción que realizará era tomada como un posible atentado a la seguridad pública.

Ese era el motivo principal por el que su relación permanecía oculta del ojo público, porque uno era un héroe, digno sucesor del tercer Hokage, mientras que el otro era un futuro traidor, altamente peligroso.

Pero era curioso que incluso con toda la seguridad utilizada para vigilar a Orochimaru y mantener al límite sus actividades de dudosa procedencia ambos habían hallado siempre el lugar adecuado para tener encuentros fugaces en los cuales expresar sus sentimientos físicos.

Cómo ese momento, por ejemplo, en el que ambos estaban besándose con fuerza, con Orochimaru en celo, gimiendo bajo los pélvicos movimientos rítmicos de Jiraiya, sintiendo que sus pierna temblaban ante la intrusión que nublaba su juicio al dar en el lugar perfecto que le provocaba ver luces de colores inexistentes. Jiraiya mostró sus colmillos entonces, revelando el largo y filoso hueso dual que surgía de su boca, presumiendo con orgullo lo sanos y lo dispuestos que estaban de enterrarse en su piel, acompañando la cerradura del círculo perfecto con sus colmillos de abajo.

Orochimaru sabía lo que quería entonces, si aquel signo de orgullo era únicamente el permiso y la necesidad de dejarlo marcado para toda la vida, y él siempre tendría toda la vida con su inmortalidad casi perfeccionada guiñándole los ojos con seguridad. Soltó un gemido de necesidad. Quería todo de Jiraiya, no tenía miedo y mucho menos pena de unir sus destinos para toda la eternidad, porque eso era lo que necesitaban, su complemento para el bien era Jiraiya y él era el pequeño impulso de inteligencia y maldad que necesitaba.

Estiró su cuello perfectamente blanco, dispuesto a lo que el alfa quisiera hacer y ni siquiera tuvo que esperar a sentir su piel siendo abierta cuando los perfectos colmillos de su Alfa se clavaron en su piel. Los halagó, mientras sus ojos lagrimeaban por el dolor de la mordida y el placer del miembro de Jiraiya golpeando ese dulce punto en su interior, no pudo evitar halagarlo, a él y sus colmillos que sellaban una promesa, que denotaba una sensación de necesidad mutua.

Era el control y era la paz que buscaban. Esos hermosos y mortales colmillos lo eran todo para el inicio de su vida juntos. Y Orochimaru no lo haría de otra manera. Jiraiya tampoco lo dudó, con su ego hinchado, mancillando la dulce entrada de su Omega, dejando que su nudo se expandiera. Claramente era una promesa.

RETO OMEGAVERSE 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora