Summary:
El príncipe Vegeta siempre se consideró un Omega fuerte en todo sentido. No solía ceder a sus impulsos, siempre había sido capaz de mantenerlos al límite para evitar que interfieran en una batalla, por eso mismo había sido uno de los mejores soldados del emperador Freezer pues, de no hacerlo se hubiese encontrado en situaciones desfavorables para su supervivencia y como guerrero orgulloso y sanguinario que era no podía permitirse esa barbarie.
Sin embargo, no podía ocultar el hecho que, desde que ese alfa saiyajin Son Goku había aparecido en su vida no le importaba en lo más mínimo dejar que sus instintos lo controlaran, al final del día él sabía que estaría bien con Kakaroto a su lado. Pero eso no iba a decírselo pues a veces los mismos instintos son mejores que las palabras.
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Vegeta siempre se consideró un Omega fuerte en todo sentido. No solía ceder a sus impulsos, siempre había sido capaz de mantenerlos al límite para evitar que interfieran en una batalla, por eso mismo había sido uno de los mejores soldados del emperador Freezer pues, de no hacerlo se hubiese encontrado en situaciones desfavorables para su supervivencia y como guerrero orgulloso y sanguinario que era no podía permitirse esa barbarie.
Sin embargo las cosas habían cambiado bastante conforme el tiempo había ido avanzando. Cuando llegó a la tierra para vivir —después de que ese alfa Saiyajin terrícola lo había salvado de las garras de Freezer y le había enviado a la tierra junto con los Namekusei resucitados— muchas de sus rutinas se habían visto afectadas. Adaptarse a los olores de todas las cosas en la tierra había sido un problema bastante laborioso pues en su mayoría los aromas variaban y contrastaban tanto entre sí además de ser tan penetrantes que su súper desarrollado olfato saiyajin lo había llevado al límite, hubo ocasiones en las que terminó vomitando por ello y se sentía humillado, perdido y acorralado por no tener el control de cada una de sus acciones como siempre lo había hecho.
Aun así, cuando los años futuros le proporcionaron a Vegeta un lazo real con ese alfa tan peculiar, Son Goku —Kakaroto, él no pensaba rebajarse en llamarle con un nombre tan inferior—, como lo era la marca en su cuello, no pudo evitar sentir que ya no importaba en lo absoluto mantener a raya sus instintos como antes porque no estaba más en un peligro de muerte constante. Ya no pertenecía a la armada de Freezer y gracias a ese saiyajin ya no tenía a ese monstruo respirando en su nuca así que era libre de permitirse dejar de controlar sus instintos.
Y lo quería todo de él. Ese saiyajin alfa era suyo únicamente. Por eso, mientras lo veía entrenar en el patio de la casa de la mujer que lo había ayudado a adaptarse a la tierra, algo en él se despertó de golpe, como un insufrible sentimiento de calor seco quemando su sistema desde dentro. Miraba el cuerpo del alfa como si fuese lo más interesante, todo lo demás no valía la pena de ver, era innecesario, era estúpido siquiera pensar en apartar la vista de ese cuerpo tan bien trabajado siendo perlado por un sin fin de gotas de sudor que resbalaban, recorriendo las intersecciones de los músculos y caían libremente.
Su boca comenzó a llenarse de saliva y comenzó a filtrarse de sus labios. Sus dientes se mostraron mientras su boca formaba una sonrisa retorcida. Sus ojos se sentían irritados mientras su visión se volvía borrosa. El aroma del varonil almizcle del alfa lo estaba enloqueciendo, así, mientras sus músculos se tensaban ante cada flexión, con cada movimiento, sentía que todo su cuerpo se calentaba más y más hasta sofocarlo, nublando el juicio de su mente, extasiándolo. Enloqueciéndolo.
Vegeta lanzó un gruñido de repente. Un gruñido necesitado y sensual. No fue consciente de la llamada de atención que fue para los demás presentes que no poseían una casta. Bulma, Yamcha, Krilin y Piccolo miraron al príncipe de manera expectante, todo el ruido que había antes del estruendo de garganta del saiyajin más bajo se había esfumado dejando el ambiente en un suspenso pesado.
Gohan, el cachorro de Goku, miró al príncipe sin entender totalmente todo, pero sintió que su mirada debía clavarse en su padre como si le tuviese coraje de ponencia, como si tuviese la necesidad de enfrentarse a él y reclamar algo como suyo, alguien.
Por su parte Goku, en cuanto el gruñido del príncipe había sido pronunciado dejó cualquier cosa que estuviese haciendo, ocasionando que la tierra temblara con fuerza cuando las 30'000 toneladas fueron soltadas con fuerza y se volteó a verlo con una velocidad abrumadora. Sus pupilas de volvieron mioticas ante la pérdida del control.
Porque el Omega frente a él olía a deseo, olía a resbaladizo y apestaba a necesidad. Podía sentir como su ropa le picaba, innecesaria y molesta. Quería arrancarse su ropa y tirarse encima del Omega en la silla de descanso, tomarlo ahí, reclamándole y marcándolo como suyo frente a los demás entrometidos, demostrando a quién le pertenecía, pero un poco de su cordura se mantenía firme en su mente para saber que no era lo correcto, que aún había gente en el lugar y que esa gente eran sus amigos, que su hijo también estaba ahí. Tenía cordura suficiente para saber que no era lo correcto.
—Cuarto. — Goku dijo, su voz sonando pesada y rasposa, incluso parecía tener dificultades para hablar entre los jadeos apesadumbrados. — Ahora. — El uso de su voz alfa no había dejado quejas ni replicaciones en el Omega. Incluso había sorprendido a los demás.
Vegeta soltó un gemido extasiado y feliz antes de saltar de la silla y volar con una velocidad espeluznante hacia el cuarto que compartían en las noches de su celo, la más alejada de las habitaciones principales y la entrada. Goku miró a sus amigos con una expresión severa pero acompañada de una sonrisa sádica y simplemente desapareció en un parpadeo.
—Esos dos... Fueron a coger, ¿No es así?— Bulma cuestionó.
Yamcha se ahogó con su jugo ante la mención de sexo por parte de esos dos. Krilin le tapó los oídos a Gohan a tiempo y Piccolo simplemente hizo una mueca disgustada.
—Tal parece que el celo de Vegeta se adelantó, es imposible controlar a esos dos en estos momentos. — Piccolo informó.
— ¿Su celo se adelantó?— Yamcha y Bulma cuestionaron.
—Vegeta se veía perdido y Goku estaba siendo demasiado serio y demandante, incluso su voz sonaba más profunda. — Krilin asintió dándole la razón antes de destapar los oídos de Gohan.
Él lo comprendía, Vegeta ya les había dicho cómo funcionaba todo el asunto y tras la recuperación de la cola de Goku fueron conscientes de los cambios en su actitud alrededor de Vegeta.
Ninguno dijo más nada, preferían ignorar el tema y seguir con su vida por el bien de su salud mental.
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Vegeta gimió cuando Goku pasó su nariz por su glándula olfativa. Ya no había cordura alguna en sus acciones, se estaba desarmando en gemidos incoherentes y expresiones excitantes como reacción a cada toque del saiyajin más alto.
Estaba fuera de sí y le encantaba, su Omega se sentía feliz de ser cuidado de esa manera. Sus instintos jamás habían sido un problema, siempre los había controlado tan bien que muchos dudaban incluso de que fuese un Omega saiyajin, pero desde que Goku había aparecido en su vida eso no importaba, sus instintos eran cada vez más fuertes y ellos mandaban.
Pero no se quejaba. No importaba cómo ni por qué, pero estaba claro que él siempre estaría feliz de dejarse guiar por sus instintos, siempre y cuando fuese Kakaroto quién lo desestabilizara.
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RETO OMEGAVERSE 2021
Fiksi PenggemarHola a todos, este es SlendermanAnderson trayendo a Wattpad un reto en el que participé en diciembre del año pasado. Este es el Omegacember 2021 que fue realizado por @EsdeFanfics en Facebook. Es de parejas variadas así que espero disfruten leyendo...