RETO OMEGAVERSE 2021

Día 10: Parche- NejiLee

Summary:

Se suponía que el parche en la reciente mordida de un omega debía ser colocado por el alfa para asegurar el bienestar y el correcto cicatrizado del vínculo que los uniría para siempre. El parche representaba la promesa del cuidado y el amor que un alfa le tenía al omega.

Pero no era igual cuando el matrimonio era por conveniencia y no había sentimientos de por medio. Lee lo aprendió tarde.

Después de la mordida Neji le pone a Lee un parche para proteger su herida como parte del protocolo, convirtiéndolo en el blanco de miradas de repulsión y rechazo cada vez que era visto entrenando por la aldea tras la revelación de su matrimonio con el prodigio de los Hyuga. Lee termina marginado, siendo juzgado por ser él mismo y teniendo que sufrir el dolor de un alfa que le rechaza por eso.

El parche de Lee se vuelve básicamente una maldición para él y no sabe cuánto tiempo más podrá cargar con eso.

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Su cuello ardía. Tocó con su mano el área abierta y sangrante sintiendo como su mano se manchaba del líquido rojo y de lo pegajoso de la saliva de Neji. Sus pupilas temblaron cuando vio por fin su mano llena de sangre por la ruptura de la piel. Era un dolor sumamente agudo, punzante y mordaz, que le provocaba unas náuseas terribles y la necesidad de tirarse al suelo y gritar para saciar su agonía. La piel mancillada y abierta se estaba recomponiendo muy lentamente debido a las enzimas que la saliva de Neji poseía.

Pero era un tira y afloja insoportable entre el dolor de tener el músculo visible por la falta de piel en los huecos que los dientes de Neji hicieron y el dolor del tejido recomponiéndose y uniéndose lentamente en la zona afectada.

Miró a Neji levantarse de su lado para mirar fijamente al piso. Su boca seguía llena de sangre y lo miró escupirla, limpiándose el excedente con la venda de su brazo derecho, manchándola en el proceso. Se quedaron en silencio un rato, recomponiéndose de la pesadez que la creación del vínculo les había enviado a sus cuerpos. El silencio se rompió tiempo después, sacándolos de su transe cuando ambos escucharon pasos que se apresuraban a la habitación y luego la puerta corrediza fue abierta para revelar a una mujer de la rama secundaria del clan Hyuga que traía consigo un par de gasas y tela adhesiva para que se le hiciera un parche en el cuello que salvaguardara la herida.

Medio escuchó que la mujer le dijera algo a Neji. Lee intuyó que le estaba explicando lo que debía hacer desde su posición puerta. Ella no había entrado para no afectar el nido conjuntivo en donde el vínculo se había sellado porque no quería alterar los instintos Omegas de Lee, más bien había sido Neji quién se había encargado de buscar en la puerta lo que ella consiguió para él. Ya no estaba captando mucho. El dolor lo estaba aturdiendo cada vez más rápido, nublando su vista y causando que sus sentidos vibraran casi tan intensamente como cuando las emociones de Neji se le comenzaron a transmitir a él, revolviendo su mente.

Neji le dijo algo. Lo vio pararse frente a él y mover los labios, como si le estuviese explicando lo que haría —tal vez así fue—, pero desistió y frunció el ceño cuando se dio cuenta que Lee se estaba quedando inconsciente. No se quejó ni se molestó realmente, no sería correcto hacerlo por mucho que le molestara ser ignorado. Neji había leído antes que la mordida era demasiado dolorosa e intensa para un Omega y que generalmente puede desmayarlos durante el proceso de obtenerla como al momento de finalizar la creación del vínculo. Lee llevaba más de 30 minutos despierto, sudando por resistirse a sucumbir ante el dolor.

Se acercó para pasar su lengua por la herida sangrante una vez más, procurando dejar la saliva suficiente para asegurar una pronta curación gracias a la propiedad que poseía la saliva de su casta. Una vez que estuvo lo suficientemente satisfecho con eso colocó un par de gasas grandes y extendidas al tamaño necesario para cubrir la mordida completamente, entonces procedió a fijarlo con tiras de tela adhesiva hospitalaria.