RETO OMEGAVERSE 2021

Día 30: Impregnación de aroma- KakaVege

Summary:

Goku sabía que su Omega lo estaba pasando mal antes de que el torneo del poder se llevara a cabo, teniendo en cuenta que habrían distintas razas con castas asignadas y con la participación de alfas aún más poderosos que el suyo. Encima de todo era consciente de que todo el peso de la batalla caería en los hombros de ellos dos a pesar de tener un equipo. Vegeta estaba aterrado de que su casta no sólo afectara el combate, sino que no fuera un oponente digno de mirar por otros alfas, rebajando su estatus como guerrero a la nada.

Por eso Goku perfuma instintivamente a Vegeta antes de entrar a la arena en el torneo del poder, garantizando que se le trate como a un guerrero antes que como a un Omega. Pero también era porque lo habían estado matando los celos que sentía hacia otros alfas que seguramente se sentirían atraídos a su poderoso príncipe Omega.

Una solución a todos sus problemas, sin siquiera pensarlo.

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Cuando se trataba de poder, las jerarquías tomaban mucha relevancia. Ambos lo tenían muy en mente. Habían estado alrededor de dos días pensando y planificando una estrategia que valiera la pena antes de ir al torneo. La estrategia era en su mayoría únicamente para ellos dos, pero sabiendo que debían depender de un equipo conformado por otras personas de habilidades variopintas no podían dejarlas fuera del todo, así que Vegeta se encargó de modificarlas mientras Goku agregaba la cantidad de información que pudiera dada su experiencia previa en el combate para que Vegeta pudiera hacerlas funcionar.

Aún con toda la preventiva que estaban tomando Goku no podía quitarse la preocupación de saber que su Omega estaba pensando a mil por hora todas sus tácticas, que había reventado su cuerpo hasta el cansancio con tal de no ser débil durante el combate y había estado siguiendo al pie de la letra, con un régimen incansable el tratamiento de los supresores para no tener ningún solo fallo durante el torneo sanguinolento que se acercaba. Estaba preocupado porque Vegeta sufría a manos de su propia mente. Sabía que Vegeta muchas veces se sentía inferior, aún no superaba del todo que él fuese más fuerte que él mismo que era el príncipe de la raza a la que ambos pertenecían, no podía culparlo, habían sido muchos años siendo un guerrero poderoso y sanguinario, teniendo a todos a su merced, siendo el único Omega del universo conocido que tenía las habilidades para destruir planetas enteros con solo parpadear y sin sentir remordimiento.

Ahora, no sólo él lo superaba, hasta eso, Vegeta bajaba mucho su rencor autoimpuesto con él ahora que estaban unidos, porque al final del día un Alfa poderoso era un excelente partido para un Omega poderoso en edad reproductiva, significaba que aunque el Omega tuviese un poder monstruoso, tener un alfa de mayor calibre a ese era una estipulación inquebrantable de seguridad, pero no era el caso con los otros peleadores de diferentes castas.

Whis se los había informado antes. No es que él, como el único alfa que había asistido a un torneo previo no lo supiera, pero dentro de los otros universos habían seres portadores de las mismas castas que los Saiyajines con habilidades totalmente diferentes de los cuales desconocían su fuerza.

"No deben perder la cabeza, deben ser inteligentes y trabajar como un equipo si quieren conservar este universo, aunque los otros universos lleguen a ser más débiles que ustedes tengan por sentado que no dejarán que los eliminen tan rápido, pelearán con todo lo que tienen y se aferrarán a seguir porque al igual que ustedes, perder significará que todo su universo y lo que llegó a existir de él será borrado para toda la eternidad". Whis había sido sincero y conciso con sus palabras.

Todos lo entendían. Pero naturalmente todos tenían miedo de no ser suficientes para evitar la destrucción. Es decir, al final del día los demás (dejando de lado a Gohan, 17, 18, Freezer y Piccolo) eran humanos, luchadores con grandes habilidades para estándares normales, y aunque su equipo tenía luchadores diferentes, no humanos en su totalidad no llegaban al nivel deseado, no al nivel de Goku y Vegeta. Por eso, la única pareja de casta asignada que existía en el equipo entendió que el peso de la batalla realmente estaba sobre sus hombros.