RETO OMEGAVERSE 2021

Día 24: Púas en la lengua- LuZo

Summary:

Los Muguiwaras observan por primera vez cómo Luffy acicala la marca de mordida en Zoro con la misma lengua con la que desgarra la carne que le dan. Todos se sorprenden por la docilidad de Zoro ante Luffy en su momento íntimo.

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Todos estaban dispersados por diferentes zonas del barco. Sanji estaba en la cocina, como siempre. Nami y Robin estaban en el jardín de Mikans tomando el sol. Lo que dejaba a Chopper pescando con Usopp y a Franky en su taller construyendo algo.

—¿No está muy tranquilo el día?— Nami cuestionó de repente, cayendo en cuenta de la ausencia de ruido de parte de su capitán. —¿Dónde está Luffy?— Ella cuestionó, sentándose recta y alarmada por la ausencia del chico de goma.

—Zoro tampoco está en el gimnasio.— Usopp comentó tranquilamente, enrrollando su caña de pescar debido a la captura de un gran pez.

—¡¿Zoro no está?!— Exclamó la pelirroja asustada. ¿Si quiera se había fijado si el Omega espadachín subió al barco en la última isla?

—¿Qué es lo que ocurre?— Sanji cuestionó, llegando de repente con una gran bandeja de postres y dos tazas de café para sus damas preciadas. —¿Qué es lo que tiene a Nami-swan tan preocupada?— Sanji miró a Robin intrigado.

—Gracias, cocinero-san.— Robin agradeció por los postres mientras tomaba uno y miraba a su amiga.— Navegadora-san está preocupada por la ausencia de Espadachín-san y Capitán-san.— Respondió tranquilamente.

—¡¿Alguien se fijó si Zoro siquiera subió al barco cuando nos quitamos?!— La beta pelirroja exclamó nuevamente porque ya nadie le prestaba atención al asunto.

—Cálmate, Navegadora-san.— Robin pidió amable.— Espadachín-san sí subió al barco, tú lo viste.— Nami intentó hacer memoria, pero no recordaba haber visto a Zoro subir en ese momento.

—El Marimo estúpido y Luffy están en la sala común.— Sanji informó.

—¿Y qué hacen esos dos en la sala común? ¡¿Los sillones siguen intactos?!— Nami cuestionó nuevamente. Sanji la miró enarcando una ceja, vaya que tomaría nota de darle a su preciada beta pelirroja un té de menta o uno de manzanilla, estaba sumamente tensa.

—No creo que alguno de ellos rompa algún sillón, son SÚPER sillones hechos por mí.— Franky aseguró con una gran sonrisa en su mecánico rostro mientras subía a la cubierta para saber qué hacían los demás.

—Cierto, ni siquiera todo el poder de la patada de Sanji podría romper esos sillones.— Usopp confirmó.

—¿Entonces que están haciendo? Espero que nada que altere o irrite de alguna manera a Zoro.— Chopper suplicó internamente, preocupado por la salud del único Omega del barco y pareja oficial del capitán.

—Yo los vi platicando tranquilamente cuando salí de la cocina, así que no creo que esos dos hagan algo malo por un tiempo, en todo caso si no me creen pueden ir y confirmar que no estén haciendo nada que ponga en peligro la integridad del Thousand Sunny, pero les aconsejo que no se dejen ver por ellos, parecía ser un momento íntimo.— Sanji esperó una respuesta a su información antes de moverse de regreso por dónde vino.

—Vamos, nos aseguramos que la sala siga están intacta y regresamos a la cubierta. ¿De acuerdo?— Nami les preguntó.

Robin asintió y los demás simplemente dejaron sus actividades a la mitad para ir a la sala despacio, en silencio como buenos piratas que eran. Se asomaron por la puerta de la entrada. Gracias a Franky había una mirilla amplia escondida entre la madera para facilitar el espiar el lugar si los llegan a acorralar dentro.

Luffy y Zoro estaban sentados en el sillón más amplio. El alfa estaba acariciando los cabellos verdes de su Omega con cariño y una gran sonrisa marcada en su rostro antes de acercarse lo suficiente y pasar su larga lengua filosa por la marca de apareamiento que tenía Zoro en el cuello.

El Omega ronroneaba. Estaba tan tranquilo, dejándose acicalar por Luffy que ni siquiera parecía Zoro. Sus ojos estaban cerrados y su postura era suave, con una respiración lenta y tranquila. En sus labios había una ligera curva de una sonrisa que se ensanchaba cada que las púas en la lengua de Luffy pasaban nuevamente por la piel mancillada de su cuello.

—Increíble.— Nami susurró a sus Nakamas mientras miraba a Zoro sin apartar la vista.

Desde que Zoro se había enterado de que esperaba un cachorro no se le había visto tan relajado como ahora que estaba junto a Luffy, quién seguía pasando la misma lengua con la que desgarraba la carne que le daban sobre la marca de apareamiento que el Omega mostraba con orgullo.

—Zoro ahora sí se ve como un Omega.— Usopp y Chopper comentaron al mismo tiempo sin poder dejar de mirar al Omega sin camisa relajado, echándole un vistazo de reojo a la pequeña curvatura en su vientre descubierto. De hecho todos parecían curiosos de eso también, pues desde que Chopper le confirmó la noticia a Zoro este había dejado de ir sin camisa y comenzó a usar una amplia camisa blanca debajo de su abrigo verde que a Nami, Sanji y Usopp les recordaba a la que usaba cuando lo conocieron.

—Nunca había visto a Zoro-bro tan calmado.— Franky le mencionó a Robin con una sonrisa amplia. Ella le regresó la sonrisa asintiendo.

—Tienes razón, es la primera vez que Zoro se ve tan relajado.

Nami miró a sus Nakamas uno a uno con sorpresa. Porque todos estaban igual de asombrados que ella al respecto. Nunca habían visto a Zoro tan dócil con alguien y no sabía si siempre era así con Luffy o sólo porque estaba embarazado. Pero lo que sí sabía mientras los miraba es que ambos hacían una pareja hermosa.