Capítulo 3

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-           Deja de arrastrar tu miseria, Bree. Él nunca se fijará en ti. No si tiene a una mujer como yo a su lado.-

Briana podía ver la sonrisa de autosuficiencia de Olivia en el reflejo del espejo. La muy zorra había entrado al baño detrás de ella, y no precisamente a cumplir con la llamada de la naturaleza. Sus ojos brillaban de la manera que sólo lo hacen cuando estás disfrutando. Oh, sí, ella disfrutaba con aquello. Que engañada la había tenido todo aquel tiempo.

-           Como no pudiste atrapar a Chris, ahora te has lanzado a por otro pez más pequeño.-

-           Umm, yo no diría que más pequeño.-

-           ¿Por qué, Olivia?, ¿Por qué Jed?.-

-           Oh, pobrecita. ¿Creías que no me había dado cuenta de que llevas babeando por él más de un año?. Despierta, Bree. Él es un chico grande, y juega en las ligas superiores. Allí sólo entran auténticas mujeres, no adolescentes sin desarrollar.-

Olivia sabía cómo hacer daño. Bree sentía un gran complejo con sus pechos pequeños, nada que ver con la talla E de Olivia.

-           Tú no lo quieres, sólo te atrae su dinero.-

-           No te voy a negar que tiene una buena proyección de futuro, pero tampoco sufriré en la cama con él. Tiene un cuerpo para el pecado, y sabe besar. Tú lo sabes bien, ¿verdad?.-

-           No es tan estúpido como crees, se dará cuenta de tu juego.-

-           Tal vez, pero será demasiado tarde. Cuando se quiera dar cuenta, su testosterona lo habrá puesto a mis pies.-

-           No puedes destrozar su vida.-

-           Ah, no. ¿Y qué puedes hacer tu, pequeña Youngquest?.-

Briana miró sus nudillos mientras apretaban el mármol del lavabo, estaban blancos de tanto apretar, en un inútil intento por romper la dura roca bajo ellos. Cuando Olivia la dejó sola en el baño, Briana soltó el aire retenido en sus pulmones, y dejó caer sus hombros, se había rendido. Sabía que si se lanzaba en una lucha contra Olivia, ella tenía todas las de perder. Tomó su bolso, y salió de allí con toda la escasa dignidad que le quedaba.

La puerta del último baño se abrió, y una enfadada Elsa se acercó al lavabo, lavó sus manos,  miró el reloj, y calculó el cambio horario. Sacó el teléfono y marcó el número. Aquella llamada internacional sería cara, pero merecía la pena. Después del tercer tono, la conocida voz sonó al otro lado.

-           Hola, abuela. Necesito hacerte una pregunta. ¿Crees que yo podría “tutelar” a una nueva cazadora?. Puede que no precise todo el entrenamiento, tal vez sólo necesite un hada madrina que la lleve a conseguir a su príncipe.- una amplia sonrisa se dibujó en su rostro.- Sí, estoy segura de que necesita nuestra ayuda…. Gracias abuela, si, te mantendré al corriente de todo.

Elsa deslizó el teléfono de nuevo en el bolso, y empezó a dejar a su cabeza divagar sobre todo el trabajo que tenía delante. La primera tarea, estudiar a su oponente y a su objetivo, y aquella noche era perfecta para ello.

No tardó mucho en localizar a Olivia, y no fue difícil identificar al sujeto centro de sus atenciones. Vio a Briana sentada sola en una mesa, apartada del gentío. Se acercó, y se sentó pesadamente en la silla junto a ella, desde donde podía seguir mirando su objetivo.

-           ¿Vas a dejar que se salga con la suya?.-

-           ¿A qué te refieres?.- Elsa señaló con la barbilla, y Briana entendió, pero no por ello dejó de estar confundida.

-           Tu le harías más feliz.-

-           ¿Cómo puedes saberlo?.-

-           Tú le quieres a él, y ella quiere lo que tiene detrás.-

-           Ya, bueno. Eso no significa nada.-

-           Te equivocas, eso lo significa todo.-

Briana se giró hacia Elsa, mirándola fijamente con toda atención.

-           ¿Qué intentas decirme, Elsa?.-

-           Que puedo ayudarte a ganar este juego.-

-           Te escucho.-

-           No será fácil y tendrás que hacer algo más que confiar en mí. Si te pones en mis manos conseguirás a tu chico.-

-           Así es como conseguiste a Chris.-

-           Bueno, fue él el que se empeñó en conquistarme. –

-           ¿Qué tengo que hacer?.-

-           Poco a poco, Bree. Pero puede que te motive el saber que tendrás que pisar algunas cabezas.-

Elsa inclinó sutilmente la cabeza hacia la dirección en la que se encontraba Olivia, y Briana sonrió con una malicia que no sabía que tenía. Oh, sí, aquella parte del plan le daba un aliciente especial. Al fin y al cabo, todos tenemos dentro una vena vengativa.

-           ¿Cuándo empezamos?.-

Una nueva cazadora 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora