Jed apretaba los cordones de sus botas de entrenamiento, sin dejar de lanzar miradas asesinas hacia Mike. Tenía unas ganas irracionales de aplastarle contra el césped. La voz de Chris lo sacó de sus oscuras meditaciones.
- Tengo la impresión de que me he perdido algo. Aunque estoy a esto de descubrirlo.-
Jed alzó la vista, hasta donde los dedos pulgar e índice de Chris estaban casi uniéndose. Su cabeza giraba entre Jed y Mike, intentando descubrir la pieza que le faltaba.
- Es un idiota.-
- Bueno, no todos pueden ser tan encantadores como yo.- respondió Chris con una petulante sonrisa.
- Lo digo en serio.-
- Miker no lleva bien el alcohol, pero no es el único. Tú tampoco eres un dechado de virtudes cuando bebes.- Jed se volvió hacia él con rapidez, olvidando a Mike.
- ¿Yo?. Yo no acoso a las chicas cuando bebo.-
- No, tan solo te las tiras sin ningún remordimiento.-
- Ellas suelen buscarme para eso, un rollo de una noche. Todas lo saben, no soy material de novio.-
- Ya, os usáis mutuamente, lo pasáis bien, y luego os olvidáis el uno del otro. Muy profundo.-
- Así vivo yo. Mi vida está centrada en mi carrera, no tengo tiempo ni ganas para nada más.-
- Mientras no pilles alguna enfermedad de transmisión sexual... parece el paraíso. Pero créeme, algún día te despertarás por la mañana, y te darás cuenta de que necesitas algo más para sentirte completo.-
- ¿Lo dices por ti?.-
- Yo soy un tipo con suerte.-
- No tuviste suerte, viste la oportunidad y fuiste a por ella.- Chris sonrió tontamente, disfrutando de una imagen mental que no compartiría con Jed.
- Joder, sí. Pero no buscaba nada hasta que la tuve delante. Una mujer como Elsa no se cruza dos veces en la vida de uno.-
Giró su rostro para encontrar el enorme cuerpo de Adam. Él la había tenido, y la había perdido. Aunque sospechaba que había algo más. Aunque eso le daba igual, Elsa le pertenecía ahora y no iba a parar hasta atarla totalmente a él. La necesitaba en su vida, tanto como sus manos y piernas. Sí, las podía perder, la vida tenía giros desagradables en muchas esquinas, y él podía perderla, pero ya no sería el mismo, estaría incompleto.
- Adam lo no lo lleva tan mal.- Chris apretó la mandíbula.
- Eso es porque siguen siendo algo parecido a amigos. Aunque no lo entiendo, la verdad.-
- Con Adam todo es extraño. Parece un buen tipo, trabaja duro en el equipo, está centrado. Y de repente, va y mete la pata de esa manera.-
- Eso es para que te des cuenta de que no se pueden cometer errores de ese tipo. Si algo de verdad te interesa, luchas con lo que sea por conservarlo. —
- ¿Y tú lo haces?.- Chris amplió su sonrisa, volviéndola depredadoramente sexy.
- Cada puñetero día, cada increíble puñetero día.-
Jed no tuvo que preguntar, sabía que había una connotación totalmente sexual en ello.
- Ella merece la pena.- Chris se puso serio.
- Le cortaría las pelotas sin dudar al desgraciado que se atreva a siquiera mirarla mal.-
- Joder. Los de tu familia tenéis una extraña fijación con cortar las pelotas a la gente.-
Chris arrugó el ceño hacia él.
- ¿Qué quieres decir?.-
- Nada. Que tu prima tiene la misma boca sucia.-
Chris se lanzó hacia él, y lo acercó a su cara aferrando con fuerza el cuello de su camiseta.
- ¿Qué le has hecho?.- Jed levantó las manos en señal de rendición.
- Yo nada, tranquilo.- sus ojos se posaron instintivamente sobre Mike, y Chris siguió su mirada. No necesitó más de dos segundos para sumar.
- ¡Hijo de puta!, yo lo mato.-
Pero no pudo moverse, enseguida tuvo los brazos de Jed envueltos en su cintura, bloqueando su carga hacia el pobre incauto al otro lado del vestuario.
- Tranquilízate. Briana se encargó de él. Demasiado bien diría yo.- Chris giró el rostro intrigado.
- ¿Qué le hizo?.- sacudió la cabeza.- Da igual, aún tiene sus pelotas. A este lo...-
- Tranquilízate.-
- ¿Tu estarías tranquilo en mi lugar?.-
- Yo también quiero sus pelotas, pero me aguanto hasta el partidillo.-
- ¿Qué...?, Ohhhh, eso. Sí, eso me puede servir.-
Chris miró hacia Mike con una traviesa sonrisa en la cara. Jed estaba en lo cierto. Al final del entrenamiento, era normal terminar con un pequeño partidillo entre miembros del equipo, como ensayo del juego real. Y el rugby era un deporte de contacto, de rudo y brutal contacto. Miró a Jed, y encontró esa misma traviesa expresión. Sí, ellos dos se asegurarían de estar en el grupo contrario a Mike, y entre los dos le harían apreciar las virtudes de una buena inconsciencia, porque el cuerpo deja de doler, hasta que despiertas.
![](https://img.wattpad.com/cover/36412765-288-k339703.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Una nueva cazadora 2
RomanceBriana había disfrutado siendo la pequeña de la familia, hasta que Jed se cruzó en su camino. Entonces, dejó de ser divertido. Tenía que hacer que dejara de verla como una niña, y descubrir a la mujer que era. Pero cambiar su modo de verla no era lo...