Capítulo 20

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-           ¿Qué dijo qué?.-

Briana había hecho un resumen concienzudo sobre su cita del viernes con Jed, incluido el no beso de despedida.

-           Pues eso, que no quería que saliese huyendo de nuevo.-

Elsa recostó el índice de su mano sobre sus labios, mientras procesaba ese dato. Finalmente sonrió.

-           Bien, muy bien.-

-           ¿Cómo que bien?. Estaba preparada para el siguiente paso. Dijiste que llevarle a la cama subiría un escalón más hacia mi objetivo.-

-           Sé que tienes ganas de poner en práctica todo lo que te he enseñado, pero créeme, esto es mucho mejor.-

-           ¿Mejor, en qué sentido?.-

-           A ver cómo te lo explico. Si te viera como algo desechable, algo así como una puta o una zorra, te buscaría, te usaría y después te dejaría. Así de sencillo.-

-           Entonces me estás diciendo que no me ve como una zorra. ¿Crees que ha empezado en verme como una candidata a esposa?.-

-           A una esposa se la caza y se la encierra para que no escape, y tampoco queremos eso, ¿verdad?.-

-           Así dicho, tampoco suena bien, no.-

-           Lo que queremos es que seas mucho más que eso. Queremos que te necesite para ser feliz, el buen sexo solo es una parte de ello.-

-           No suena nada romántico. ¿Eso es lo que pasa contigo y Chris?.-

-           Es romántico, tesoro. Tú no estarías dispuesta a luchar así, si el amor no te motivara. Lo único que quieres conseguir es que él te corresponda de igual manera, que te devuelva lo que tu estas dispuesta a dar.-

-           Eso es lo que quiero.-

-           Pues entonces, sigamos adelante.-

Briana tomó la copa frente a ella y brindó con la de Elsa. El anillo en su dedo relucía bajo los focos del local. Ella sí que lo había conseguido. Tenía a un hombre a sus pies, dispuesta a quererla hasta el final de sus días, y él era feliz. Chris había tenido suerte, Elsa era lo mejor que le podía haber pasado en la vida. No solo lo quería, sino que le daba todo lo que necesitaba, su corazón estaba bien cuidado, y protegido, porque sabía que si alguien intentaba hacerle daño a su primo, esa mujer sacaría las garras y le degollaría la garganta sin pestañear.

***

Chris apuraba su tercera y última cerveza, mientras miraba sin prestar atención sobre la diana de dardos. Tenía una certeza en la cabeza, que sólo necesitaba confirmar.

-           Así que... a ti también te han dado libre esta noche.-

Jed lanzó el último dardo y se giró hacia Chris.

-           Suéltalo. Llevas toda la tarde intentando preguntar.-

-           ¿Es mi prima, verdad, la chica especial?.-

Jed miró al suelo y luego volvió a mirarle a los ojos.

-           ¿No estás enfadado?.-

-           Por ahora no, pero tú hazle daño y yo...-

-           Me cortarás las pelotas con un cuchillo oxidado, lo sé.-

-           Yo nunca he mencionado lo del cuchillo oxidado pero... la idea no está mal. La estudiaré.-

Jed tomó su cerveza y le dio un largo trago.

-           Briana me tiene confundido.-

-           ¿Confundido, por qué?.-

-           Hace dos días era una niña con coletas que correteaba detrás de su primo, y de la noche a la mañana, zas, aparece una mujer de armas tomar en su lugar. ¿Cuándo se produjo el cambio?.-

Chris pasó el brazo sobre sus hombros y lo apretó amigablemente.

-           Puedes pensar que dio el estirón mientras no mirabas en su dirección, o puedes ser realista, y reconocer que un día empezaste a mirarla de manera diferente.-

-           ¿Crees eso?.-

-           A ver, desde que empezó a trabajar, su forma de vestir ha cambiado un poco, pero es normal, ahora tiene que dar una imagen más formal. No puede ponerse delante de su jefe con un jean rasgado y una camiseta vieja, no es profesional.-

-           Eso si.-

-           Además, apartarse de Olivia la ha venido muy bien. Elsa ha sido una mejor influencia.-

-           No sé lo que pasó con Olivia, pero tengo la sensación de que estoy en medio de una batalla entre ellas dos.-

-           Digamos que Olivia intentó... ¡dios!, no sé una manera de explicarlo sin que suene sucio.- Jed arrogó el ceño.

-           ¿Qué pasó?.- Chris se inclinó a él y le miró con dureza, haciéndole comprender que le cortaría en pedazos si lo que iba a contarle se repetía en su boca.

-           Olivia era su amiga desde la universidad, y desde entonces puso sus ojos en mí. Al principio pensé que era un encaprichamiento juvenil, pero una noche me dejó bien claro que...- Chris se detuvo, intentando coger algo más de valor de su interior.

-           ¿Qué hizo?.-

-           Me hizo una mamada mientras dormía.-

-           ¡Qué!.- Jed separó la cabeza de la de Chris, rompiendo aquella posición de confidencialidad.

-           Suena raro, lo sé. Pero es lo que pasó. Así, sin más. Estaba dormido en mi cama, en la que me acosté solo, y me desperté con la boca de esa chica vaciándome.-

-           ¡Joder!.-

-           Ya te digo.-

-           Eso sería el sueño de cualquier tipo.-

-           Pues yo me sentí violado. Que quieres que te diga. Yo ya tenía puesta mis miras en conquistar a Elsa, y había empezado a dar los primeros pasos. Así que la eché de mi habitación. Y antes de que lo preguntes, no, no se lo tomó muy bien.-

-           Vaya.- Al final, la rubia de tetas grandes habría sido una gran regalo para "su pequeño amigo". ¿Porqué esa idea no le parecía correcta?. Pues estaba claro, porque al igual que Chris, él ya había puesto sus miras en otra chica.

Una nueva cazadora 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora