Briana repasaba mentalmente lo que había ocurrido hacía sólo unos minutos. Jed la había llevado a casa en su coche, había esperado hasta que la puerta del portal del edificio se cerró a su espalda, y después se alejó. Todo casi en silencio, solo roto cuando ella se dispuso a abrir la puerta del pasajero para salir.
- Tenemos una cita pendiente.-
- Te llamaré.-
- No, yo te llamaré a ti.-
Briana sólo pudo asentir. Jed tenía en su cara la expresión de quien se pone al mando de todo. Y así iba a ser, él quería tomar las riendas.
Un pitido sonó en su teléfono. Era un mensaje de Elsa.
- ¿Qué tal ha ido?.-
A esa mujer no se le escapaba nada. Parecía tener ojos en todas partes. Marcó las teclas y envió la respuesta.
- Me dejó en casa y dijo que me llamaría para una cita.-
El mensaje de respuesta llegó rápido.
- Mañana comemos y hablamos.-
Ya sabía lo que eso significaba. Tenían que preparar el siguiente paso.
***
- Bueno, ¿Y ahora?.-
- Ahora está interesado en ti. Primer paso conseguido. El segundo paso es hacerle ver que tú serás su última.-
- Su última chica. Suena como tan definitivo.-
- Es lo que querías, ¿no es así?. ¿O acaso has cambiado de idea?.-
- No sé si te pareceré una loca. Después de todo lo que me has enseñado, ahora no sé, es como si yo fuera diferente.-
- ¿Diferente, en qué sentido?.-
- Es como si yo fuera más de lo que era, y él no tan fantástico como pensaba.-
Elsa sonrió, sí, entendía lo que quería decir. Briana había madurado, había dado el paso a mujer. Jed ya ni era el príncipe encantador y ella la ingenua cenicienta. Ahora era una mujer de mundo, tenía conocimientos que desmitificaban su ciega adoración hacia el deslumbrante jugador de rugby. Era como si las acciones de Briana habrían disparado su cotización, y las de Jed, simplemente recuperaran un valor más acorde con la realidad, como si su valor hubiese estado inflado sin una razón de peso.
- Siempre puedes dejarlo ahora. O tal vez simplemente tantear el terreno, y descubrir si la pieza merece la pena.-
- ¿Puedo hacerlo?.-
- No hay ninguna regla escrita al respecto. Eres libre de hacer lo que tú quieras.-
- Sena así como "pruébelo, y se no queda satisfecha, le devolvemos el dinero".-
Elsa soltó una sonora carcajada.
- Si, algo así.-
- Bien, entonces vamos a ver de qué está hecho.-
Briana le había confesado aquella noche loca, en que los dos estaban ebrios. Cuando dejó que Jed la besara y la encendiera con sus caricias. No pudieron llegar a más, alguien los interrumpió, y 10 minutos después, Jed había abandonado el local. La siguiente vez que se encontraron, él no recordaba nada. Briana había sido tan sólo otro cuerpo más que usar en un calentón. Y eso fue lo más doloroso. Ella soñaba todavía con aquel momento, y él lo había olvidado antes de abandonar el local.
Briana tenía vergüenza al respecto, ni loca reconocería que había sido una más de la larga lista de conquistas de una noche. Pero Elsa tenía otra idea al respecto.
- Lo mejor para hacer que la vergüenza desaparezca, es darle la vuelta a lo ocurrido.-
Briana no lo entendió del todo, pero Elsa tenía muy claro cómo utilizar aquel desastroso pasaje de su vida. Solo esperaba que tuviese razón. Hasta el momento, había confiado a ciegas en ella, y los resultados eran tremendamente satisfactorios. Así que no había espacio para la duda. Seguiría sus instrucciones sin dudar, como un buen soldado. Había una guerra que ganar.
ESTÁS LEYENDO
Una nueva cazadora 2
RomanceBriana había disfrutado siendo la pequeña de la familia, hasta que Jed se cruzó en su camino. Entonces, dejó de ser divertido. Tenía que hacer que dejara de verla como una niña, y descubrir a la mujer que era. Pero cambiar su modo de verla no era lo...