Enamorando a mi Crush [Completa]

3. Mala mentirosa

Capítulo 3: Mala mentirosa

No, no iba a permitir que ese idiota me tratara como si yo fuera la que le hubiera robado, él me debía respeto por defenderlo.

No sabia de donde me salió la valentía, pero empuñé mis manos y fui detrás de él aun con la perrita en brazos.

-¡Cristóbal! -lo llamé en un grito, él se volteó hacia mí con el ceño fruncido.

-¡Déjame en paz niña! -gritó-, ¿o es que eres sorda?

No podía creer su actitud de mierda.

-Mira -refuté-, usualmente no iría detrás de pedazos de idiotas mal agradecidos como tú, pero a este perro lo acaban de atropellar y debo llevarlo al veterinario ahora, así que llevame.

Él pareció incrédulo por unos segundos, sus ojos verdes pasando de mi rostro al perro y viceversa.

-¿Estás exigiéndome que te lleve? -alzó una ceja.

-Es lo mínimo que puedes hacer después de que te salvé el culo -dije-, y no es por mí, es por el perro, está botando mucha sangre.

No paraba de lamentarse, evidentemente le dolía.

Él miró al perro y pareció pensarlo por un momento, hasta que finalmente caminó hacia su auto quitándole los seguros y abriendo la puerta del piloto.

-¿Qué esperas? -dijo al verme aun ahí parada esperando su respuesta- móntate.

Joder, si había funcionado eso de hacerle frente.

Al parecer había que enfrentar a los gigantes hijos de puta para que bajaran sus humos.

Claro, era mi crush y estaba babeada por él, pero eso no le quitaba lo hijo de puta, si tenía que sacar las garras lo haría siempre.

Me monté en el auto deportivo, olía a nuevo y era tan deslumbrante como pensé, joder, miles de chicas del instituto matarían por ser yo en este momento; de copiloto en el deportivo de Cristóbal Craft con el mismísimo Cristóbal Craft.

Definitivamente, Patricia no iba a creeme esto, mucho menos después de nuestra apuesta.

Cristóbal manejaba a toda velocidad por la calle, y verlo era completamente hipnotizante, su mirada fija en concentración y sus manos tomando el volante en completo control, era hipnotizante verlo.

Fuimos a un veterinario cercano en el centro de la ciudad, y el doctor se llevó rápidamente al perro mientras nosotros esperábamos afuera con la recepcionista que nos comenzaba a cobrar la consulta, obviamente no era gratis. Saqué un billete y unas monedas que tenía encima, de hecho, era lo único que tenía para la semana, pero de igual forma lo saqué de mi bolsillo y se lo entregué, ella me miró como si bromeara, no cubría ni una cuarta parte de la factura.

-Es todo lo que tengo. -expliqué, antes de que la recepcionista hablara, Cristóbal se acercó a nosotros y sacó su billetera del bolsillo.

-Yo pago el resto. -dijo sacando dos billetes de cien y poniéndolo en la encimera.

Quedé boquiabierta.

Que Cristóbal tomara la iniciativa para pagar esto me decía que en realidad era una buena persona solo que a veces no lo parecía. Claro, su familia eran los Craft; una familia millonaria de cuna, pero aun así no era su responsabilidad ayudarme ni mucho menos pagarme nada.

-Creí que te habían robado. -murmuré, pensé que estando en el callejón le habían quitado todo.

Él negó con la cabeza.

-Solo me quitaron el reloj -se limitó a decir.

-Por suerte no te hicieron nada más -comenté-, ¿te duele?

Pregunté señalando su frente, pero sin tocarlo, ahí donde parecía tener un golpe oscuro en la piel.

Él le restó importancia encogiéndose de hombros, lo admitía, por más que lo viera por horas no podía acostumbrarme a él ni a su belleza surrealista, era muy alto, los rasgos de su rostro parecían trazados con amor y con toda la paciencia de Dios porque eran perfectos no podía verle defecto, tal vez porque seguía viéndolo con ojos de admiración y absoluta adoración.

Era mi crush desde siempre, aun se me hacía difícil creer que estuviera aquí con él y que cruzáramos palabras como dos personas normales...

De repente él me miró, probablemente sintiendo mi pesada mirada sobre él e intenté enfocarme en los cuadros de animales que estaban detrás de él rápidamente para disimular un poco.

¿Se habría dado cuenta?

Creo que no.

-¿Qué tanto me miras? -preguntó.

Joder, sí se había dado cuenta.

Sentí que todo mi rostro se sonrojó con fuerza.

-No te estaba mirando -mentí.

Él se volteó hacia mí inclinándose un poco, sus ojos verdes fijos en los míos quitándome el aliento cuando sonrió y preguntó:

-¿Estas enamorada de mí?

Mierda.

«Mantén la calma, Karla, solo sigue mintiendo hasta que se le olvide el tema».

Alcé la barbilla con superioridad dispuesta a decir un rotundo "No" pero mi boca me traicionó cuando dijo:

-Si.

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Ahahhahaha pero Karlaaaaa xD NPS el capitulo que viene estara muy bueno jijiji.

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