11. ¿A que sabe el cielo?
Me monté en el auto que ya me parecía familiar, Cristóbal extendió la mano y colocó música de Knockin' on Heaven's Door de Bob Dylan.
—Curioso, no me hubiera imaginado que te gustara esa clase de música.
—Me gusta el ritmo, el tono de la guitarra —dijo—, es como si probaras el cielo.
—¿A que sabe el cielo?
—A libertad.
Sonreí levemente, ahora que comenzaba a conocer un poco más a Cristóbal, me daba cuenta que no era ese típico fuckboy brabucón, sino que él tenía... sentimientos y pensamientos propios.
—¿Cómo sigue Nucita? —continuó luego de un momento de leve silencio.
—Bien —dije—, mi papá me preguntó por qué aun no te has llevado al perro, tuve que decirle que lo quisiste dejar unos días mientras construías una casita en tu casa.
—Uh —dijo Cristóbal—, se me había olvidado de que les había dicho que Nucita, era mi perro.
Sí, esa mentira para que no me metiera en problemas estaba pasando factura.
—Bueno, parece cómodo con la idea de que el perro sea tuyo —dije—, a lo mejor es porque se supone que eres hijo de su jefe.
Mis padres parecían adorar a Cristóbal por eso.
—Al menos de algo sirve mi experiencia ¿eh? —dijo— Puedo llevarme de vez en cuando a Nucita.
Uhm, es que era tan pequeña... y bien, Cristóbal la cuidaba, pero, no estaba cómoda con la idea.
—Entonces —dije cambiando deliberadamente el tema— tienes interés en proteger fervientemente tu reputación sexual.
Él sonrió levemente.
—Eres bastante directa, pelo azul.
—No es algo que no hayas dicho antes tú, Basquetbolista.
—No me llames basquetbolista.
Lo miré confundida.
—Lo eres.
Todo el mundo lo sabía, era uno de los favoritos del instituto para que lo reclutaran a las grandes ligas.
—Es un apodo muy largo —dijo Cristóbal—, llámame de otra forma.
Ahora que lo pensaba siempre lo relacionaba con la vainilla porque me daban ganas de comérmelo, así que así lo llamaría.
—Vale, te llamaré vainilla.
—Eso no —dijo girando los ojos—, eso es peor.
Sonreí con malicia, me gustaba esta vibra de amistad que parecíamos tener, como si lo sexual simplemente hubiera quedado en el pasado.
O eso creí, porque de repente extendió una mano colocándola sobre mi muslo, enseguida mis mejillas se sonrojaron con fuerza y cuando comenzó a subir lentamente todo mi cuerpo se calentó más rápido que una fogata.
—Oye —dije aguantando su mano, él sonrió ladeadamente.
—Esto en mío —me miró de reojo sin borrar su sonrisa.
—¿Tuyo? —Me reí incrédula y a la vez algo curiosa.
—Solo yo he estado ahí. —dijo con altivez.
Ahora mis orejas estaban también enrojecidas.
—No veo fallas en tu lógica. —dije— Solo he sido tuyo.
De repente detuvo el carro de un frenazo orillándolo a un costado de la carretera.
—Hey —dije incrédula—, ¿Qué haces?
—No aguanto más. —susurró y entonces se inclinó hacia mí uniendo mis labios a los suyos, le correspondí con la misma fuerza y es que lo deseaba con locura, mi piel y todo mi cuerpo completamente encendido deseando consumirse en pasión.
Ya nada mas tenía importancia.
Me subí a su asiento acomodando mis rodillas a cada lado de su cuerpo para poder sentarme sobre él y mover las caderas, él comenzó a besar mi cuello, sus manos en mi trasero descendiendo hasta apretujarme, siguiendo mis movimientos contra el.
—Espera —dije en un gemido.
—¿Que? —susurró alejándose para mirar mi rostro, pude notar sus ojos oscurecidos y sus labios enrojecidos.
—Tengo el periodo —confesé.
—¿Qué?
—Sí. —dije con un poco de vergüenza, es que por un momento lo olvidé.
—Perfecto —dijo rozando su nariz con la mía—, así lo hacemos sin condón y nos aseguramos de que no salgas embarazada.
Iba a besarme otra vez, pero yo me alejé un poco confundida.
—Pero... —murmuré incrédula.
—¿Qué? —dijo— ¿no quieres?
—Si, pero... —aclaré mi garganta— ¿no te incomoda la sangre?
Pensé que los hombres tenían ciertas restricciones con la sangre.
—No —alzó una ceja—, ¿acaso no sabes que soy Cristóbal Vampiro Craft?
—Que gracioso —dije con sarcasmo él sonrió y se inclinó besándome otra vez.
Me encantaba todo de él.
Deslicé mis manos por su torso alzando su camisa hasta quitársela pasando una mano por su abdomen, sintiendo los músculos contraerse ante mi toque, mi respiración acelerada cuando comenzó a besar mi cuello otra vez.
—Muévete sobre mí —susurró—, me encanta cuando lo haces.
Me senté directamente sobre su cremallera moviéndome, sintiendo lo duro que estaba aguantándome de sus hombros, nuestras bocas comiéndose como dos almas desesperadas, me quitó la camisa exponiendo mis pechos, cuando de repente tocaron el vidrio de afuera y ambos nos paralizamos.
Joder.
Un policía.
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Jajajajajja, xD de esta historia comenzare a subir episodios compulsivamente, posiblemente en unas horas y mañana y pasado mañana hasta terminarla porque si, porque la vida es muy corta y hay que disfrutar todo rapido antes de que se acabe, asi que si no le has dicho a alguien "te amo" recuerda hacerlo, no sabes si es la ultima vez... :'D
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Enamorando a mi Crush [Completa]
Teen FictionKarla Martinez hace una apuesta con su mejor amiga para ver quien se acuesta con Cristóbal Craft, nieto de la leyenda súper estrella del baloncesto Calvin Craft, después de ver un rayo de ilusión cuando él la besa en año nuevo, pero hay un problema...