Capítulo 4: Encerrada con el chico lindo
—Es decir, no, no —me corregí rápidamente sin comprender porque había dicho lo que dije—, es que entendí mal la pregunta.—¿Como puedes entender mal una pregunta tan directa? —alzó una ceja de forma burlesca.
Sentí mis mejillas sonrojarse.
Necesitaba ocultarme debajo de una roca.
—No fue tan directa —refuté—, ni me acuerdo que carajos me preguntaste.
Él mantenía la mirada fija en mí y eso creo que era lo que me hacia ponerme un poco nerviosa.
—¿Con esa boca besas a tu mamá? —sonrió.
No le contesté, me hice la sorda, sí sabía que a veces era un poco grosera, pero me valía mierda.
—Te lo preguntaré entonces otra vez —continuó insistiendo el tema, no entendía por qué de repente tenía tanto interés en mí.
—¿Qué? —dije sin muchos ánimos.
—Que si te gusto. —insistió alzando una ceja.
No iba a dominarme.
«Vamos Karla, ponlo en su lugar».
—No —le hice frente alzando la barbilla— y no seas engreído, eso es molesto.
Cristóbal parecía entretenido conmigo porque no borró su sonrisa ni cambió su postura dirigida hacia mí.
—¿Engreído? —repitió apretando los labios intentando comprimir una sonrisa.
—¿Podemos dejar de hablar de ti? —giré los ojos intentando parecer fastidiada de hablar del tema— Hay cosas más importantes.
—¿Cómo qué?
—Como el perro.
Él no dijo nada admitiendo que tenía razón, aun así, seguía conservando esa rara sonrisa en su rostro.
No iba a mentir, Cristóbal era hermoso en todas las expresiones; molesto, serio, sonriente, riéndose…
Lo miré otra vez observando su rostro, él seguía observándome, maldición, tenía que dejar de comportarme como una acosadora y disimular un poco.
Él sabía que me gustaba, probablemente TODAS caían babeadas por él, yo también estaba jodidamente enamorada es decir era mi crush, pero… me molestaba el hecho de que él pensara que debía de ser así, que podía enamorar a cualquiera, sus ínfulas egocéntricas me molestan mucho.
Me gustaba, pero no era su fan, ni quería alzarle el ego que ya tenía por las nubes.
Luego de varios minutos ahí en el veterinario en un incómodo silencio llenado por la música de recepción, nos hicieron pasar al consultorio del doctor y nos entregaron a la perrita con la pierna curada, estaba somnolienta por el sedante en una nueva toalla que no estaba manchada de sangre, la perrita era muy linda, su pelaje era color caramelo y con destellos blancos, era muy pequeña, no aparentaba tener más de 3 meses de nacida.
—¿Es tu perro? —preguntó Cristóbal observando a la perrita con curiosidad.
—No —dije—, recién vi que lo atropellaron y fui a buscarla, fue antes de ver que estaban golpeándote.
Él lo pensó por un momento y soltó un bufido burlón.
—¿Tienes complejo de heroína?
Me reí un poco.
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Enamorando a mi Crush [Completa]
Teen FictionKarla Martinez hace una apuesta con su mejor amiga para ver quien se acuesta con Cristóbal Craft, nieto de la leyenda súper estrella del baloncesto Calvin Craft, después de ver un rayo de ilusión cuando él la besa en año nuevo, pero hay un problema...