—Julio —lo llamé. Estaba concentrado ordenado su bolso en la habitación —Me gustaría ir a la feria que han montado en la playa.
—Pero abre de noche y ya nos vamos —respondió asomándose.
—Podemos quedarnos una noche más, por favor —pedí haciendo ojitos de gato con botas.
—Clara, tengo que trabajar mañana por la tarde —respondió contrariado.
—Lo sé, pero de verdad quiero ir —musité con un puchero.
—Está bien, pero nos vamos de madrugada a casa, no puedo pedir otro día en el trabajo —respondió y se acercó para darme un beso en la frente.
—Gracias, Julio —susurré y lo abracé —Voy a dejar lista mis cosas, así luego solo las metemos al auto.
—Bien, yo cocinaré algo rápido y después dormiré un poco, para que en la noche no me pille el sueño mientras conduzco —dijo y desapareció en dirección a la cocina.
Me apresuré a ordenar mi maleta, metiendo dentro -además de la ropa que traía- el vestido que usé en la inauguración de la galería de arte. Acomodé las pinturas que había hecho estos días sobre la cama para que no se me quedaran y fui hacia la cocina a ver qué estaba preparando Julio.
—Huele exquisito —dije sentándome sobre el taburete en la isla de la cocina.
—Preparé lasaña, pero con salsa vegetariana —dijo sonriendo —Fue bastante rápido a decir verdad, más que la receta que suelo hacer —sonrió.
—Gracias por pensar en mí —musité con una sonrisa —Voy a montar la mesa afuera para que comamos mirando el mar —avisé y me puse a acomodar las cosas.
—Julio, esta lasaña está exquisita. Moría por probarla —dije dando otro mordisco —Prometo cocinar algo la próxima vez que vengamos.
—¿Vendremos de nuevo?
—Claro, me lo he pasado genial ¿tú no? —pregunté con cierto temor.
—¿Bromeas? Es la semana más entretenida que he tenido en mucho tiempo —sonrió —No suelo salir mucho por el trabajo y a veces no salgo de vacaciones, así que me ha venido muy bien estos días aquí contigo —se sonrojó.
—Te traeré más seguido, bueno tú me traerás porque aún no saco el carnet de conducir —confesé.
—Anótalo en tu lista de pendientes, es importante —sugirió.
Estuvimos un rato más conversando de cosas triviales y mirando hacia la playa, hasta que me di cuenta que iban a ser las cuatro de la tarde.
—Ve a dormir un rato, Julio. Yo lavo los trastes mientras —mandé.
—Está bien —dijo y me ayudó a llevar las cosas a la cocina antes de ir a recostarse.
Una vez que terminé de lavar la loza, me dieron ganas de recostarme también, pero había ocupado mi cama con los cuadros, así que sin hacer ruido fui a la habitación que ocupaba Julio y me acosté a su lado. Eran pasadas las siete cuando desperté al no sentir a Julio en la cama.
—Despertaste dormilona —musitó Julio sobresaltandome —estaba en el marco de la puerta con una toalla en su cintura, señal de que se había duchado hace poco.
—Estaba un poco aburrida y mi compañero solo dormía, así que no me quedó de otra —respondí levantándome de la cama —Me iré a duchar también, para que vayamos a la feria, ya quiero subir a todas las atracciones —dije con entusiasmo casi corriendo al baño.
Una vez que me duché, me puse un vestido rosado, una chaqueta de mezclilla y mis converse negras de plataforma. Julio llevaba un pantalón negro y una camiseta manga larga azul, junto a sus zapatillas blancas. Se veía muy guapo, incluso más que con el traje negro que le pasé para la inauguración.
ESTÁS LEYENDO
One shot Clara Galle y Julio Peña
FanficMini historias de Clara Galle y Julio Peña, quienes interpretan a Raquel Mendoza y Ares Hidalgo en la adaptación de Netflix A través de mi ventana.